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Análisis de Devil May Cry 4 Special Edition

Análisis de Devil May Cry 4 Special Edition
Capcom nos trae una "nueva" remasterización de uno de sus grandes clásicos con Devil May Cry 4 Special Edition para PS4, Xbox One y PC, solo en formato digital. Pero, ¿eran tiempos mejores los de aquella entrega de PS3 y 360?

Capcom sigue su línea de remasterizaciones y nos ofrece Devil May Cry 4 Special Edition, la última entrega de la saga en PS3 y 360, aparecida en 2008. La compañía nipona está que lo tira con esto de las remasterizaciones. A los dos exponentes del virus T: Resident Evil y Resident Evil 0 se une DmC, el remaster del reboot de la saga (toma frase anglosajoide) y esta nueva versión de Devil May Cry 4 que nos ocupa. 

La verdad es que, a priori, el trabajo que ha hecho Capcom con este remaster es impecable y no se le puede poner ni un solo pero en este sentido. Por un lado tenemos la lógica mejora gráfica aprovechando el potencial de las máquinas de hoy en día. Aunque el original ya funcionaba a 60Hz, ahora podremos disfrutarlos en gloriosos 1080p de alta definición, que suponen una mejora notable al conjunto. 

Eso sí, se notan y mucho el paso de los años en lo técnico. Los escenarios están casi completamente vacíos salvo algunos de los objetos que podemos destruir para obtener almas. Las texturas, pese al lavado de cara, son extremadamente planas y en algunos casos poco realistas. Pero eso no es, ni de lejos, lo que de verdad nos importa. Nos molesta mucho más esa cámara fija que nos deja "vendidos" en multitud de ocasiones.

Pero, sin duda, lo que más nos ha costado rememorar son los momentos plataformeros que en nuestra memoria no eran tan malos en su día. El control de los 5 personajes seleccionables es, valga la redundancia antonímica, incontrolable. Se hace tremendamente frustrante el que los momentos más difíciles del juego, y mira que puede resultar complicado en las dificultades más altas, sean las secciones de plataformas. Y no, no es porque esto sea una especie de Cloudberry Kingdom, es que resulta casi imposible controlar a nuestros héroes mientras saltan.  

Todo esto, obviamente, ya era así en el juego original, por lo que no podemos quejarnos pero después de jugar al excelente DmC y comprobar lo mucho que han evolucionado y mejorado tanto el sistema de combates como el de exploración y plataformas se nos hace muy difícil echar la vista atrás y disfrutarlo como lo hicimos en su día. 

Una remasterización con algo más

Pero vayamos a las buenas noticias por las que nos parece que el remaster es impecable. Y es que, además del lavado gráfico, Capcom ha echado el resto y ha añadido tres nuevos personajes controlables en la aventura. Este tipo de trabajo extra que va más allá de la mejora técnica es algo muy poco común en el mundillo de las remasterizaciones y aunque sea solo por eso ya tenemos que aplaudir la labor de los japoneses.

En el original podíamos jugar con Nero y Dante, que se dividían la campaña casi a partes iguales pero ahora tenemos otras dos nuevas campañas: la de Lady y Trish, que se reparten también los niveles casi al 50% y la de Vergil, que protagoniza el solito su propia campaña. Eso sí, el desarrollo en sí no cambia lo más mínimo en cuanto a localizaciones, misiones, jefes finales, etc...

Eso no quita que jugar con cada uno de estos personajes sea una experiencia completamente distinta. En lugar de limitarse a crear unas skins "cutronas" con las que contentar al personal, cada personaje cuenta con sus propias armas y habilidades especiales. Obviamente algunas, como la posibilidad de engancharnos con distintos artilugios para avanzar por los escenarios son comúnes para todos los jugadores.

Las diferencias entre los distintos héroes son más que notables. Dante y Nero son calcaditos a los del original así que no nos extenderemos más allá de resaltar nuestra devoción por el puño de Nero. Trish, por su parte, va equipada con un espadón de mucho cuidado, pese a que curiosamente casi siempre acabe utilizando más las patadas y los puñetazos (ya que tarda bastante en armar los golpes con el espadón). Además, lleva varias armas de fuego, como una especie de ballesta o un pedazo de lanzacohetes. 

Lady es, de lejos, el personaje más tosco de la pandilla. Lleva una especie de bayoneta que también requiere demasiado tiempo para golpear pero, eso sí, lleva una ristra de armas de fuego realmente espectacular que una vez dominadas pueden resultar mortíferas. Cuesta más hacerse con el control de Lady porque es más lenta y no tiene forma demoníaca que nos facilite las cosas pero lo dicho, una vez dominada es igual de destructiva que sus colegas.

Vergil, nuestro favorito del grupo (también por aquello de la novedad) es el más rápido y agresivo del pack ya que sale siempre disparado a por sus enemigos gracias al teletransporte. Además, su clásica katana, su espada y sus puños hacen las delicias de los demonios que nos salen al paso.

Remasterizando viejos demonios

Los combates con cada uno de estos personajes resultan tremendamente distintos y nos invitan a rejugar una y otra vez los mismo niveles para mejorar nuestra puntuación, algo muy de agradecer. El único problema es que muchas de las mecánicas y algunas de las cuestiones técnicas se han quedado desfasadas, por mucha remasterización que haya. Hay que aplaudir a Capcom por hacer trabajo extra y no entregarnos el mismo juego de antaño pero con gráficos en HD pero la cámara y el control en determinadas secciones son dos verdaderos demonios que habitaron en la saga y que, afortunadamente, han sido superados por DmC.

El tiempo pone a cada uno en su sitio y los detractores del reboot de la saga deberían reflexionar y comprender que el nuevo Dante es quizás más "pintas" pero que su jugabilidad es bastante mejor que la de alguno de los clásicos de la saga, como muestra esta Devil May Cry 4 Special Edition. ¡Ojo! que el juego es muy disfrutable, rejugable y hasta ensalzable, y cualquier amante de la saga pasará unas semanas enganchado a las nuevas opciones de juego de esta edición, como el modo Turbo, que acelera la velocidad del juego a lo loco, el modo Palacio Sangriento (una especie de horda) y la dificultad Caballero Legendario Oscuro.

Otras novedades mucho menos espectaculares son la posibilidad de mejorar automáticamente a nuestro personaje o la de pagar dinerito contante y sonante (que se suma al ajustado precio del juego en sí, 24,99) para acelerar la subida de nivel de nuestro héroe. En definitiva, una propuesta más que interesante como remasterización pero con los defectos de antaño pesando sobre su jugabilidad.

VALORACIÓN:

Devil May Cry 4 Special Edition es una gran remasterización, con gráficos en HD y nuevos personajes controlables pero la jugabilidad en general se ha quedado anticuada y echamos de menos al nuevo Dante, por mucho que lleve esas pintas.

LO MEJOR:

Los cambios jugables gracias a los nuevos personajes. Los gráficos, el 1080p se nota.

LO PEOR:

La jugabilidad se ha quedado anticuada. La cámara y el control durante el plataformeo.

Versión comentada: PS4

Hobby

80

Muy bueno

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