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Impresiones y gameplay de Assassin's Creed Origins en Xbox One X

Uno de los juegos que más ganas tenía de probar era el plato fuerte de Ubisoft, uno de ellos, para este año. Tras jugar dos partidas (porque hubo un error en la captura de la primera), os traemos las impresiones de Assassin's Creed Origins, un juego que hemos podido probar en Xbox One X y que... sí, es impresionante y sorprendente.

Ubisoft ha hecho los deberes y, tras dejar reposar la saga durante un año (el último juego de los Asesinos fue Assassin's Creed Syndicate en 2015), nos traerá el próximo 27 de octubre, una fecha el la que... bueno, se empiezan a acumular los juegos y se juntará con títulos como The Evil Within, Battlefront II o Call of Duty WWII (más los que aún estén dándole a Destiny 2, entre otros grandes lanzamientos).

En la demo que hemos podido probar para traeros las impresiones de Assassin's Creed Origins empezamos en un punto algo avanzado de la historia, con mecánicas que deberíamos haber aprendido en tutoriales previos, como la posibilidad de romper algunas puertas, el sistema de escalada que tiene algunas variaciones (como comentaré más adelante) y, sobre todo, el combate, que también estará explicado en unas líneas.

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Bayek se reúne con su compañera sentimental (con la que parece haber bastante tensión por temas que no vienen al caso y descubriremos en el juego) y emprende una misión principal en la que debemos descubrir quién ha envenenado a un toro sagrado para los egipcios. Todo esto lo podréis ver en el gameplay de Assassin's Creed Origins en Xbox One X que os dejaremos más abajo, donde también podréis apreciar algunas de las mecánicas de las misiones.

En este caso, tendremos que hablar con la gente e investigar el escenario para descubrir qué ha pasado con el toro sagrado. Es una de las clásicas misiones de la saga en la que tendremos que investigar y combatir (o utilizar el sigilo) para conseguir un objetivo y seguir avanzando en la historia. Y, hablando de combatir, qué gratificante es el combate de Assassin's Creed Origins...

El Dark Souls de los Assassin's

Sí, comparar algo mínimamente complicado con Dark Souls es algo que está más que manido, pero en este caso es algo imposible de evitar. El combate de Assassin's Creed Origins ha pegado un giro de 180º respecto al de las demás entregas de la saga. En Assassin's Creed se establecieron unas mecánicas, con cosas tan interesantes como los contraataques o la posibilidad de encadenar ataques pulsando el botón de atacar en el momento oportuno. 

Unas cosas se han ido perdiendo con el paso de las entregas y otras han evolucionado, pero el combate, al final, siempre era igual de sencillo y repetitivo. Un grupo de enemigos nos rodean y se turnan para atacarnos mientras nosotros, de forma tediosa, debemos responder a sus ataques para ir asesinándolos (porque es una pelea desigual a todas luces) uno a uno, poco a poco.

Eso ha cambiado y sólo puedo decir una cosa: en las dos horas que he podido jugar en Gamescom a Assassin's Creed Origins he muerto más que en el resto de las entregas juntas. Y eso sienta de maravilla. El combate cambia por completo y ahora tenemos botones de ataque con arma a distancia (y varios tipos de flechas), un botón para agitar el escudo y hacer un contraataque, un botón para levantar la guardia y recibir menos daño y los dos botones de ataque. En Xbox One X, RB es el ataque ágil y RT el fuerte (R1 y R2 en PS4, respectivamente). Los botones cambian, pero también la forma de afrontar el combate.

Con RS (R3 en PS4) fijamos un enemigo y con el stick derecho vamos cambiando el punto de mira entre adversarios, aunque podremos movernos libremente aún así para esquivar los ataques. Sí, también tenemos una especie de dash para evitar golpes sin necesidad de pararlos. Y todos los enemigos nos atacarán indiscriminadamente, sin esperar turnos. A continuación podréis ver un gameplay de Assassin's Creed Origins en Xbox One X en el que, además de transiciones entre misiones, afronto una situación de dos maneras distintas: combate vs sigilo: 

Como veis, los enemigos tienen un nivel, algo que nosotros también encontramos en la parte superior de la pantalla. Si el enemigo está a nuestro nivel, podremos derrotarlo. Si está por debajo, será un paseo. Si está por encima, como me pasó en una pelea, no tendremos oportunidad. El nivel es fundamental en Assassin's Creed y hay un árbol de habilidades que nos permite evolucionar en distintos campos, aunque esto es algo que habrá que explorar más cuando el juego haya salido a la venta.

Lo mejor que creo se puede decir del combate de Assassin's Creed Origins es que es tremendamente satisfactorio. Es lo que se suele decir, pero el año de barbecho parece que lo han aprovechado desde Ubisoft para darle una vuelta de tuerca a algo que, a todas luces, necesitaba cambiar. Además, con cada arma se combate de una manera. No es, ni de lejos, lo mismo pelear con la maza que con la espada, ya que el ''timming'' de los combates cambia y pegaremos más duro, pero también nos costará más recuperarnos. 

Las pirámides de Assassin's Creed Origins 

Si el combate me recuerda poderosamente a Dark Souls, las pirámides me llevan a pensar en Tomb Raider. Las pirámides, que funcionan como atalayas, son tumbas que tendremos que explorar bien para continuar la historia o para encontrar secretos (y loot que también recuerda a Destiny, Borderlands o The Division). Tendremos que encontrar el punto adecuado para entrar en cada pirámide (pude ver dos durante la demo) y, para ello, tendremos que escalar por diferentes salientes, así como resbalar en ciertos puntos para poder llegar a otro asidero. 

Una vez dentro, las pirámides funcionan como pequeños puzles, todo muy orgánico, que tendremos que resolver para llegar al final del asunto y recoger nuestro premio. En el siguiente gameplay de Assassin's Creed Origins en Xbox One X podréis ver el funcionamiento de una de las pirámides, así como el fabuloso apartado visual del juego:

Nueva generación de Asesinos 

Y es que, Assassin's Creed luce de maravilla. El juego tiene un diseño precioso, el agua brilla con luz propia, así como la iluminación dinámica. No encontramos niebla, la distancia de dibujado es muy generosa y las animaciones, como siempre, son de gran calidad. Además, todo se mueve de forma fluida y los tiempos de carga nos los encontramos enmascarados en cinemáticas con el motor del juego y cuando morimos.

Fluidez es la palabra para describir Assassin's Creed Origins a nivel visual, pero también a nivel jugable. El parkour es uno de los elementos que fueron evolucionando con los años, sobre todo a partir de Assassin's Creed Unity, y en Origins se siente de lo más natural. Tanto escalar como saltar o bajar por las paredes se realiza de forma muy sencilla y elegante. Eso sí, aunque esto es una demo que no representa el resultado, nos hemos encontrado alguna pared invisible que nos impide llegar a un punto al que, claramente, podemos acceder. Pese a esto, me he quedado''atascado'' en muchos menos lugares que en otros Assassin's, donde era frecuente quedarse atascado al pisar donde no debíamos.

Assassin's Creed Origins

Las primeras impresiones de Assassin's Creed Origins con el juego entre manos no podrían ser mejores. Ubisoft se ha puesto las pilas y estamos deseando ver por qué derroteros va una historia que promete mucho. Eso sí, habrá que esperar hasta el 27 de octubre para disfrutar del juego en PS4, Xbox One y PC.

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Etiquetas: Gamescom