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Primera partida y entrevista de Assassin's Creed IV

Primera partida y entrevista de Assassin's Creed IV
Edward Kenway se prepara para viajar al mar Caribe... ¡Y nosotros con él! Aquí tenéis un completo avance de nuestra partida con el juego en versión PS4 y, a modo de bonus track, una entrevista con el productor. ¡Disfrutad, marineros!

Después de mucho tráiler, galerías de fotos y notas de prensa, por fin hemos tenido ocasión de poner nuestras manos y garfios en una versión jugable de Assassin's Creed IV: Black Flag, el primer título de la franquicia de Ubisoft en salir tanto en la actual como en la nueva generación. Antes de meternos en harina, os dejamos con la entrevista que pudimos grabar con Arnaud Vadour, productor del juego. Que aproveche.

Como nos cuenta nuestro invitado, la piratería y la navegación son las protagonistas de este nuevo episodio de la lucha entre asesinos y templarios. Hemos tenido ocasión de probar dos largas secuencias del juego, en la versión de PlayStation 4. Tenemos que retroceder hasta 1715. El intrépido pirata Edward Kenway está buscando un fabuloso tesoro, cuya imagen recuerda mucho a la de un Fruto del Edén (aunque él no sabe lo que es eso, claro). El "leit motiv" del juego es encontrar ese artículo para que Edward se vuelva rico y se retire a vivir la vida loca.

Al menos, así es en un principio, porque el protagonista acabará viéndose involucrado en la lucha entre los piratas y los imperios español e inglés. Los primeros quieren crear una república pirata en la que sean libres para hacer lo que les plazca en democracia, mientras que los últimos... Bueno, quieren el control. Como comentamos en la entrevista, el paralelismo entre asesinos y templarios es evidente y nada casual. Así Edward deberá dominar las artes piratas, pero también las de los asesinos para eliminar el yugo templario del mundo... Aunque a él lo que le importa es el parné.

Primera partida y entrevista de Assassin's Creed IV

Corsarios next-gen

Antes de seguir con el desarrollo, respondamos a la pregunta que todos os estaréis planteando: ¿qué tal se ve el juego en PS4? ¿Se nota mucha diferencia? La verdad es que, en un principio, no es para tanto. Se ve detallado, sí, pero uno no sabría decir si son gráficos buenos de PS3 o si realmente hay un salto generacional. Pero, a medida que avanzamos más y más, descubrimos pequeños detalles que mejoran la experiencia: la frondosidad de la vegetación, lo bien que ésta se mueve a nuestro paso, los detalladísimos paisajes montañosos... Y el agua.

¡Ah, el agua! Sin duda es en ella donde se luce más esta nueva versión. El mar va variando de color a medida que nos acercamos a la costa o cambia el oleaje. Las diferentes capas de fauna y flora marinas llenan de vida y movimiento a unas olas cuya física parece real. En fin, es una gozada ver este mar Caribe en movimiento y, seguramente, el nivel de detalle que muestra en PS4 sería imposible en una consola actual.

Ahora bien, los gráficos y el rendimiento técnico en su conjunto no sorprenden al usuario habitual de consolas y presentan algunas imperfecciones que parecen propias de un juego "primerizo" de la nueva generación: personajes que a veces encadenan mal sus movimientos, enemigos que siguen "bailando" a nuestro alrededor mientras combatimos... Se nota que este juego se ha hecho del tirón desde Assassin's Creed III y que haría falta que Ubisoft se parara a tomar aire e iniciara un nuevo Assassin's desde cero para sorprendernos. Dicho esto, si como un servidor sois seguidores de la saga de toda la vida no vais a decepcionaros. Os sentiréis como en casa en materia gráfica y jugable. Por cierto, pasemos a esta última...

Primera partida y entrevista de Assassin's Creed IV

Marinero soy y en la mar nací

Los desarrolladores ya lo anunciaron desde el principio: las aprtes en barco iban a tener mucho más protagonismo en Assassin's Creed IV. De hecho, se estima que el 40% del mismo son misiones "clásicas" y el 60% restante se corresponde con tareas navales. En cuanto a las misiones a pie, no hay demasiadas novedades: Edward se maneja prácticamente igual que su nieto Connor y posee las mismas habilidades. Puede hacer parkour por edificios, rocas y plantas, posee vista de águila y es un haz tanto con la espada como con las pistolas. Las coreografías de lucha son algo más estilosas que las que ejecutaba el indio, lo cual se nota especialmente en el uso de armas dobles. Los disparos gemelos en plena refriega quedan de lo más chulos.

