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Coleccionar videojuegos es un vicio caro

Daniel Acal

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Al hilo (nunca mejor dicho) de los comentarios surgidos a raíz del reportaje de Los Más Buscados de PlayStation, me gustaría hacer algunas puntualizaciones sobre el coleccionismo de videojuegos, al menos tal y como yo entiendo esta afición. Hace un par de meses escribí algo sobre el tema en el número 184 de Playmanía así que si me repito mucho, me lo decís y paro. 

Ante todo, quiero volver a empezar diciendo que yo no me considero un coleccionista. Un coleccionista tiene un afán completista que yo (afortunadadamente para mi bolsillo) no poseo y suele regirse por unos parámetros más o menos claros que él mismo establece para su colección (como por ejemplo sólo coleccionar juegos PAL ESP, o sólo ediciones en caja metálica, o press kits que algún insiderdesalmado vende en ebay a precios desorbitados…). Como dije en el artículo de Playmanía yo no soy soy maniático con el tema de las regiones (mientras tenga una consola capaz de reproducir el juego y éste esté en un idioma que entienda más o menos, me vale), ni un loco obsesionado por un género en concreto (bueno sí, de los beat'em up callejeros), ni soy un fanboy de ninguna consola, compañía o estudio en particular. Sencillamente, compro lo que me gusta. El problema es... que me gustan muchas cosas. Y como los maletines no me dan para mucho, paso bastante tiempo en foros y tiendas de segunda mano buscando los mejores precios.


Los precios. Una de las quejas/críticas más recurrentes que leí en vuestros comentarios es el tema de los precios, lo que me lleva al titulo de este artículo: coleccionar videojuegos es un vicio caro. Muchos os sorprendíais de los precios que puse, tildándolos de desorbitados… Sin entrar a valorar el hecho de que alguien pague cientoypico euros por un juego viejuno y de segunda mano (cada uno es muy libre de hacer lo que quiera con su dinero), los precios los fija el vendedor y aunque nosotros somos muy libres de no comprarlo, si el vendedor es paciente (y el precio no es un disparate) seguramente algún coleccionista acabe picando. Pero insisto: en los mercados de segunda mano, cada uno paga lo que está dispuesto a pagar. Por lo que a mi respecta, yo prefiero invertir grandes cantidades de tiempo en buscar el mejor precio que grandes cantidades de dinero. Es más, para mí esta búsqueda es divertida en sí misma y forma parte del juego.

Coleccionar videojuegos es un vicio caro

Esto me lleva a otra de las quejas/críticas que recibí en el reportaje de Los Más Buscados: sí atiné o no fijando el arco de precios de los mismos. Como me cansé de decir en los comentarios, los precios son orientativos. Podemos encontrarlo más caros y más baratos. Evidentemente, cualquiera puede tener un golpe de suerte y ver un juego tremendamente cotizado por pocos euros en un mercadillo de segunda mano (pocos quedan así) o en el videoclub de la esquina de su casa. O al contrario, toparse con el típico especulador sin escrúpulos que te pide un pastizal por un juego que, con paciencia, puede encontrase más barato.

La paciencia es un gran aliado tanto el vendedor como para el comprador, al igual que saber donde comprar. Las grandes cadenas de segunda mano tipo Cash Converters ya se han aprendido la lección: lo retro vende y ya es difícil ver en este tipo de tiendas juegos a 2-3 euros. Esto como normal general; a veces es incluso peor si entre sus dependientes hay gente que controle del tema que se aparta algunos juegos para luego comprarlos él y venderlos en otros sitios por el doble o el triple del precio por el que los ha comprado (este caso es verídico). Y supongo que esta tendencia, a grandes rasgos, se puede aplicar en los grandes mercadillos. No conozco en profundidad el de Sant Antoni (que los lectores de Barcelona me corrijan si estoy metiendo la pata) pero en el Rastro de Madrid también es cada día más difícil encontrar gangas, (el otro día una señora me pidió 45 euros por un cartucho pelao del Super Star Wars de Super Nintendo). Y además, en el caso del Rastro mucha gente que tiene un puesto posee o trabaja en una tienda de videojuegos el resto de la semana, lo que reduce nuestras posibilidades de encontrar gangas.

Afortunadamente, siempre nos quedarán los foros de ciertas webs especializadas, donde además de conocer gente maja es posible encontrar el juego que buscas a precios más o menos decentes (eso sí, con paciencia) o la selva ebay, un lugar en el que efectivamente podemos encontrar de todo, desde buenas ofertas hasta oportunistas buscando su oportunidad (cuando falleció Michael Jackson, recuerdo que un espabilao puso a la venta en ebay un Moonwalker de Megadrive al módico precio de 400 dólares y encima lo tildó de rare ítem: con un par), especuladores sin escrúpulos ni sentido del ridículo (como el caso que me comentabáis en los comentarios del reportaje de Los Más Buscados de un tipo que pretendía vender su Final Fantasy VII por 900 euros) o los ya mencionados desalmados insiders, que venden sus press kits a precios desorbitados aprovechando su exclusividad y su limitada tirada (éste de aquí abajo de Beyond: Dos Almas se ha vendido en torno a los 200 euros, pero los hay incluso más cotizados).

Coleccionar videojuegos es un vicio caro

En fin, que este hobby puede ser caro o menos caro en función de nuestra paciencia y nuestra suerte y que, como en todas partes, hay buena gente que disfruta compartiendo esta afición y especuladores que sólo buscan sacar el máximo beneficio a toda costa. Yo por mi parte, creo que pertenezco a la primera especie y me gustaría que siguiéramos hablando de coleccionismo en otras entregas de Los Más Buscados. ¿Qué consolas os gustaría ver en esta sección? Podéis comentarlo aquí o en este hilo del foro. Pero ya os adelanto que Super Nintendo tiene muchas papeletas para ser la próxima…

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