Análisis del controvertido Asura's Wrath

Hace un par de décadas nadie se habría atrevido a decir que los videojuegos son Arte, pero gracias a los avances que ofrece a día de hoy la tecnología digital y la inclusión de todo tipo de artistas en el desarrollo de los títulos más punteros, la fusión entre videojuego y arte comienza a difuminarse cada vez más. Juegos como este Asura´s Wrath son un claro ejemplo.

La belleza estética por bandera

Asura´s Wrath consigue conmover el espíritu del jugador (¿qué otra cosa es el Arte?) mediante la belleza de su puesta en escena. Y no hablamos tanto de lo bello de sus imágenes, que también, sino más bien por la composición, la imaginería utilizada o el uso de la cámara, que funcionan como perfectos y sólidos engranajes del conjunto jugable. Y además su trama consigue atrapar nuestra atención con momentos inolvidables, aunque ya la hayamos "vivido" decenas de veces al tratarse de la típica historia de traición y consiguiente venganza de su protagonista Asura.

Todo ello se desarrolla mediante escenas interactivas con sencillísimos Quick Time Events. Escenas tan numerosas, que la mitad del tiempo estaremos admirándolas y la otra mitad jugando a diversas fases de acción. Todo ello bajo una dirección artística impecable (muy bien llevada la fusión de mitología oriental y ciencia-ficción de la que hace gala) y una estética de tintes épicos que nos trae a la memoria algunos mangas y animes memorables. De hecho, Asura's Wrath está estructurado como si fuera una serie de animación con su "Continuará" al finalizar un episodio y un breve resumen de lo que veremos en el siguiente.

Pero, ¿y la parte jugable?

Pues Asura´s Wrath no se desenvuelve mal en ese aspecto. En su desarrollo alterna algunas fases a lo Space Harrier, en las que controlamos a un Asura iracundo con dos tipos de "disparos" diferentes acabando con docenas de enemigos que vuelan hacia él, las de un shooter y, las más numerosas, de combate en tercera persona. Los movimientos de Asura a la hora de combatir no son especialmente numerosos y el desarrollo de los combates no es muy variado o profundo, pero la agilidad de las escenas de lucha y su espectacularidad hacen que resulte una grata experiencia. Y es que la mayoría de los enemigos a los que nos enfrentaremos son de tamaño gigantesco.. ¡incluso tenemos que luchar contra un dios de tamaño planetario!

Si unimos la parte narrativa con la jugable, el resultado es notable, aunque también tiene una gran desventaja: podemos acabar la trama de Asura's Wrath en 7-8 horas (aunque habrá nuevo contenido y capítulos extra vía DLC) y no ofrece más modos de juego que amplíen la duración de la aventura (por supuesto, no hay online). Eso sí, son unas horas intensas que seguro que no olvidarás... Ya sea para bien o para mal, porque lo que está claro es que este no es un juego para todo tipo de jugadores. Más bien es de esos juegos que se aman o se odian. No hay término medio. Y es que no todo el mundo disfrutará simplemente admirando las cinemáticas, por muy hermosas que sean o mucho QTE que incluyan.

Gráficos para un dios

Y todo lo comentado viene arropado por una puesta en escena impecable. Es verdad que la calidad gráfica no es comparable a la de juegos como God of War (aunque se le conozca como el God of War Oriental), ya que, aunque luce bien en pantalla, en las escenas de lucha nos propone escenarios demasiado vacíos y no llega a ser realmente espectacular. Eso sí, su calidad artística que hace que estéticamente resulte cautivador.

Tampoco podemos olvidar un elemento clave del juego: la banda sonora donde se alternan temas de todos los estilos (tan pronto hay un lento tema de piano como escuchamos un coro de voces que acompaña perfectamente a un rápido combate), que resultan sencillamente una oda a la belleza musical.

 Puede que te decantes por un juego más "tradicional" y que ofrezca acción más directa o un título que proporcione mayor número de horas de juego, pero te aseguramos que Asura´s Wrath es una experiencia única, épica, conmovedora e irrepetible... Que aburrirá a algunos y extasiará a otros tantos. A nosotros, en PLAYMANÍA, nos ha hecho tilín...