Análisis de ACA Neo Geo The King of Fighters '98 en Switch

El pasado 3 de marzo, Hamster lanzó las adaptaciones a Switch de cinco clásicos de Neo Geo, que también están llegando a otras plataformas. Ya hemos visto el análisis de World Heroes Perfect y King of Fighters '98 es otro de ellos. El título lleva unos días a la venta en Switch. Quizá, este sea uno de los más importantes por lo que supuso en el género de la lucha 2D. Lo que ahora llega a Switch es, ni más ni menos, un port directo de la recreativa, por lo que no esperes ni mejoras gráficas, ni visuales, ni nuevos personajes ni nada “extra”. Es el mismo juego, con la misma apariencia y con la misma jugabilidad que nos hizo vibrar en los salones en 1998: estamos hablando de uno de los mejores juegos de lucha 2D de todos los tiempos.

Aun 20 años después, su jugabilidad sigue resultando adictiva, explosiva y desafiante, con la gran cantidad de personajes disponibles (casi 40), y cada uno con técnicas especiales y “supers” para aburrir. Si no lo has jugado nunca, dominar por completo todo el elenco y sus respectivas técnicas es algo que te llevará mucho tiempo y te absorberá por completo.

El debut de KOF98 en Switch incluye tanto la versión nipona del juego como la occidental, con tres añadidos para la ocasión:un modo “Hi-Score”, que nos invita a combatir contra la CPU para lograr la mayor puntuación posible (tenemos un ranking en la parte derecha de la pantalla), un modo “Caravan”, con un concepto similar pero adaptado a partidas de 5 minutos y los ránkings online que podemos consultar en cualquier momento.

Aparte de esto, no faltan un nutrido grupo de opciones para configurar el juego a nuestro gusto, desde la relación de aspecto de pantalla (de el 4:3 original o 16:9 que rellena la pantalla por completo), así como filtro “scanline” para asemejar su aspecto al de los monitores de la recreativa.

Tampoco faltan opciones para configurar los controles, ajustar la dificultad, el idioma, la presencia de sangre, inhabilitar la opción de continuar... vamos, que podemos configurar el juego como si se tratase del original de Neo Geo.

En este sentido, poco que objetar, y menos por los 6,99 euros que cuesta: si amas el juego, esta versión es completa a rabiar. Lo único que puede chocar a los más jóvenes es que se mantiene hasta la mecánica de echar monedas pulsando un botón, y con otro empezamos la partida. Todo está explicado en el menú del juego, pero de primeras, a los que no vivieron ésa época les puede sonar a chino.

Lee nuestro análisis de The Legend of Zelda: Breath of the Wild para Switch

Donde si podemos poner pegas a King of Fighters '98 es en la parte del control de la versión Switch. Jugando en modo portátil, con los dos Joy-Con acoplados, lo cierto es que no se llega a echar en falta una cruceta. El stick izquierdo nos ha resultado muy preciso para ejecutar la mayoría de los ataques y especiales de los personajes y se puede jugar sin problemas. Estos aparecen cuando ponemos la consola en modo sobremesa, para combatir contra un amigo, cada uno con un Joy-Con. Por supuesto, este problema desaparece en la versión de Xbox One.

Configurar los controles adecuadamente nos obliga a salir al menú Home de la consola y configurar manualmente en el menú de los mandos cada Joy-Con (no lo hace el juego de forma automática al separarlos de la consola). Un proceso que hay que repetir cada vez que iniciemos el juego y que se da en toda la serie ACA Neo Geo de Switch.

Y no sólo eso. Al poner el Joy-Con “tumbado”, la facilidad para desplazar los sticks no es la misma (no parecen tener el mismo recorrido que cuandoi están en vertical), por lo que cuesta algo más ejecutar los ataques especiales y súpers. Sobra decir que ninguno de estos problemas se da con el mando Pro, el único que por ahora tiene cruceta.

Sabiendo todo esto, ¿recomendarías King of Fighters '98 en Switch? Sí, sobre todo a todos aquellos que aman el juego original y que les gustaría seguir disfrutando de sus épicos combates en cualquier lugar. Si lo quieres para competir contra amigos, piensa eso sí en tener un segundo mando a mano, ya que un Joy-Con cada uno ofrece menos precisión de la que requiere.