Los señores de hierro es la última ampliación que ha llegado a Destiny, un DLC muy completo que continúa expandiendo el universo creado por Bungie y Activision, en exclusiva en PS4 y Xbox One (hasta ahora también habíamos recibido los DLC en PS3 y Xbox 360). Se trata de una expansión centrada en la historia, en la línea de El rey de los poseídos, que apareció hace un año, y que va a brindar momentos realmente épicos a la comunidad de guardianes que sigue patrullando en este MMO.
Una nueva historia, al margen del viajero
Como ya ha ocurrido con todas las expansiones anteriores (La casa de los lobos, La profunda oscuridad y El rey de los poseídos), Los señores de hierro no hace que la historia general de Destiny avance, sino que se enriquece con una nueva subtrama. Hasta ahora conocemos la historia de los guardianes, que patrullan por la galaxia para defender la última ciudad de la humanidad. Nos hemos paseado por la Tierra para luchar contra los caídos, por la Luna para enfrentarnos a la colmena, por Marte, controlada por la raza de guerreros Cabal y por Venus, donde los droides Vex nos pusieron las cosas muy difíciles. Con La casa de los Lobos, profundizamos en la historia de los caídos, con La profunda oscuridad descubrimos a los discípulos de Crota de la colmena y con El rey de los poseídos supimos más sobre los insomnes. Ahora le toca el turno a los propios guardianes.
Los señores de hierro añade cierto aire medieval a Destiny. Se trata de una historia inspirada por los caballeros de la Tabla Redonda, y narrada por el último superviviente de la orden, Lord Saladino, que nos guía contra una nueva amenaza, la de los piratas caídos, modificados por la nanotecnología Siva. El escenario principal es el Cosmódromo, en la antigua Rusia -exactamente donde comenzaba nuestra aventura- pero transformado por una tempestad. Visitamos zonas conocidas (transformadas por la nieve y los tentáculos de Siva) y también nuevos escenarios, bajo la ventisca, en las Tierras Pestíferas.
También hay una nueva zona social, en que desencriptar engramas, aceptar contratos y encontrarnos con guardianes de todo el mundo, y un nuevo tipo de enemigos, los simbiontes (caídos que han sido mejorados con la nueva tecnología). En general. Destiny crece en todos los campos (también en el equipamiento, con nuevo equipo exótico y el regreso del Gjallarhorn), pero no ha experimentado una revolución tan intensa como hace un año, cuando se cambió, entre otras cosas, el sistema de progreso.
Evolución sin sorpresas
Con todo, los señores de hierro demuestra que este MMO sigue muy vivo. Tenemos nuevos mapas multijugador, la posibilidad de organizar partidas privadas y la incursión para 6 jugadores más espectacular de todas (la furia de las máquinas) en que nos enfrentamos al temible Aksis. La banda sonora también ha cambiado, los temas son más ominosos y épicos, y los diseños de las armas, armaduras y colibrís -inspirados en armaduras medievales- son sensacionales.
El hecho de que este cuatro DLC no aparezca en PS3 y Xbox 360 permite también una mayor carga gráfica, sobre todo en la incursión, que tiene el enemigo más grande que hemos visto en todo el juego. Pero nada de subclases adicionales, ni posibilidades de subir por encima de nivel 40 -el nivel de luz ya es otra cosa- ni cambios tan radicales como en su momento fue El presidio de los ancianos, por ejemplo.
Para nosotros es suficiente, de hecho, estamos enganchados de nuevo a Destiny como cuando se lanzó, pero dos años después del lanzamiento aún quedan cosas por pulir... y queremos avanzar de una vez en la historia principal. Además, la historia principal se queda corta.
Si no habéis jugado a Destiny, la posibilidad de adquirir el juego junto a los contenidos posteriores, en Destiny La colección, sí se convierte en una experiencia imprescindible, mientras Bungie insinúa nuevos contenidos para el juego y los rumores hablan de un posible Destiny 2. Aquí podéis ver la presentación de Destiny Los señores de hierro en Madrid.
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