Constantine, la nueva serie del líder nominal de la Liga de la Justicia Oscura, el grupo de "supers" pararnormales del Nuevo Universo DC, acaba de empezar en Estados Unidos. En ella, un nuevo y más joven John Constantine será el responsable de recoger el testigo de su antecesora, para explorar los rincones más oscuros de este nuevo universo.
¿Entonces no hay continuidad con su homólogo de Vertigo? Porque recordemos que el clásico John Constantine nos dijo adios en el número 300 de Hellblazer, cerrando la serie. La respuesta es no. Este John tendrá que hacer frente a nuevos enemigos, que aunque mantienen el nombre y cierta esencia son también un reboot de sus "malos" clásicos. Así, en este primer arco argumental, Constantine da de lleno con una secta bastante siniestra de magos tenebrosos, cuyo nombre os sonará a los que ya hayáis leído algo acerca de él: La Llama Fría.
Además, por si había alguna duda, el joven Constantine sigue siendo un bastardo (con perdón). Por lo que no os esperéis un anti-héroe políticamente correcto al estilo del interpretado por Keanu Reeves en la película. Este John fuma, bebe, miente y sacrifica a sus amigos si con ello tiene que salvar el cuello.
Ah, y tampoco se dedica a exortizar demonios a base de gotas de agua bendita. ¡Oh, no! Como veréis ya desde este primer capítulo, John Constantine hace uso de la magia sin ningún tipo de pudor. Lo cual es comprensible, teniendo en cuenta los "angelitos" con los que se topa practicamente desde que dan comienzo sus andanzas.
Por eso mismo, con todos estos ingredientes, sazonados por Ray Fawkes y Jeff Lemire como guionistas, y Renato Guedes y Marcelo Maiolo como dibujante y colorista, colegimos que si tenemos que apostar por una de las mejores series del año, lo tenemos fácil. Constantine es nuestra prometedora elección.
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