DC Comics parece empeñada en rizar el rizo y dar un vuelco imposible a sus personajes con Convergence y The Darkseid War, el evento que se desarrollará este verano en Estados Unidos. Prueba de ello es el adelanto de la portada del número 43 de la edición yankee de La Liga de la Justicia, el cual puede estropearos una sorpresa relativa al destino de Batman.
Pero antes de que sigáis leyendo, tened cuidado porque este artículo contiene SPOILERS severos sobre el futuro editorial de DC Comics y de Batman, así que tened cuidado si no queréis llevaros un destripe de los gordos. No digáis luego que no os avisamos.
Vale, si habéis llegado hasta aquí, suponemos que lo de los spoilers os da igual, así que ya podemos meternos en harina. Según se sugirió en el ejemplar del Día del Cómic Gratuito dedicado a DC Comics, Batman es uno de los personajes que más va a cambiar.
Por un lado, como ya sabemos, el nuevo protector de Gotham City no será otro que el comisario Gordon dentro de una temible tecnoarmadura policial, con la que luchará contra el crimen en calidad de nuevo Caballero Oscuro. ¿Pero qué ha sido de Bruce Wayne? Según las primeras informaciones, al final de Endgame, el personaje moría deteniendo "definitivamente" al Joker.
Pues bien, según la citada del número 43 de Justice League, Batman se convertirá en uno de los Nuevos Dioses.
Según se ha señalado, Bruce Wayne de algún modo adquiriría una especie de conocimiento prohíbido, que le catapultaría a la divinidad en medio del evento de The Darkseid War, en el cual Darkseid y el Anti-monitor lucharán mano a mano el uno contra el otro. Además, si esta portada se corresponde con el contenido del cómic, vemos a Batman sentado en la silla de moebius de Metron. ¿Acaso Batman será el nuevo Metron? ¿Cómo afectará ésto a la continuidad del Nuevo Universo DC?
Nosotros no tenemos la respuesta a estas preguntas, pero lo que si nos olemos es que este cambio no gustará ni un pelo a los fans de base del personaje. Recordemos que uno de los principales encantos de Batman ha sido el de ser un hombre corriente (vale, millonario y con juguetitos) arrojado a un mundo de seres superpoderosos, con los que se mide mano a mano. Nos da en la nariz que este cambio tan sustancial no va a ser muy popular, ya que literalmente Batman es ahora (un) dios.
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