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Análisis de Dead Rising 3: Operación Águila Rota

Análisis de Dead Rising 3: Operación Águila Rota
La ciudad de Los Perdidos está tan poblada (de gente podrida, principalmente), que no es de extrañar que aún quedaran historias por contar. Es hora de que el protagonista de Dead Rising 3 se tome un descanso y conozcamos a otros supervivientes...

Dead Rising 3 ha sido uno de los juegos más atractivos en la primera hornada de Xbox One y ahora que da comienzo la "chicha" de su pase de temporada, el juego quiere seguir manteniendo la atención de los fans. Con Operación Águila Rota (el artista antes conocido como Operation Broken Eagle) llega la primera expansión del modo historia. En total serán cuatro y estarán aglutinadas en el menú "Historias no contadas", al que podemos acceder desde la pantalla de inicio. Así pues, cada una de estas cuatro historias nos contará la aventura de un personaje diferente, en acontecimientos que se cruzarán con los que vivió Nick Ramos.

Esta primera historia nos presenta a Adam Kane, un miembro de las Fuerzas Especiales que acude a Los Perdidos con una misión muy concreta: dar con la Presidenta y capturarla, para que responda por su tibieza hacia los infectados. A diferencia de Nick, Adam es un tipo duro que no se achanta frente a los zombis. De hecho, nada más comenzar, ya tiene equipados un par de cuchillos de combate. No tienen mucha efectividad, pero son mejores que las manos desnudas.

Análisis de Dead Rising 3: Operación Águila Rota

El "aterrizaje" de Adam sobre Los Perdidos es un poco accidentado, así que entre las misiones secundarias está buscar a otros miembros de su pelotón. La mayoría estarán convertidos en zombis y solo tenemos que matarlos y recoger sus chapas de identificación. También podemos dedicarnos a sabotear pisos francos de los rebeldes (os sonarán porque con Nick toca echar un cable durante la historia principal) o destruir tanto cámaras como altavoces de la ZDF.

En episodios anteriores de Los Perdidos...

Las misiones principales... Son escasas, la verdad. Si ya tenéis algo de práctica con el juego, no os llevará ni 2 horas superar Operación Águila Rota. No incluyen nada nuevo en su mecánica (despejar zonas de zombis, llegar a puntos clave del mapa, etc.), aunque sí sirven como excusa para probar el nuevo vehículo que incluye esta expansión: el Armadillo. Se trata de un carro de combate con el que podemos aplastar a los enemigos, pero también acribillarlos gracias a la ametralladora que tiene sobre la carrocería. La puntería es semiautomática, así que a veces os encontaréis disparando a unos enemigos mientras pretendíais apuntar a otros. Pero no nos engañemos: aplastar decenas y decenas de "podriditos" con este mostrenco es muy divertido. Eso sí, su resistencia no es nada del otro jueves.

También se une al arsenal una brutal ametralladora y, de hecho, será bastante fácil encontrar toda clase de armas de fuego, ya que buena parte del desarrollo se basa en acabar con otros soldados o con rebeldes que han hecho suyos ciertos barrios. Esto resulta algo decepcionante, porque los enemigos son más tontos que un zapato. Con los zombis no pasa nada, ya que son zombis, pero que un soldado entrenado para duras batallas te tenga delante y se ponga a correr a los lados en vez de dispararte es de ser muy tolái.

Análisis de Dead Rising 3: Operación Águila Rota

Al margen de esto, resulta interesante aprovechar este DLC para explorar la ciudad, ya que muchas de las tareas secundarias que cumplimos (como buscar las figuras de Frank West o los planos de armas) se exportan a la partida principal, con lo que nos puede proporcionar un mayor rendimiento en el modo Historia. Adam puede subir de nivel y mejorar sus atributos, aunque no tendréis demasiada dificultad para completar la historia si estáis pendientes del mapa (hay que tomar bastantes desvíos en algunas misiones) y avanzar con cautela.

En cuanto al propio Adam, se agradece ver las cosas desde su perspectiva y resulta gracioso ver cómo insulta a los zombis mientras se los va cargando. Sí, los diálogos están en español de nuevo, claro. Por cierto, aunque hay un traje extra, no podemos vestirnos con los montones de prendas que inundan la ciudad y que parecen reservados para Nick. Volviendo a Adam, su lema de "deber o muerte" es el que sustenta buena parte del argumento, aunque resulta decepcionante ver cómo todo acaba de golpe y porrazo en una escena bastante precipitada.

Si la historia, de por sí, sabe a poco, la sensación se multiplica al tener en cuenta que pagamos 10 eurazos por esta actualización. Sí, sus trece gigas incluyen mejoras en la interfaz y en otros aspectos del juego, pero ni de broma justifican un desembolso tan alto.

Análisis de Dead Rising 3: Operación Águila Rota

Así pues, Operación Aguila Rota queda reservado para los que quieran ahondar más en la historia de Dead Rising 3 (¡atentos a las escenas de corte, a ver si descubrís algún cameo!) o aprovechar para volverse todavía más letales, pero no para los que busquen una experiencia realmente nueva. Eso sí, nos pica la curiosidad por conocer a los tres protagonistas del resto de las historias.

VALORACIÓN:

Mola poder conocer los hechos desde otros puntos de vista y se agradecen los nuevos contenidos, si bien el resultado no tiene nada de sorprendente o innovador.

LO MEJOR:

Ir atando cabos en la historia. Usar el armadillo.

LO PEOR:

Es carísimo para lo que ofrece. Recicla lo que ya conocemos.

Plataformas:

PC,

Xbox One

Versión comentada: Xbox One

Hobby

60

Aceptable

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