Ataque a los titanes es un manga (y uno de los mejores animes de Netflix) un tanto atípico. Hay muchos elementos que lo hacen especial, como su ambientación "centroeuropea" con influencias medievales, un trazo muy dinámico, aunque no tan detallado como otras series, y un nivel de violencia extremo. Nosotros seguimos a Eren Jaeger, Mikasa Ackerman, Armin Arlert y el resto de miembros de un cuerpo de seguridad muy especial, que se dedica a combatir a los titanes que tienen sitiada la última ciudad de la humanidad.
Wings of Freedom, la adaptación jugable de la serie, no sólo capta el estilo visual y el gore de Shingeki no Kyojin (el título original) sino que se centra en uno de sus aspectos más innovadores: los combates. Para derribar a los titanes, los humanos han desarrollado un dispositivo de movimiento en tres dimensiones que consta de dos cables de acero y un impulsor de aire comprimido. Gracias a este equipo, se pueden desplazar a gran velocidad por los aires, para realizar un corte en la nuca de los monstruos, que es su único punto débil, y evitar sus letales manotazos y mordiscos. Pues bien, este dispositivo es también el eje en torno al que gira Attack on Titan Wings of Freedom.
Más de 100 titanes diferentes
El juego desarrollado por Koei Tecmo nos sumerge en una sucesión de enfrentamientos, contra titanes de todo tipo: hay más de 100 titanes "normales" y también nos encontramos con aberraciones como el titán femenino, el titán armado y el titán coloso, que tienen poderes especiales. Y como en la serie, a medida que nos vamos haciendo con los controles, cada vez disfrutamos más. Mientras que en nuestros primeros enfrentamientos nos bastaba con asestar una estocada letal (una cuestión de coordinar propulsión y "timing" de la estocada) poco a poco, Ataque a los titanes nos pide que hagamos auténticas virguerías, encadenando la aniquilación de un enemigo tras otro.
La demo que hemos probado -la misma que se mostró en el pasado E3 2016- contiene tres niveles. Uno de ellos es un tutorial, en que unas siluetas de madera sustituyen a los titanes, y que se juega en el bosque de árboles gigantes. Sin embargo, la "chicha" de esta versión inicial está en las otras dos fases: un combate que se juega en el distrito de Trost, junto a la muralla Rose, en la zona controlada por los titanes, y el modo titán, que como su propio nombre indica, nos permite enzarzarnos en una pelea de igual a igual, ATENCIÓN SPOILER, con la transformación de Eren.
Misiones secundarias y estrategia
Junto a las misiones principales, Wings of Freedom nos brinda la oportunidad de cumplir objetivos secundarios, que añaden elementos estratégicos, como la necesidad de atender las peticiones de socorro de los otros soldados, mantener la integridad de los edificios del distrito y escoltar a los ciudadanos. Por supuesto, también tendremos que cambiar las hojas de nuestras espadas y las botellas de aire comprimido y usar señuelos para atraer la atención de estas bestias. Con todo, aún está por ver la profundidad que nos ofrecerá Ataque a los titanes más allá de estos primeros niveles.
Está claro que a los seguidores del anime les va a conquistar el hecho de moverse por unos escenarios así de fieles, controlando el dispositivo de maniobras en tres dimensiones para burlar a unos titanes de aspecto aterrador, y con la posibilidad de controlar a Eren, Mikasa o Armin, con habilidades exclusivas. Se agradece que se hayan recuperado tantos aspectos del anime -más adelante podremos montar a caballo o utilizar cañones- e incluso que se le haya dado un final a la primera temporada de Ataque a los titanes (que en TV quedaba completamente abierta). Estamos deseando probar la versión final, que se lanzará en España el próximo 26 de agosto, para comprobar todo lo que nos ofrece Wings of Freedom.
Parece la mejor forma de prepararse ante el inminente estreno de las dos películas de imagen real de Ataque a los titanes en España.
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