ECC Ediciones ha publicado este mes el segundo volumen de Superman Tierra Uno, el revamp de los orígenes del Hombre de Acero, en una continuidad completamente independiente al Nuevo Universo DC.
Este Superman Tierra Uno Vol. 2 recoge el testigo allá donde quedó su anterior capítulo, reeditado tambien por ECC este mes, en el que se nos narraba los primeros pinitos de Kal-El como el nuevo protector de este planeta y de cómo creaba su identidad del timorato periodista Clark Kent, al tiempo que descubría sus orígenes y por qué había acabado en la Tierra. Ahora bien, con esas bases asentadas, este segundo capítulo nos presenta a Clark actuando ya públicamente bajo el nombre de Superman mientras trata de adaptarse a su nueva vida.
Por un lado, su misión de protector de la Tierra no está exenta de problemas, ya que pronto descubre que las limitaciones morales que se ha autoimpuesto a la hora de actuar existen por una buena razón. Esto le obliga a limitar sus actuaciones como Superman muchísimo más de lo que desearía, aunque tenga un enorme coste para la gente de su planeta de adopción.
Paralelamente, como Clark descubrirá que la vida de periodista tampoco es fácil (y si no que se lo digan al autor de estas líneas y al resto de los redactores y colaboradores de Hobby Consolas). Mientras tiene que negociar con Perry White, su nuevo jefe, Kent se ha de cubrirse las espaldas cuando Lois Lane inicia una exploración a fondo de su pasado, oliéndose que ahí hay una historia. Para rematar la faena, cuando comience a conocer lo que es la amistad y el amor, Clark deberá preguntarse si está dispuesto a que otras personas entren en su vida, a riesgo de que éstas conozcan su secreto.
Y mientras todo esto pasa, aparece el segundo villano en firme para el héroe: Parásito. Esta criatura, también rebooteada para esta historia, se mostrará un hueso durísimo de roer, haciendo honor a su original de la Edad de Plata. Pues, como podéis imaginaros, se convertirá en un autentico dolor para el Hombre de Acero, pues gracias al monstruo Kal descubrirá las mieles de la vulnerabilidad.
Y no os contamos más. Si hemos conseguido captar vuestra atención, ya sabéis que podéis comprar este entretenido tomito, guionizado por J. Michael Straczynski y dibujado por Shane Davis: en cualquier gran superficie o libreria especializada y a un precio de 14,95 euros.
Aunque claro, si no os hemos convencido todavía, como siempre ahora viene la opinión de "El Experto". Os veo más abajo.
¿Segundas partes nunca son buenas?
Hasta el momento, las peores críticas que he oido y las más duras reseñas que he leído de Superman Tierra Uno Vol. 2 son aquellas que lo señalan como un cómic inferior respecto a su antecesor, flojo, carente de acción, muy poco trabajado y del montón. En todo esto disiento rotundamente.
Aunque desde la saga de Tótem Araña de Spider-man de J. Michael Straczynski mantengo cierta ojeriza hacia dicho guionista, en este como en el anterior volumen, solo tengo palabras de alabanza para él. ¿Por qué? En primer lugar porque Straczynski es un fabulador de primer orden, que desarrolla el nuevo génesis de Superman de un modo que logra aunar el prodigio del superhombre (un alienígena de intelecto abrumador, super poderes y un gran corazón que desea ayudar a nuestra especie) con el día a día de un veinteañero solitario y perdido en la Gran Ciudad, al tiempo que nos mete de por medio una gran amenaza para darle vidilla a la historia.
Y todo ello, haciendo que la historia no chirríe por ningún lado. Un artificio que realiza al introducir referencias populares: musicales, cantantes, moda, talkshows, descripciones de relaciones laborales, etc... con las que adorna y rellena los huecos de ésta, su versión del Universo DC, haciéndola creíble y cada vez más parecida a nuestra realidad. De este modo el autor nos embarga con la temible duda de qué pasaría si Superman y sus villanos fueran reales. Dejándonos aliviados al acabar la última página y comprobar que todo está en orden.
En segundo, porque mientras otro guionista hubiera corrido a la formula fácil de recurrir a Lex Luthor y soltárnoslo cuanto antes, aqui el autor no solo sujeta bien fuerte este recurso y aunque nos lo sugiere (y lo hace por partida doble), tan solo se limita a aventurarnos que el choque entre Lex y Kal-el ocurrirá más temprano que tarde. Pero ocurrirá, tranquilos, y tendrá consecuencias gravísimas. Y para distraernos mientras tanto usa a un villano casi igual de amenazador: Parásito, el cual puede literalmente merendarse al Hombre de Acero como si fuera un Happy Meal.
Y finalmente, como tercer punto, posiblemente la característica principal de la obra: no es que la historia en sí flojee, sino que se trata de un relato de transición y de ahí que sepa a poco, al dejar en este segundo capítulo un final abierto y dado a crear un montón de anticipación y expectación, como es natural. Pero tranquilos, que seguramente con el tercer volumen, cualquier duda creada quede disipada. Y si no, al tiempo.
Ya al margen de la narración, la cual defiendo rotundamente, el dibujante Shane Davis hace un trabajo estupendo, sino soberbio. Tanto a nivel documental como plástico, Davis ha tratado de recrear elementos del Superman clásico y trasladarlo a esta versión posmoderna. La capa con la S, la dualidad Clark-Superman, la Fortaleza de la Soledad, el Parásito, una Metropolis más parecida a la de la película de Richard Donner que a la de la serie de Smallvile... Una joyita visual para los amantes del Hombre de Acero.
Además, su uso del color y las iluminaciones es perfecto para las distintas atmósferas de cada escena. El manejo de los colores cálidos y los contrastes que crea con las tonalidades más frías logra generar sensaciones bien diferenciadas, transportándonos dentro del cuadro, ya sea en el trópico o en la fría Siberia.
Por todo ello, podemos decir que Superman Tierra Uno Vol 2. se trata de una obra que sucede y continua de forma satisfactoria a su anterior capítulo. Y que, por tanto, resulta ideal para acercarse al gran héroe de DC comics, ya sea para conocerlo un poco más o iniciarse en su lectura con éste y el volumen 1. No quedaréis decepcionados en modo alguno.
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