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Nintendo: Los árboles no dejan ver el bosque

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Un periodista con ingenio no debe usar muchos refranes, ni frases hechas, ni clichés, pero como yo voy justito –de ingenio– y además viene “tan a cuento” para el tema, supongo que no os importará que haya titulado esta entrada nintendera con lo de que los árboles no nos dejan ver el bosque. Y que luego salpique el texto con unos cuantos más.

Los árboles no dejan ver el bosque era algo que me decía mi exjefe a menudo cuando le enseñaba el book de la revista, y yo solía mirarle con cara de “macho, no sé por dónde vas”.

Podía referirse a que había perdido el objetivo, que me estaba centrando en los detalles perdiendo de vista lo importante en tal o cual artículo (muy razonable, por otra parte).

O a que no era capaz de ver la situación en su conjunto (a veces ocurre, ¿no?).

O, en general, a que estaba más perdido que un mono en la escuela de ingenieros (eso no, por ahí no paso).

Con el “tema” Nintendo, muchos se están sintiendo ahora así. Y no me extraña, rodeados como estamos últimamente de declaraciones, opiniones, síes, noes, y calificativos de esos que en frío resultan crueles.

Ahí va otro refrán, este muy teresiano. Decía Santa Teresa que en tiempo de confusión, no hagas mudanza. ¿Poco amiga de los cambios la Santa? No, qué va. Lo que sugiere es que cuando todo está muy revuelto, no vas a ganar nada moviéndote sin dirección ni objetivo. Que pares y pienses. Y era muy sabia la señora.

¿Que si Nintendo tiene que desarrollar IP para móviles?, ¿que si hay que dejar de fabricar consolas y dedicarse al desarrollo de juegos para todas las plataformas? ¡Quietos, no moverse!

Nintendo: Los árboles no dejan ver el bosque

Empecemos por el principio y sigamos con la cascada de hechos que se sucede a continuación. Nintendo Co. revisa sus previsiones para el año fiscal 2013 tras conocer las cifras de ventas en Europa y Estados Unidos. La compañía prevé perdidas millonarias. A pesar de los grandes números de Nintendo 3DS, tanto la portátil como Wii U ven rebajadas sus previsiones: Wii U pasa de una previsión de 9 millones de consolas vendidas a 2.8, mientras 3DS la recorta de los 18 a 13,5 millones. La noticia corre como la pólvora, aquí, en todas las webs gamers y en las económicas más prestigiosas.

Llega la hora de las disculpas. Primero, por el retraso de la TVii en Europa, donde esta función aun no está disponible. Algo más bien anecdótico, sí, que inmediatamente deja paso a la importante y no esperada, la del propio Iwata, que afirma que no renunciará a su cargo y que seguirá trabajando para mejorar la situación económica de la compañía. El presidente admite haber interpretado mal los mercados occidentales. Asegura que todo ha cambiado: la manera en que la gente utiliza su tiempo, sus estilos de vida y quiénes son, y admite que “si no avanzamos, nos quedaremos obsoletos”. A Iwata se le podrán criticar muchas cosas, pero no es sospechoso de malinterpretar los mercados, de no saber avanzar tendencias o de negarse a los cambios. Ahí están la Wii, la DS y la 3DS. En la tertulia "¿Qué está pasando con Nintendo?", Javi Abad, nuestro director de contenidos, también se pregunta qué es malinterpretar los mercados occidentales...

Entonces, ¿dónde están los problemas y qué soluciones hay que adoptar? Me sigo ciñendo a los hechos. Pero eso no significa que se hayan "sacado las cosas de madre" o incluso que "se estén pasando mil pueblos".

Una fuente anónima desvela una de las claves: por qué EA dejó de trabajar con Nintendo. Lo más relevante: que al parecer Nintendo murió muy pronto para EA y que no están interesados en hacer juegos para niños (pese a los éxitos que cosecharon en Wii como juegos como Mysims). Peter Moore, COO de EA, le da un zas en toda la boca a esta garganta profunda y desmiente todo lo dicho. “No creáis a las fuentes anónimas. Nintendo es una gran socia, no ha estado muerta y nunca lo estará para nosotros”, publicó en su twitter.

 Otro rumor comienza a tomar forma: adiós a Watchdogs, el esperado juego de Ubisoft que promete revolucionar el uso del gamepad. Finalmente parece que todo se debe a un error informático y la tienda de donde surge todo esto, Gamestop Italia, desmiente que Watchdogs vaya a ser cancelado. No obstante, Ubisoft declina hacer declaraciones y la cosa no huele muy bien. Ojalá me equivoque.

Los analistas tampoco ayudan. Para el clásico Michael Patcher, la situación de Nintendo parece insostenible. Declara que “el primer paso para la recuperación es reconocer el problema. Y no he visto nada por parte de Iwata que indique que sabe que tienen un problema”. Pero tiene más: la firma para la que trabaja, Wedbush Morgan Securities, cree que podría hacer miles de millones de dólares si llevara sus antiguos juegos a los dispositivos móviles.

Los desarrolladores también se lanzan al ruedo. Otra fuente anómima declara al portal Digital Foundry que “Si comparas a Wii U contra PlayStation 4 y Xbox One, ésta sale muy mal parada... La diferencia de potencia es demasiado alta". Y remata: "La noción de que los juegos Next-Gen sean fácilmente trasladables a Wii U no funciona."

