El análisis de Metal Gear Solid original para PlayStation

En 2018 se cumplen veinte años del lanzamiento del primer Metal Gear Solid para PlayStation. Veinte años desde que Hideo Kojima se arriesgó a llevar a los circuitos de la consola de Sony, con la ayuda de Konami, un acercamiento cinemático al videojuego como nunca antes se había contemplado. En España tuvimos que esperar un poco más -hasta principios de 1999-, pero la fecha oficial de lanzamiento es el 3 de septiembre de 1998, momento en que se puso a la venta en Japón. El resto es historia.

Como nunca antes se había visto nada semejante, en la revista Hobby Consolas se le dedicó un especial que abarcó cuatro número (del 88 hal 91), y donde se repasaron escenarios, personajes, historia o incluso distintos términos del universo Metal Gear, hasta culminar, como no podría ser de otra forma, con el análisis de Metal Gear Solid que podéis leer a continuación. Disfrutadlo.

Metal Gear Solid elegido mejor juego de PSOne

No lo juegues, vívelo

Es difícil empezar un comentario sobre un juego del que hemos dicho y escrito infinidad de cosas, que ya desde las primeras imágenes que publicamos partía como favorito favorito indiscutible para colocarse como una de las grandes obras de la historia de las consolas. A estas alturas, nadie duda de que estamos ante una producción clave en la historia de PlayStation, un juego que ha sido posible gracias a la creación de decenas de grandes títulos, que ha bebido de todos ellos, y al mismo tiempo ha sido capaz de proponer nuevas ideas, nuevos caminos para lograr una experiencia alucinante.

Tras haber disfrutado de «Metal Gear Solid» en toda su extensión un par de veces, la sensación es que estamos ante lo más parecido a una película que haya pasado por una consola. Es posible que hayáis leído esta definición otras veces, pero os asegura,os que nunca ha sido tan cierta como en ésta.

Ya desde las primeras secuencias (magistral la aparición paulatina de los títulos de crédito, que no concluye hasta ya comenzado el juego) se adivina que estamos ante algo grande. Hideo Kojima, un tipo que ha demostrado tener un talento fuera de lo común, tomó la arriesgada decisión de ofrecer todas las secuencias pregrabadas que aparecen (tanto en la intro como en en los momentos claves de la historia) con el mismo motor gráfico que el resto del juego, en vez de incluir las clásicas imágenes renderizadas que después poco tienen que ver con las que suceden en tiempo real. En principio, puede parecer que el juego pierde en espectacularidad, pero a la larga se demuestra que gana en unidad, realismo y credibilidad.

Pero ya sabéis que uno de los aspectos que más llama la atención en «Metal Gear» es su original y revolucionaria mecánica. lejos de ofrecer el desarrollo habitual de los juegos de aventuras y acción, con disparos, saltos e investigación, «Metal Gear» invita al jugador a convertirse en un espía, un comando solitario dentro de un ambiente hostil, en el que el objetivo primordial es no ser descubierto. Este aspecto, que puede parecer superficial, se torna desde el primer momento apasionante, por real y novedoso. Kojima lo ha planteado con mucha astucia, convirtiendo en un suicidio cualquier enfrentamiento directo con los guardias, poniendo a disposición del jugador un radar que indica el campo de visión de los enemigos y dotando al protagonista de unos movimientos -combinados con alucinantes juegos de cámaras- que le permiten ocultarse mientras observa la llegada de los guardias, engañarles utilizando diferentes tretas, e incluso eliminarles en sigilo y por la espalda. Este "juego del escondite" se mantiene a lo largo de casi toda la aventura, salvo en determinadas situaciones en las que los tiroteos o los duelos contra los miembros de Fox Hound -que hacen las veces de jefes finales- añaden acción de la buena al asunto.

