Hay pocos personajes tan reconocibles en el universo de Street Fighter como el salvaje Blanka. De acuerdo, puede que su estilo de lucha no sea el más ortodoxo del plantel, pero no nos negaréis que sus golpes ya son inolvidables dentro del género.
A fin de cuentas... ¿Quién no ha pulsado alguna vez el botón de puñetazo a toda pastilla para lanzar una descarga eléctrica? ¡No se nos ocurre una mejor forma de hacer una radiografía! Rápido, agresivo e imprevisible, se puede convertir en un enemigo letal en manos expertas. Además, combina un alcance muy, muy digno con una gran contundencia en los golpes.
Hay quien considera que Blanka es un mal personaje, porque no tiene una técnica definida y sirve solo para dar patadas largas y electrocutar. ¡Pero esconde mucho más, especialmente en sus últimas apariciones! Dominar su rolling attack en todas sus vertientes es clave para ser un maestro del ring. ¿Sabías que hasta puede atravesar las ondas de energía si lo usamos correctamente? Y, si no consigues acertar el impacto, sus gritos servirán para poner nervioso al rival...
El origen de este personaje es un tanto dramático. Como único superviviente de un accidente de avión en la jungla amazónica, el pequeño Jimmy tuvo que acostumbrarse a vivir entre animales salvajes y toda clase de depredadores. No sabemos si fue esa convivencia con lo salvaje o una dieta rica en kiwi, pero su tono verde y pelos anaranjados lo distinguen claramente del resto de los World Warriors. Por cierto, su cumpleaños es el 12 de febrero. Curiosamente, la misma fecha en la que nació Charles Darwin. Y es que la selección natural tiene mucho que ver con él.
Al final de Street Fighter II descubríamos que tenía su corazoncito y que, detrás de sus gritos salvajes, no había para él nada más importante que reencontrarse con su mamá. Su mezcla de salvajismo y nobleza sirvieron para encariñar al público... Y los desarrolladores, que lo han incluído desde entonces en la serie Alpha, la EX, Street Fighter IV y sus secuelas... Hasta se ha convertido en el personaje fetiche de Yoshinori Ono, productor de la saga, que se deja fotografiar junto a un mini-Blanka en la mano. Sus numerosas apariciones han ampliado su trasfondo, hasta el punto de relacionarlo (no sentimentalmente, que sepamos) con el loco Dan Hibiki, que lo entrenó.
Así, aunque al principio proyectaba una imagen salvaje y un pelín temible, Blanka ha derivado poco a poco hacia el humor. Cada vez pone más muecas en los videojuegos y sus apariciones en series de dibujos o cómics suelen mostrarlo como un brutote sin mucho cerebro. Aunque hay quien dice que, en el fondo, no es más que un troll y de ahí viene su color verdoso. La broma proviene de estos vídeos que se han hecho enormemente populares en Youtube:
Aunque Blanka es un tipo que se deja querer, pocas veces han conseguido representarlo como merece. Mención especial para Street Fighter: La última batalla, ese esperpento protagonizado por Jean-Claude Van Damme, el cual es tan malo que casi parece bueno. Casi... La cuestión es que, en esa película, Blanka es el resultado de la experimentación con Charlie (toma ya), el amigo de Guile al que más tarde veríamos en la serie Alpha. El resultado es este señor tan guapo de la foto:
En definitiva, Blanka todavía tiene un largo camino por recorrer si quiere demostrar que es un luchador con todas las de ley. Por ahora no se ha anunciado su presencia en el futuro Street Fighter V, pero seguramente lo veamos en las próximas elecciones votando a Los Verdes. Perdón, lo retiro.
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