Si estáis haciendo el Camino de Santiago posiblemente en algún momento del camino notéis que os falta algo muy importante, algo con lo que calmar vuestras ansias, alimentar vuestro coco y en definitiva calmar el mono. No, nos referimos ni a tabaco, ni a café ni al excelente pulpo a la gallega que preparan por Melide. Nos referimos a cómics.
Y como llevar tebeos junto a las botas, la muda, el botiquín, la cabra y el piano en la mochila no es lo que se dice una buena idea, os proponemos una solución alternativa que seguramente os satisfará. Y es que si después ir a abrazar al Santo, necesitáis urgentemente viñetas que echaros a los ojos, estáis de suerte, pues Santiago de Compostela alberga una de las tiendas de cómics más antigua de Galicia y de toda España: Komic Librería.
Ubicada en la Rúa de San Pedro de Mezonzo, 34, Komic Libreríase erige a pocos minutos del casco histórico, al lado del Hospital Clínico La Rosaleda y muy cerca de la estanción de Renfe. Se trata de un negocio fundado hace 26 años, en 1987, y concebido originalmente como kiosko por su dueño, Xose Barreiro "Pío", quien nos sirve de anfitrión en esta nuestra visita.
"La verdad es que no somos una librería como las que sueles visitar", nos apunta de forma humilde Pío, señalando el interior de su Tienda. Pero nuestra percepción es otra. Aunque Kómic es una tienda relativamente recogida, en su interior no falta de nada: Tomos y one-shots, manga, figuras de acción y bustos (de los que nos llama en especial uno de Clara de Noche), así como la estrella de la tienda, una nutrida y selecta sección dedicada en exclusiva al cómic europeo e independiente.
Es precisamente a esta sección a dónde "Pío" nos encamina pronto, mostrándonos las joyas de su particular tesoro. Así, haciendo gala de su gran conocimiento en la materia, nos presenta la revisión Spirou realizada por Émile Bravo, o la magnífica antología de Los Compañeros del Crepúsculo y la edición integral de Pasajeros del Viento, así como otras tantas obras Europeas que Pío lamenta que pasen desapercibidas al público juvenil, muy a pesar de la altísima calidad que descubrimos que tienen.
Del mismo modo, aprovechando la visita, nos enseña también una abundante selección de cómic underground e independiente norteamericano, como la obra de los hermanos Beto y Jaime Hernández (Palomar, Río Veneno, Love & Rockets, etc..), de los cuales nos hacemos con un ejemplar para degustarlo de vuelta a Madrid, junto a material algo más convencional y de un gusto menos elevado.
Ahora bien, a pesar de tan significativa colección de cómic adulto, no significa que Komic Librería haya descuidado el manga, las historietas de superhéroes y el merchandise. Ora por la demanda de estos, ora por la necesidad de variedad, Komic Librería cuenta también con un buen surtido de cómics y juegos de mesa, no así wargames y otros productos más especializados, que en una ciudad como Santiago tienen peor salida.
Durante este recorrido no se nos pasa por alto el cuidado con el que "Pío" trata su negocio y todo el conocimiento del mundillo con el que cuenta y el saber hacer del que hace gala para gestionar un negocio tan modesto y a la vez tan brillante. Así, no nos extraña que este año 2013 sus esfuerzos se vieran recompensados con el Premio Irmandade do Libro, un galardón concedido por la Federación de Libreiros de Galicia, y con el que por primera vez en la historia se premió a una librería de cómics.
Pero la labor de Komic va más allá del de la tienda de tebeos y merchandise. Komic Librería además tiene una faceta editorial. En los últimos años ha sido la editora de Castelao, una serie de cómic europeo basada en la vida de Alfonso Daniel Manuel Rodríguez Castelao. Esta serie, creada por Inacio Vilariño e Iván Suárez. El tandem de artistas narra a través de los tres tomos que la serie los principales episodios en los que se revive los momentos clave de la vida de este político, médico e ilustrador.
Contentos por haber venido a Santiago y haber conocido esta peculiar tienda, empacamos nuestra consistente compra en cómics y nos despedimos de Pío. Mientras bajamos de camino a la estación y paramos para almorzar en un restaurante mexicano cercano, abrimos la primera página del cómic que Pío nos recomendó y tras un unos minutos de lectura no podemos sino agradecerle que nos haya aconsejado tan bien y con tan buen tino.
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