Andy Serkis se ha convertido en una de esas caras que nunca reconocemos, pero cuyo trabajo se ha ganado una buena ristra de seguidores. El actor de CGI (Imagen Generada por Computador) por antonomasia tiene una extensa filmografía en la que ha dado vida a personajes tan influyentes como el inteligente César de El Planeta de los Simios, el Líder Supremo Snoke de la nueva trilogía de Star Wars y el trabajo más importante de su carrera: el famoso Gollum en El Señor de los Anillos —y, posteriormente, en El Hobbit—.
Su trabajo como Gollum le sirvió para catapultarse en la industria cinematográfica gracias a sus peculiares movimientos, muecas e interpretaciones de las dos personalidades del personaje. Además de tener que pasearse en cuclillas y mallas durante todo el set de rodaje, Andy Serkis tuvo que trabajar en la voz de Gollum para El Señor de los Anillos y la inspiración le llegó gracias a... su gato.
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La voz de Gollum, según Serkis, debía ser "generada involuntariamente" y mientras trataba de explicarse a sí mismo qué significaba eso, se encontró a su gato expulsando una bola de pelo. Serkis estudió los extraños movimientos del felino mientras realizaba unos sonidos muy peculiares que terminarían con la expulsión definitiva de dicha bola de pelo y, a su vez, de la idea de Serkis para la voz de Gollum.
Y así, amigos, surgió la voz de uno de los personajes más conocidos de la historia del cine y de la literatura fantástica. No nos queremos imaginar qué habría sido de Gollum si Andy Serkis hubiese tenido por mascota un cerdo vietnamita.
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