Los inicios de Hideo Kojima, creador de Metal Gear, ZOE, Death Stranding y PT

Y es que esa es otra de las grandes virtudes de «Metal Gear». Con una mentalidad propia de cualquier realizador cinematográfico, Kojima mantiene un interesante pulso narrativo durante toda la aventura, mezclando la tensión que provoca el intentar no ser descubierto, con situaciones de acción sin freno, largos diálogos entre los protagonistas y también un puñado de secuencias dramáticas capaces de hacernos tragar saliva en más de una ocasión. Un desarrollo que no hubiera sido posible sin la creación de un catálogo de protagonistas perfectamente identificables, con personalidades muy marcadas, capaces de odiar, enfadarse, traicionar e incluso enamorarse. Ya os hemos contado que Kojima no sólo se conformó con colocar unos personajes y darles un nombre, sino que creó un pasado para ellos, les dotó de personalidad y, durante el juego, les hace evolucionar hasta alcanzar su correspondiente final en la aventura. Porque este juego destila realismo, algo que constata el hecho de que no haya un solo salto espacial ni temporal: todo sucede en tiempo real, se puede ir de una punta a otra dede la base militar en cualquier momento, recorriendo todas las estancias de las que consta.

Aunque lo que termina de hacer de «Metal Gear Solid» algo extraordinario, es el impagable catálogo de detalles, que sumados le convierten en un juego impresionante. Detalles que son imposibles de enumerar aquí y que abarcan a todos y cada uno de los aspectos, desde el apartado gráfico (el efecto del camuflaje "tipo depredador" es impagable) hasta el jugable (la inteligencia artificial de los guardias, que son capaces de mosquearse al ver las pisadas en la nieve o escuchar el chapoteo de un charco) , pasando por los pequeños guiños que contiene el maravilloso guión (como la referencias al juego de Konami «Policenauts» o el inolvidable enfrentamiento con Psycho Mantis) y que consiguen que una vez acabado, queden ganas de jugárselo una y otra vez, para intentar descubrir todos los secretos. Porque, no nos vamos a engañar, no estamos ante un juego interminable, pero tampoco corto. Los 2 Cd´s dan para bastante, y si se disfruta del juego en toda su magnitud, sin prisas por llegar hasta el final y dialogando a menudo con el resto de los personajes para conocerles mejor, el primer contacto con él puede dar para muchas horas.

Todo esto hace de «Metal Gear» un juego, no ya imprescindible, sino de obligada compra para cualquier poseedor de una PlayStation.

Sonido Celestial

El apartado sonoro de este juego merece una mención especial, porque ofrece una calidad fuera de lo común. Para empezar, la banda sonora está formada por un puñado de temas sensacionales, con distintas tonalidades para cada situación (acción, drama, tensión). Tal es así, que Konami decidió editar un CD con toda la música del juego que podéis adquirir ya en nuestro país. Pero no menos impresionantes resultan los efectos de sonido, que recogen incluso hasta las pisadas de los charcos, o que ofrecen el sonido real de las armas que aparecen en el juego. Por último, hay que agradecer a Konami que finalmente nos ofrezca una versión doblada y traducida. El doblaje americano resulta impecable, pero hace que resulte injugable para cualquiera que no tenga un buen nivel de inglés. Con el juego doblado, ya no hay excusas para disfrutar a lo grande de «Metal Gear».

Los mejores personajes de Metal Gear Solid

Gráficos - 98

Hoy por hoy resulta difícil superar este nivel gráfico. El realismo que se despliega, los increíbles efectos, el acertado tono azulado...es una obra de arte.

Sonido - 99

Ya con la banda sonora, insuperable, los efectos de sonido, magníficos, y las voces en inglés habría alcanzado el sobresaliente. Doblado resulta perfecto.

Jugabilidad - 98

El control del personaje es exquisito, y el juego deja avanzar sin prisa pero sin pausa, elevando la dificultad en los momentos adecuados. genial.

Diversión - 98

El entretenimiento que provoca el juego en la primera experiencia es sublime. pero incluso tras acabarlo por primera vez es capaz de proporcionar grandes ratos.