No es ninguna novedad que Eiji Aonuma quiere traer cambios importantes a la franquicia The Legend of Zelda (algunos puede que incluso demasiado drásticos, como provocar que Zelda sea un personaje jugable) y poco a a poco estamos viendo atisbos de lo que significan estos cambios para el que podría terminar convirtiéndose en uno de los Zelda más grande jamás creado.
En una reciente entrevista, la simple mención de la laureada obra de Bethesda hacía estallar de júbilo al creativo japonés "lo que me hizo sentir, lo que me emocionó en Skyrim, es lo que busco transmitir a los jugadores que juegan a The Legend of Zelda", afirmó. Además, Aonuma también ha comentado que con el nuevo Zelda quiere huir de la linealidad que muchos criticaron en la última entrega de la saga, Skyward Sword.
Y es que The Elder Scrolls V: Skyrim comparte numerosos elementos en común con la legendaria historia nacida de la mente de Shigeru Miyamoto, y podría beber con tranquilidad de la formula que ha hecho grande al GOTY 2011 para ofrecer una experiencia más épica aún, si cabe.
¿Os imagináis volando a lomos de Volvagia por un Hyrule del mismo tamaño que el mapeado de Skyrim, con cientos de lugares que visitar y zonas que explorar? ¿Repleto de quests y pequeños trabajos que cumplir opcionalmente, olvidándonos de la historia principal por momentos? ¿O creéis que se perdería la esencia de la saga con semejantes cambios?
Aún es pronto para soñar, pero si Ganondorf se acaba llevando un flechazo (de luz) en la rodilla, seréis los primeros en saberlo.
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