Pero hay contraataque. Por un lado, el estudio de Mutant Mudds y Dementium,  Renegade Kid apoya a Nintendo sin fisuras. Su director, Jools Watsham afirma que están preparando nuevos juegos para 3DS, como Treasurenauts o el recién anunciado Moon Chronicles. Mientras, David Jaffe, creador de God of War y Twisted Metal, defiende públicamente a Satoru Iwata, asegurando que pedir su dimisión era perder de vista lo que hacía grande a Nintendo” y que se ha ganado el derecho a fallar un poquito más.

Y respecto a las soluciones, qué puedo deciros, aun más comedia (aunque sin llegar a los extremos del disparatado y surrealista Club Chistendo).

Por un lado se especula con que Nintendo podría introducirse en el mercado de juegos para móviles, cosa que se desmiente de inmediato y se vuelve a negar, para que quede claro.

Por otro, coge fuerza el rumor de que hay nuevas consolas en desarrollo. Fusion DS y Fusion Terminal serían sus nombres. Un blog publica datos técnicos y especificaciones extremadamente realistas. ¿Estaría diseñando este bloguero las nuevas máquinas?, ¿cómo obtuvo la filtración?, ¿habrá algo de cierto en todo ello?

Algunos editoriales de reputados sites (como nintendolife) apuestan directamente por "eliminar" el uso del Gamepad con el argumento de que se abaratían costes y se facilitarían desarrollos y conversiones. Su propuesta es renombrar la máquina a un sencillo y entendible Wii 2.


Y por último pero no por ello menos catastrófico, el portal Eurogamer culpa de toda esta situación a Miyamoto, al que apremian a dejar paso al talento más joven y a tener el coraje de aplicar nuevas ideas que rompan con la tendencia actual.

Lo dicho, muchos árboles y poco bosque. Quizá estas dos últimas cosas ayuden a aclararnos un poco.

Una es un interesante texto que ha publicado en su blog el desarrollador Hugo Smits, de GoodByeGalaxy Games. Si queréis leerlo, podéis pinchar aquí, pero por si acaso os resumo lo importante.

Nintendo: Los árboles no dejan ver el bosque

Smits dice que el problema de Wii U está en la COMUNICACIÓN con usuarios y desarrolladores. Que para los desarrolladores triple A es duro “añadir” las peculiaridades de Wii U a sus 'engines': tienes que procesar las cosas de una forma diferente para sacar todo el brillo a tu juego en Wii U.

Sugiere que en lugar de “cortejar” a compañías como EA, Nintendo debería atraer a estudios como Mojang, los creadores de Minecraft, bien preparados y dispuestos a demostrar cómo maximizar el mando de la consola. Y concluye con que espera un año inmejorable para Nintendo.

La segunda cosa: le pedí a Bruno Nievas (escritor, excompañero de Axel, pediatra, emprendedor y amigo) que me explicara lo que significa para él ser nintendero (ya pudisteis leer lo que significaba para mi). Merece la pena leerlo:

"Seamos honestos: cualquiera puede comprar la 3DS o la Wii U, comenzar una colección de merchandising con productos con la cara de Mario estampada o buscar cofres en Zelda. De hecho, millones de personas se lo pasan bomba a diario con productos de la gran N. Pero, a mi humilde entender, eso no es ser nintendero.

Ser nintendero es haber deseado tener la NES cuando ni se distribuía en España, ir días y días a tu tienda a ver si llegaba de una vez la Game Boy original, hacer que tus amigos arrinconaran al puercoespín azul cuando se echaban dos partidas a tu Tetris, monocromo, pero mil veces más divertido que sus brillantes y coloridas pantallas devorapilas. Consiste en disfrutar emocionado con el lanzamiento del Zelda Windwaker HD igual que cuando compraste su versión original diez años antes, ansioso por si podrás tener la versión coleccionista. Y es haber disfrutado de la N64 o la Gamecube cuando los demás las denostaban, para mucho más tarde considerarlas consolas de culto.

Pero ser nintendero es algo más. Es ser consciente de que los juegos de la compañía poseen una magia que trasciende mucho más allá de la partida en sí. Es disfrutar de un juego meses antes de que se lance, elucubrando cómo será en la actual consola de Nintendo, cómo se verá y cómo aprovecharán las mejoras del hardware.

Ser nintendero es reservar ese juego por miedo a que se agote, disfrutar la mera apertura de la caja y alucinar con los primeros segundos de imágenes en tus retinas. Pero también es ser consciente de que años después podrás seguir jugando con ese mismo juego, en esa consola o en una nueva versión, porque seguirá siendo divertido. Y cómo no, seguir tarareando sus melodías, como llevamos haciendo algunos diez años, desde que jugamos al Luigi's Mansion original.

Ser nintendero es, en resumen, firmar un pacto con el diablo de los videojuegos. Es saber que a la hora de ponerte a jugar, nadie podrá igualar esa sonrisa inocente y pura que a todos se nos escapa cada vez que damos ese primer salto con Mario y aplastamos un goomba.

Se puede no ser nintendero y disfrutar mucho, sí. Pero también puedes tener más de cuarenta años y sonreír cada vez que saltas con Mario o Nintendo anuncia un Zelda, y eso es lo que me pasa a mí. Ojalá me suceda siempre, porque sí o sí, Mario forma parte de mi vida. Y eso es lo que me hace nintendero. Por siempre y para siempre."

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