¿Y qué tipo de misiones hay a pie? Además de los clásicos objetivos de eliminar a personalidades clave o llegar a ciertos puntos del mapa, tenemos tareas secundarias como reclutar miembros de nuestra tripulación, perseguir unas salomas por los tejados (es muy parecido a la búsqueda del calendario de Franklin en Assassin's Creed III), cazar animales salvajes como cocodrilos o iguanas o buscar tesoros. Entre estos, destacan los iconos mayas que, una vez encontrados, nos permiten entrar en un minijuego de alinear iconos, similar al visto en los compases finales de ACIII. Por supuesto, también podemos encontrar botellas con mensajes o usar mapas para encontrar secretos, al más puro estilo pirata.

Primera partida y entrevista de Assassin's Creed IV

Pero, como decíamos, la chicha está en las misiones navales. El control de nuestro barco, el Jackdaw (que, por cierto, se traduce como "grajilla" al castellano, lo que da para algún momento cómico en el juego), es muy cómodo y parecido al visto en el juego anterior, si bien se han añadido numerosas mejoras. La primera es el añadido de una "tercera velocidad", que podríamos considerar como velocidad de crucero. Así, el barco va mucho más rápido y la cámara se aleja para dar una mejor perspectiva de la acción.

Además, en cualquier momento podemos soltar el timón para recuperar el control de Edward y así lanzarnos al agua o trepar por nuestra nave. Se acabó eso de las tareas aisladas, podemos pasar de una a otra cuando queramos.

Cuando toca combatir, tenemos muchas más armas a nuestra disposición, aunque hemos de ir adquiriéndolas: metralla, barriles explosivos, bombas combinadas... Además, el uso de los disparos de precisión es mucho más rápido y cómodo, por lo que podemos resolver batallas multitudinarias con mucha elegancia y velocidad. Eso no quita que resulten intensas: un duelo a cañonazos contra una fragata española en plena tormenta marina es algo digno de verse, os lo aseguramos.

Por cierto, esta vez podemos optar por hundir del todo o abordar los barcos que "debilitemos". Si hacemos esto último, recuperamos el control sobre Edward y hemos de saltar a la cubierta enemiga para acabar a espadazos con sus tripulantes. Es un momento muy espectacular, aunque nos tememos que va a terminar volviéndose repetitivo.

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El caribe tiene mucha "salsa"

No creáis que la cosa va solo de hundir barcos. Al igual que pasa en Zelda Wind Waker, el juego premia al que dedica tiempo a explorar con su nave. Así, podemos encontrar náufragos a los que rescatar, tesoros flotando, pequeñas islas que esconden animales exóticos... El uso del catalejo es primordial para dar con zonas clave o para descubrir qué barcos se nos acercan y qué botín esconden, por si nos merece la pena atacarlos o no. Así, podemos recuperar oro, madera o comida para luego traficar con ello en tierra o para mejorar las funciones de nuestro barco, por ejemplo. ¡Ah! Y mientras navegamos libremente nuestra tripulación se pondrá a cantar temillas piratescos. ¡Hasta podemos desbloquear nuevas canciones!

Si vemos zonas rodeadas por gaviotas, puede que tengamos ocasión de entrar en alguno de los minijuegos marinos. El de la cacería de grandes depredadores es el más llamativo. Al acercarnos a la zona y pulsar un botón, entramos en una prueba en la que debemos arponear nuestro objetivo (tiburones blancos, ballenas asesinas, etc) mientras éste se mueve a toda pastilla. Si fallamos varios tiros, el "angelito" intentará hundirnos. Otra prueba consiste en bucear pare recuperar un cofre hundido, moviéndonos con cautela para que no nos ataquen los tiburones.

Todo este conjunto de pruebas se mezcla con un mar dinámico y cambiante, en el que pueden arrancar fuertes vendavales o tormentas de manera aleatoria. Da la sensación de que nos movemos en un entorno real e imprevisible.

Como véis, hay mucho por descubrir en Assassin's Creed IV Black Flag. Las versiones para las consolas actuales llegarán el 31 de octubre, mientras que las de next-gen lo harán al mismo tiempo que lleguen esos formatos. Esperamos poder daros impresiones detalladas del multijugador antes de que eso suceda. Mientras tanto, id dando cera a vuestra pata de palo, que el RON corre por cuenta... De la Revista Oficial Nintendo. Ay, qué chiste más malo...

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