"Es un detective de lo más singular. Sigue cualquier pista hasta dar en el clavo" Si sabéis cómo sigue la canción es porque crecisteis con la serie de animación de Sherlock Holmes (Meitantei Hōmuzu en Japón o Sherlock Hound en el mundo anglosajón) y, muy posiblemente, fuera una de vuestras preferidas durante la infancia. ¡Y no es para menos! Se trata de una de esas joyitas del anime de producción europea y japonesa que han pasado a la posteridad como uno de los mejores productos nacidos a raíz de la colaboración entre dos continentes.
Sherlock Holmes era una serie protagonizada por animales antropomórficos y basada libremente en el personaje de Arthur Conan Doyle. A diferencia de otras versiones como la de Sherlock o Elementary, esta se ambientaba más o menos en la época del personaje. Y decimos más o menos porque en lugar de ceñirse al periodo victoriano, Sherlock Holmes se desarrollaba ya en época eduardiana. la década anterior a la I Guerra Mundial. Esto propiciaba que la tecnología fuera un poco más avanzada respecto a los relatos clásicos de Holmes, presentando coches y los primeros aeroplanos, así como también esas fantásticas máquinas a vapor steampunk que tanto le gusta a Miyazaki.
¡Ah, que lo mismo no lo hemos dicho! Pero lo cierto es que Hayao Miyazaki es una de las mentes detrás de este show realizado por la italiana Rai y la Tokyo Movie Shinsha. El maestro del anime realizó no solo bocetos y guiones para la serie, sino que también dirigió seis episodios. No obstante, la serie se encontró con problemas legales con los herederos de Doyle. De ahí que si bien la serie iniciara su producción en 1981, no viera la luz hasta 1984. Para entonces Miyazaki ya estaba a otras cosas y la mayor parte de los episodios hubieron de ser dirigidos por Kyosuke Mikuriya. No obstante, si queréis ver únicamente los episodios dirigidos por el primero, os adelantamos que son los siguientes:
3 La pequeña cliente. (Chiisana Māsa no daijiken!?).
4 El rapto de la Señora Hudson. (Misesu Hadoson hitojichi jiten).
5 El globo verde. (Aoi kōgyoku).
9 El Tesoro sumergido. (Kaitei no saihō).
10 Los acantilados de Dover. (Dōbā Kaikyō no daiuchūsen).
11 Los soberanos de oro / Las monedas desaparecidas. (Nerawareta kyodai chokindako).
La serie de Sherlock Holmes, por cierto, iba a haber durado más. Desgraciadamente, las exigencias de ritmo de producción y la tendencia de Miyazaki a tomarse las cosas a su ritmo cesaron el idilio. Cabe destacar que fue la última producción del japonés en televisión y que el estreno de esta serie en Japón se hizo junto al de Nausicaä. Fue mediante la proyección conjunta de los episodios Aventura bajo el mar y El Carbunclo Azul, que conformaron de manera oficiosa el OVA de esta serie.
Dicho esto, ya podemos pasar al meollo que nos ha traído aquí, a cómo acabó la serie de Sherlock Holmes.
La novia desaparecida
Como posiblemente sabréis, la mayor parte de los capítulos de Sherlock Holmes eran casos autoconclusivos, con pocas o nulas referencias a los relatos literarios originales. Casi todos los episodios acababan siendo casos completos, que se resolvían en los apenas 20 minutos que duraba cada capítulo. El episodio 26, títulado "La novia desparecida" (Sayonara Hōmuzu! Saigo no jiken), se mantuvo la misma tónica. Aunque con algunas variantes.
El caso en cuestión contaba como una novia, la señorita Elizabeth, desaparecía el día de su boda, junto a su padre. Al entrar Scotland Yard en juego, el inspector Lestrade señalaba que la novia se había fugado con otro pretendiente. El padre del prometido, hastiado ante esta respuesta, contrataba a Holmes y a Watson para encontrar a su futura nuera.
La investigación de Holmes revelaba que alguien de la India había estado detrás de la abducción. Pronto se descubría que Elizabeth y su padre habían pasado mucho tiempo en la India, en donde un joven príncipe de había prendado de ella, deseando contraer matrimonio con ella. El relato de la doncella de la muchacha revelaba además, que la chica amaba al príncipe y que el padre de ella fue quien se opuso al matrimonio para concertar un matrimonio con el hijo de su socio.
De esta manera, Holmes deduce que el profesor Moriarty está detrás de todo esto, habiendo sido contratado por el príncipe indio para "rescatar" a Elizabeth de un matrimonio no deseado. Sin embargo, el maleante no solo quiere el rubí familiar que el príncipe le ha ofrecido como pago por sus servicios, sino también la joya familiar de Elizabeth. Así se lo hace saber a los enamorados, mientras los transporta en su barco a vapor por el Támesis. Y les amenaza con arrojarlos al río si no cooperan.
La aparición de Holmes y de Scotland Yard pone en fuga a Moriarty. Holmes sube a un barco pilotado por unos niños que ya aparecieron en el episodio 7 de la serie e inicia la persecución. Aprovechando la confusión, el príncipe se enfrenta al criminal y logra reducirle y encallar el barco. Holmes y Watson,ayudan a huir a la pareja en lugar de entregar a los enamorados. Estos además han recuperado sus joyas familiares, para consternación de Moriarty y sus secuaces, que los ven partir desde un barrizal en las orillas del río.
Holmes y Watson se despiden de la pareja cuando esta sube a un trasatlántico con rumbo a la India. Entonces Watson le pregunta a su amigo acerca de qué le dirán al cliente. Holmes responde: "Que el Inspector Lestrade, por una vez, tenía razón. Elemental, mi querido Watson Eliza quería casarse con otro".
Y así, con un atardecer acaba la serie, dando carpetazo a veintiséis episodios de lo mejor que ha dado la colaboración en animación entre Europa y Japón. Aunque si tras leer este reportaje, la nostalgia llama a vuestra puerta, estáis de enhorabuena. Recientemente toda la serie de Sherlock Holmes, con los 26 capítulos al completo, fue reeditada en un único pack. Y a un precio muy razonable, por cierto.
Dicho esto, no os olvidéis de nuestros otros especiales sobre finales de series animadas, tales como...
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