Dee Brown, director de Beenox Interactive, ha tenido palabras amables para su editora. En su opinión, la mala fama generada no es de recibo, poniendo por ejemplo su excepcional relación con la compañía desde que esta adquiriese el estudio en 2005: "Desde nuestra perspectiva, la mala reputación de Activision es del todo injusta. […] Trabajamos con ella antes de ser adquiridos. Jamás hubiese admitido tal trámite de no habérsenos garantizado la máxima independencia. Tal premisa sigue vigente aún hoy."
Brown pone como ejemplo el desarrollo de las dos últimas entregas de Spiderman, para las que se le concendió absoluta libertad creativa: "Desde un punto creativo nuestra relación es impecable. Al encomendarnos el desarrollo de Shattered Dimensions, por ejemplo, la única directriz que se nos dió fue esta: -Cread un videojuego de Spiderman. […] Como desarrolladores es genial contar con semejante grado de libertad, poder crear exactamente el juego que teníamos en mente sin restricciones. Tres cuartos de lo mismo nos ocurre con The Amazing Spider-Man."
Activision se ha visto implicada en varias polémicas en el último ella. La más sonada con los fundadores de Infinity Ward, Jason West y Vince Zampella, que abandonaron la compañía reclamando primas multimillonarias por el desarrollo de la serie Modern Warfare.
La editora también fue harto criticada por dejar morir a Bizarre Creations, encomendándole títulos de segunda categoría como 007 Blood Stone o negando mayor promoción a su última apuesta original, el arcade de conducción Blur.
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