Cuando hablamos de Tequila Works pensamos, automáticamente, en RiME, el juego español más esperado de los últimos años que llegará muy pronto a PS4, Nintendo Switch, PC y Xbox One. Sin embargo, solemos olvidar The Sexy Brutale, un juego de misterio con una pinta muy interesante y que llegará a PS4, PC y Xbox One muy pronto.
Será el 12 de abril, en apenas 3 semanas, cuando podremos saborear The Sexy Brutale (que tendrá edición física en PS4 gracias a BadLand Games). Nosotros ya hemos podido jugar a lo nuevo de Tequila Works y os traemos las claves del juego en este avance de The Sexy Brutale.
La mansión del crimen
The Sexy Brutale se ambienta en un viejo casino que ha sido remodelado y convertido en una lujosa mansión en la que, un buen día, se organiza una fiesta a la que acuden un buen puñado de peculiares invitados. Se trata de una fiesta de máscaras, lo que da bastante glamour y misterio a la velada. Sin embargo, lo que ninguno de los invitados sospecha es que van a ocurrir una serie de misteriosos crímenes. Vamos, que poco a poco alguien va a asesinar a todos los invitados.
En esta fiesta también habrá un reverendo (ninguna fiesta es una fiesta sin que haya un reverendo, claro está) y ese será, precisamente, nuestro personaje. En la piel de Lafcadio Boone tendremos que resolver los crímenes. ¿Os parece fácil y otro juego más de investigación? Pues atentos, porque no solo tendremos un mapa con bastantes habitaciones y recovecos (estamos en una mansión), sino que tendremos que tener en cuenta el importantísimo factor del tiempo.
El día de la marmota
Y es que, la gracia de The Sexy Brutale reside en el tiempo. Tras pasar un buen rato con el juego está claro que el padre Boone pasa a un segundo plano, ya que será el paso del tiempo el elemento que necesita toda nuestra atención. Si en otros juegos conviene memorizar el escenario o los comportamientos de los personajes (la saga Dark Souls es un ejemplo de cómo hay que conocer el diseño de los niveles y los patrones de ataque enemigos) en The Sexy Brutale nos tocará hacer eso mismo y sumarle el elemento del tiempo.
En la mansión quedaremos atrapados en una especie de día de la marmota en el que todos los acontecimientos se repetirán una, y otra, y otra vez. Si algo ocurre en la capilla a las 8:00, cuando el día se ''reinicie'' volverá a ocurrir eso mismo en el mismo lugar y a la misma hora. Si un personaje caminaba por un pasillo a las 9:43, cuando todo vuelva a dar la vuelta y suceda de nuevo, ese patrón también se repetirá.
Esto es una ventaja, ya que podemos esperar a que pase todo y utilizar nuestros conocimientos en nuestro favor para salvar al personaje asesinado en cierto lugar a cierta hora, pero, para eso habrá que pasar un buen rato cotilleando por la mansión. Dato importante, el día dura 9 minutos. Es decir, cada partida dura 9 minutos.
El Metal Gear del cotilleo
Si en la saga de Kojima Productions el planificar las acciones estudiando el comportamiento de los enemigos era crucial, en The Sexy Brutale no solo también lo es, sino que es básico para resolver el juego. Suena muy sencillo eso de saber a qué hora se produce un asesinato y, entonces, intervenir. ¿Verdad? El problema es que la mecánica es algo más compleja que todo eso.
En The Sexy Brutale tendremos que pasar desapercibidos a lo largo del día (recuerdo que son 9 minutos y se reinicia todo) mientras nos escondemos en armarios o fisgamos a través de cerraduras o puertas entreabiertas. Lógicamente, el asesino no puede vernos, pero nosotros tenemos la ventaja de poder ver una y otra vez cada muerte mientras echamos un ojo al escenario buscando un modo de parar un crimen concreto.
No estamos ante un juego para personas impacientes, ya que habrá que estudiar las rutinas y los escenarios para impedir los crímenes alterando algo, por pequeño que sea, que desbarajuste el plan del asesino. ¿Os parece repetitivo por el hecho de que el día se reinicie cada 9 minutos y todo vuelva a ocurrir de la misma forma? Para nada, las mecánicas están muy bien implementadas para que los puzles sean cada vez más complejos al intervenir más personajes.
Además de la mera observación del entorno y los objetos (algo que recuerda poderosamente a una aventura gráfica, género del que también bebe The Sexy Brutale), al cotillear a través de las cerraduras podremos escuchar lo que algunos personajes están diciendo, Vaya, que están un poco locos y van hablando solos, algo que nos ayudará a la hora de resolver todo el misterio.
Un puzle complejo
Todos estos elementos descritos forman un delicioso puzle llamado The Sexy Brutale. El nuevo juego de Tequila Works y Cavalier Game Studios es una coreografía perfectamente sincronizada entre personajes y tiempo en la que nosotros solo seremos un peón que se sale del patrón para intentar descolocar a los demás partícipes del baile.
Conforme salvemos personajes recibiremos recompensas (gracias a las máscaras de cada uno de los invitados a la fiesta) que nos ayudarán a resolver el resto de asesinatos y, por tanto, desenmascarar a quien está tras la masacre. Hay que ver The Sexy Brutale como el mecanismo de un reloj en el que hay muchísimos engranajes que accionan otros engranajes, pero que no son nada sin una gran pieza que una todas esas pequeñas partes.
Hablando de piezas, ya hemos dicho que no podremos intervenir directamente en los asesinatos (no podemos interponernos entre una escopeta y la víctima), pero sí podremos adulterar los objetos del escenario para que un arma no funcione, para que el asesino no encuentre cierto objeto y, en definitiva, para ponerle trabas al criminal.
The Sexy Brutale
A lo dicho, hay que sumarle un apartado audiovisual de lo más atractivo. Realmente, The Sexy Brutale es... bastante sexy. Lo es gracias a unos escenarios cargados de detalle (realmente, es alucinante la cantidad de objetos que encontramos en estanterías, mesas, etc), a unos efectos de iluminación muy resultones y a unos personajes de dimensiones desproporcionadas que nos dejan ver lo más importante en primer plano, las citadas máscaras.
La banda sonora original también juega su papel a la perfección y, como si de una trajicomedia moderna se tratara, las melodías nos parecerán simpáticas, a la vez que siniestras (de estilo electro-swing), pero lo más importante es que consiguen meternos de lleno en esta mansión por la que deambularemos en unas semanas mientras, encarnando al reverendo Lafcadio Boone, intentamos que no muera nadie en esta fiesta tan particularmente violenta.
Descubre más sobre Alejandro Alcolea Huertos, autor/a de este artículo.
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