Robert Langdon despierta amnésico en un hospital, con una herida de bala en la cabeza. Su último recuerdo es el de haber estado paseando por Harvard. Sin embargo, ahora se encuentra muy lejos: en Florencia. Y para empeorar las cosas, una letal asesina le persigue, y sin saber por qué. Confuso, Landgom habrá de confiar en la doctora Sienna Brooks, una de los médicos que le atienden para resolver un rompecabezas de cuya resolución puede depender el futuro de la humanidad al tiempo que inicia una carrera contrarreloj por Florencia, siguiendo los pasos de un ecoterrorista para resolver un intrincado misterio basado en la obra de Dante Alighieri: La Divina Comedia.
Así empieza Inferno, el cuarto libro de la serie de novelas de misterio y misticismo de Dan Brown, protagonizadas por Robert Langdon y que popularizó El Código Da Vinci. Con la adaptación a película de Inferno tan próxima, en la que Tom Hanks vuelve a repetir papel protagonista en compañía de Felicity Jones, no hemos querido perder la oportunidad de reseñar el libro original, hablándoos de él en unas cuantas líneas. Recomendándoos (o no) su lectura. ¿Merece la pena echarle un vistazo al libro?
Menú McBrown, refresco grande, patatas Langdon y salsa Alighieri
Sí, no somos para nada originales. No es la primera vez que se compara un libro de Dan Brown (por no decir toda su producción literaria) a los menús de los restaurantes de comida rápida. Pero es que la analogía se presta. A saber, todas sus obras parten de la misma premisa:
- Robert Langdon, un experto en simbología, que parece estar en el listín de todo el mundo para cualquier cosa, siendo el "Señor Lobo" de los enigmas históricos.
- La estructura de los capítulos cuentan de entre una a cinco páginas
- Las descripciones son escuetas, rápidas y concisas. Y sin embargo, te hace creer que estás allí.
- El tío que puede revelar todo el misterio está muerto desde el principio.
- Hay una gincana por una (o varias) ciudades importantes del globo; que mezcla turismo e historia del arte con simbología sacada traída por los pelos.
- La gincana, por cierto, se basa en la recuperación de objetos que a su vez van dejando intrincadas pistas, relacionadas con la trama
- También tenemos un viajecito por medio de transporte propio del país (o zona) de turno.
- Junto al protagonista siempre va una chica, con un pasado jorobado, el cual se revela de alguna manera importante para la trama.
- En contra de ellos hay un asesino (en este caso asesina) que tiene que liarla parda. Y para rizar el rizo tiene alguna característica rara o pertenece a una organización cuanto menos siniestra.
- A eso del ecuador de la trama, se descubre que hay un personaje con un rol inesperado, que pasa de aliado a villano, o viceversa.
- Además está el giro de tuerca rompedor, que nos hace exclamar "Oh, no me lo esperaba" (aunque realmente un poco sí).
- Como contratante del protagonista, además, siempre está um organismo Internacional que se ha metido en un marrón muy grande, que no puede resolver por sus propios medios y que normalmente ha ocurrido por hacer oídos sordos al detonante de la trama.
- En un momento puntual, ocurre un episodio de enorme dramatismo y peligro para Langdon, al que sobrevive vaya usted a saber por qué, valiéndose de una excusa pseudo científica.
- Detrás de todo está una secta u organización secreta o de carácter oscuro, cuyos fines tienden sino a lo estrafalario, a lo poco convencional
Y posiblemente nos dejemos más puntos de la receta McBrown para literatura rápida y un sueño feliz. Pero en general ya veis que los ingredientes y la estructura al final viene siendo lo mismo. Y que entre novela y novela lo único que cambia es la temática de fondo, tomando para esta ocasión, para Inferno, la obra de Dante Alighieri como excusa para desentrañar su misterio. Eso y las ganas de crear polémica con algún tema algo controvertido.
Después de "revelar" los misterios de los masones, del Vaticano y de los Iluminati, y coquetear con el origen de la dinastía merovingia y sus lazos con Jesucristo, ahora el foco de la polémica y la controversia son los malthusianos y sus propuestas para controlar la creciente sobrepoblación mundial. La trama del libro gira en torno a un ecoterrorista "bienintencionado" que amenaza con liberar un virus que evite el infierno que supone un planeta con más población humana de la que es capaz de soportar.
Como podéis comprobar, la idea, nuevamente, se fundamenta en la base de crear controversia y, por otro lado, seguir unas líneas de producción muy clara. En este aspecto, no es original, pero cumple su cometido. Además tampoco se le puede negar (salvo que seas un experto en la material que trata), que su autor no se ha documentado, aunque haya sido a golpe de revista de historia y de curiosidades en la sala de espera de su dentista.
Dicho esto, Inferno no es per se una mala lectura. Como tampoco la comida rápida es un tentempié aceptable en un momento puntual. A veces el cuerpo te pide leerte una obra de este estilo, como te pide comerte un Happy Meal (sobre todo si hay un Pokemon de premio). En conjunto cumple con su premisa, que es la de entretener, la de obligar hasta al lector más vago a discurrir un tanto y, gracias a su facilona fórmula, ser una obra de lectura accesible hasta para aquellos no habituados a leer.
Si estáis aún interesados en Inferno, os recordamos que Planeta DeAgostini publica este libro en versión Kindle (a 9,99 euros), y en edición bolsillo (10,95 euros), así como la tradicional versión de lujo, ilustrada (29,00 euros).
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