En las afueras de la pequeña ciudad de Inglaterra, cinco adolescentes deciden celebrar su graduación con un recorrido épico de pub en pub. A pesar de su entusiasmo y su notable tolerancia al alcohol, no consiguen llegar al último pub de la lista, “The World’s End” (El fin del mundo).
Más de veinte años después, Gary King (Simon Pegg), que ya pasa de los cuarenta a pesar de seguir comportándose como aquel adolescente de antaño, consigue convencer a Andy (Nick Frost), Steven (Paddy Considine), Oliver (Martin Freeman) y Peter (Eddie Marsan) de que deben repetir la hazaña que dejaron inacabada, y quedan en verse un viernes por la tarde.
Sin embargo, las cosas se van torciendo con una serie de encuentros cada vez más peligrosos y descabellados. Pronto se darán cuenta que llegar al pub es el menor de sus problemas: lo que librarán será una auténtica batalla por el futuro.
Edgar Wright vuelve a dirigir a su pareja fetiche en Bienvenidos al fin del mundo: el divertido tándem Pegg-Frost tras Zombies Party y Arma fatal, valiéndose de referencias a La invasión de los ultracuerpos, El pueblo de los malditos y otros clásicos de la ciencia ficción como Terminator que se dejarán notar en esta comedia y prometen sacarnos más de una sonrisa.
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