Después de aguantar meses oyendo todo tipo de rumores, filtraciones, cotilleos y hasta idas de olla sobre la próxima generación de consolas, y una vez digerido todo lo que se ha mostrado en las primeras conferencias de este E3 2012, me siento obligado a decir en público que yo no quiero formar parte
Después de aguantar meses oyendo todo tipo de rumores, filtraciones, cotilleos y hasta idas de olla sobre la próxima generación de consolas, y una vez digerido todo lo que se ha mostrado en las primeras conferencias de este E3 2012, me siento obligado a decir en público que yo no quiero formar parte del grupo de sepultureros que quieren enterrar prematuramente a PS3 y Xbox 360.
Me voy a poner en plan abuelo y os voy a contar una batallita: allá por el año 2001 yo era el redactor jefe de la Revista Oficial Dreamcast, y sufrí en mis carnes el final de la consola de Sega (digo sufrí porque sabía que la muerte de la consola implicaba la muerte de mi revista, sniff). Eso sí que era una consola moribunda, más sola que la una y con juegos que iban llegando con cuentagotas. Por eso me río cada vez que oigo o leo hablar del final de las actuales consolas y repaso la lista de juegos que están por venir: The Last of Us, Watch_Dogs, Beyond: Two Souls, Halo 4, Tomb Raider, Gears of War Judgment, Assassin´s Creed III, Call of Duty Black Ops II, Dishonored, Medal of Honor Warfighter, Far Cry 3, Resident Evil 6, Hitman Absolution, Bioshock Infinite, FIFA 13, Metal Gear Rising Revengeance, Dead Space 3, Rainbow Six Patriots y muchos otros que me dejo en el tintero (¿alguien dijo GTA V?).
Vale, seguro que más de uno no cumple las expectativas, y es innegable que hay más continuaciones y menos IPs originales de lo que nos gustaría, pero el nivel de calidad me habla de unas consolas en plena madurez a las que los desarrolladores están exprimiendo ahora todo su jugo. ¿Alguien quiere mandarlas al otro barrio? Que no cuenten conmigo todavía. Si eso ya hablamos en 2014.
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