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Con MGS V, el círculo se cierra

Daniel Acal

2. METAL GEAR SOLID V: THE PHANTOM PAIN

Antes de empezar, tranquilos, que este texto está 100% libre de spoilers. De hecho, no hablaré aquí de Metal Gear Solid V ya que he jugado el prólogo y poco más. Por cierto… ¡qué prologo! Vale, ya paro. Además, en este texto no quiero hablar de Venom Snake sino de Big Boss. Del auténtico Big Boss. Del que en 1987 comenzó una historia que termina ahora, en 2015. Resulta complicado adivinar si tenía pensada toda esta historia desde un principio. Pero sí, con MGS V: The Phantom Pain el círculo se cierra. Y no estoy hablando de la trama de los juegos. Parece claro que éste será el último Metal Gear firmado por Hideo Kojima. Esta vez sí. El creativo japonés lleva fantaseando casi desde MGS2 con la idea de que “éste es su úlitmo MGS”. Nunca sabremos cuánto de verdad había en estas bromas/troleadas de Kojima y si realmente quería volcarse en otros proyectos y dejar en manos de otros la saga que le ha dado fama mundial. Y es que, aunque en estos años ha participado en otros juegos de la compañía, llevar la batuta de misma una saga durante 28 años tiene que ser mentalmente agotador.

Pero parece que esta vez sí. Lo quiera Kojima o no, su relación con Konami parece rota y su futuro está lejos de la “pequeña ola”. Esto no quiere decir que la compañía vaya a renunciar a sacar más entregas de la saga que ha vendido más de 36 millones de copias. Pero eso será en un futuro más o menos lejano. Y ya veremos, porque Konami ahora parece más interesada en los desarrollo para móviles (que implican una inversión mucho más pequeña y generan jugosos beneficios) que en meterse en otro desarrollo que dure 7 años y les cueste otros 80 millones de dólares. Y eso si hablamos de videojuegos, porque ya sabéis que la compañía tiene otros negocios en Japón bastante rentables, como su “línea deportiva” (gimnasios, productos dietéticos, patrocinios deportivos…) o, sobre todo, su gran implicación en el negocio del juego (que no del videojuego): máquinas de pachinko, tragaperras, “empujamonedas” (perdonad si me invento la palabra pero nunca supe cómo se llaman estás máquinas, si alguno lo sabéis por favor informadme). Ya han expandido esta rama del negocio hasta Las Vegas y, si finalmente se produce el cambio en la legislación japonesa que permita construir casinos allí, se llevarán una buena parte de este goloso pastel (aunque más del 60% de los japoneses se opone a ello, según una encuesta elaborada por Jiji Press el pasado mes de abril).

 

Con MGS V, el círculo se cierra

Volviendo al tema principal, los desencuentros entre Hideo Kojima y Konami no son nada nuevo. Durante sus primeros años en la compañía, Kojima ya se enfrentó a sus jefes y se plantó con firmeza ante ciertas decisiones. Lo hizo en 1987, cuando le exigieron hacer una versión para NES de su primer Metal Gear para MSX2 de cara al mercado americano. Kojima se negó aunque Konami lo lanzó igualmente, encargándoselo a un “nuevo” estudio llamado Ultra Games (que en realidad eran empleados de Konami trabajando en la sombra, una práctica bastante habitual en la época y más en esta compañía). Y lo mismo ocurrió cuando le pidieron que hiciera una secuela debido al éxito que tuvo esta versión de NES en el mercado americano (logró vender un millón de unidades en pocos meses). No lo aceptó y el desarrollo de Snake’s Revenge, que fue lanzado en 1990, volvió a recaer en Ultra Games. El propio Kojima afirma que se enteró por sorpresa de que este desarrollo estaba en marcha por boca de un compañero en una conversación casual que tuvo lugar durante un viaje en tren. Poco después, Kojima comenzó el desarrollo de la verdadera secuela: Metal Gear 2: Solid Snake, a la postre uno de los mejores juegos de MSX2.

Pasaron los años y Kojima siguió cosechando éxitos en el seno de la compañía con otros juegos fuera de la saga (como mis adorados Snatcher y Policenauts, por ejemplo). El reconocimiento internacional le llegó con Metal Gear Solid, (un juego que, personalmente, nunca olvidaré). Tanto, que a partir de MGS2: Sons of Liberty, ya firmaba sus juegos con el famoso "A Hideo Kojima game", un privilegio del que Konami le ha privado en la portada de Metal Gear Solid V. Pero lo cierto es que la compañía utilizó este "sello de calidad" cuando le convino en el pasado. Por ejemplo, en la portada del segundo Zone of the Enders aparece su firma y todo... aunque él no lo dirigió. Y utilizó sin pudor su nombre y su imagen para darle "relumbrón" a otros proyectos, desde el primer Castlevania: Lords of Shadow (en el que hacía labores de "consultor", pero claro, el impacto a nivel internacional de un Castlevania en el que participa Hideo Kojima es mucho mayor) hasta Metal Gear Rising: Revengeance, donde también figura como productor y participó en su gira europea de promoción "a regañadientes" (al menos esa fue la impresión que sacaron los que lo vieron fugazmente en la presentación española del juego). Su importancia dentro de la compañía creció tanto que llegó a ser director ejecutivo y vicepresidente. Y ahora su adiós parece inminente.

 

Con MGS V, el círculo se cierra

 

¿Cómo se ha llegado entonces a esta ruptura? Parece una situación fruto del desgaste y de que, sencillamente, en el rumbo que está tomando la compañía no tienen cabida los juegos de Kojima. Como he comentado más arriba, en las altas esferas de Konami (empezando por su septuagenario presidente, Kagemasa Kozuki, que el año pasado ocupó el puesto 21º en el ranking de los japoneses más ricos según la revista Forbes) parece que se juega a otras cosas que poco tienen que ver con superproducciones del calibre de MGSV. De hecho, uno de los últimos capítulos de este triste culebrón lo escribió no hace mucho Rita Muranaka (compositora habitual de la saga) que apuntó que la raíz del problema está en cuestiones económicas, desde exigencias salariales del propio Kojima hasta supuestos dispendios del director que, en aras de hacer el mejor juego posible, se pasó de presupuesto (aunque los 80 millones de dólares que ha costado no me parecen una cifra demasiado escandalosa teniendo en cuenta que MGS 4: Guns of the Patriots costó más de 70 millones en 2008). Sea como fuere, parece que los dias de Hideo Kojima en Konami están contados. En un futuro no muy lejano sabremos cómo termina esto. Yo supongo (espero) que Hideo Kojima no tendrá muchos problemas que otra compañía le edite sus juegos (ojalá retome ese juego de terror que tenía a pachas con Guillermo del Toro, aunque ya no pueda llamarse Silent Hills). Y aún sigue revoloteando el tema de la película de Metal Gear Solid (hace unos meses se hablaba de que su guionista podría ser Jay Basu). Que injusto sería que Kojima no estuviera implicado de algún modo en esta película si finalmente termina materializándose...

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