Antes de seguir con la entrada de hoy, os dejo un vídeo, por si alguno de vosotros no conoce esto de lo que voy a hablar. Echadle un vistazo...
Se trata de una de las secuencias más famosas de una película llamada La Vida de Brian, una obra maestra por la que no pasan los años y que nos cuenta con un humor corrosivo los líos políticos que había (según los Monty Pithon) en los tiempos del nacimiento de Jesucristo.
¿Y a qué viene esto? Pues muy sencillo. Tras leer lo que dice Sonia en su blog, voy a intentar convencerla de por qué es necesario que la tecnología avance aunque, a priori, algunas de esas innovaciones nos parezcan absurdas e inútiles. Y es que podrá parecer que pasar del iPad 2 al 3 no es necesario, pero para llegar hasta el iPad 25 del año 2035, lo que es impepinable es que del 2 debemos pasar al 3. ¿No?
Con pasitos así de pequeños (ahora una pantallita retina, mañana más capacidad de proceso de datos de un procesador y pasado un chip gráfico con 8 núcleos y 24 GB de memoria RAM) el hombre ha llegado a la Luna, y antes a América e, incluso, a Tordesillas para firmar el tratado por el que España y Portugal se repartieron lo descubierto en 1492.
Con pequeñas innovaciones los barcos fueron más rápidos y de los remos pasaron a las velas, luego al carbón, a los combustibles fosiles y, finalmente, a la energía nuclear. ¿Quién necesitaba ir más rápido si con lo que había en la época de los Vikingos ya les daba para cruzar el charco?
Es más, preguntas como la que se hace Sonia ("¿de verdad necesito un iPad?") entroncarían directamente con el objeto del vídeo que os he puesto arriba porque es una forma de preguntarse "¿qué hace la tecnología por nosotros?". No quiero ponerme trascendental y perdonadme si lo parece, pero un señor llamado G.K. Chesterton en su libro Lo que está mal en el Mundo, nos decía que "el hombre siempre puede volver al pasado". Sólo tiene que bajarse del coche (en su época eran de caballos) e ir andando. O quitar la electricidad de sus casas y volver a las velas. O dejarse de dinero y regresar al trueque.
En nuestro caso, podemos dejar en casa el móvil, la PS Vita, el tablet, el ebook o la 3DS. Abandonar nuestros perfiles de Facebook, dejar de actualizar Twitter, volver a quedar con los amigos a una hora (y si llegan tarde pues a chincharse) y así, vamos para atrás hasta quedarnos como en las cuevas, con un trozo de piel entre las piernas. Total, seguiríamos siendo humanos... ¿no?
Así que visto lo visto: ¿qué ha hecho la tecnología por nosotros? ¿Merece la pena que vaya evolucionando con pequeños pasitos?
¡Ah!, y Sonia, alégrate de que el nuevo iPad tiene pantalla retina... ;)
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