Keiji Inafune ha criticado severamente la actitud de los desarrolladores japoneses, reacios a la colaboración con sus colegas occidentales. En su opinión, la industria japonesa ya no es lo que era y necesita de los estudios americanos y europeos para relanzarse: "Japón no ganará la batalla sirviéndose únicamente de sus propios creativos. Todos los estudios nipones deberían trabajar con desarrolladores extranjeros."
"No solo pagarles para que desarrollen tal o cual juego como estimen conveniente, sino trabajando realmente juntos, discutiendo cómo crear algo nuevo. Esa 'reacción química' resultaría fructífera, seguro. No hay otro modo por el que Japón pueda resurgir como potencia del videojuego."
Para Inafune, los estudios japoneses deberían hacer lo que los occidentales hace unos años, aprender del extranjero aunque adaptando sus juegos al gusto patrio: "Los estudios japoneses solo toman lecciones de antiguos juegos nipones. No son capaces de admitir que los juegos americanos son más divertidos a día de hoy, por eso solo venden bien en Japón."
Tras su marcha de Capcom, Inafune creó tres estudios (Comcept, Intercept y DiNG), inmersos en el desarrollo de varios juegos para PlayStation Vita, Wii U, Nintendo 3DS (King of Pirates), redes sociales y telefonía móvil.
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