Quedan poco menos de tres meses para ver qué resultado tendrá la nueva película de Death Note de acción real para Netflix. No es la primera adaptación que tiene, pero la noticia fue inicialmente recibida con mucho entusiasmo. Aún así, no ha tardado en surgir la polémica, ya que los fans critican que la trama se desarrolle en Estados Unidos y no en Japón.
Dirigida por Adam Wingard, la película tendrá lugar en Seattle -en lugar de Tokio- y el personaje de Light, interpretado por Nat Wolff, claramente no es japonés. Los cambios de Wingard se han topado con las críticas, al igual que sucedió con la adaptación de Ghost in the Shell, de querer "blanquear" la historia original.
El director de Death Note ha defendido en su perfil de Twitter el hecho de establecer la historia en Estados Unidos, alegando que su película es una nueva versión del manga original.
"No hay conspiraciones de eliminar la cultura japonesa de Death Note. Es una nueva versión de la historia ambientada en Seattle", comentó Adam Wingard en un tuit, poniendo como ejemplo la película Infiltrados, de Martin Scorsese.
La nueva versión de Death Note de Netflix contará la historia de un estudiante que descubre un bloc de notas que le permite matar a la gente escribiendo sus nombres. Poco después, conocerá al shinigami (un dios de la muerte) que dejó caer el libro, y tendrá que lidiar con un joven genio que trabaja para la policía investigando sus asesinatos, mientras que él sigue dando muerte a los que cree que lo merecen.
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