Análisis de Dragon Quest Heroes II para PlayStation 4

EDITADO: Hemos eliminado las referencias a la versión de Nintendo Switch, ya que su lanzamiento todavía no se ha confirmado en Europa. 

Antes de sumergirnos en el análisis de Dragon Quest Heroes II para PS4, hagamos un poco de memoria. No hace falta remontarse demasiado  en el tiempo... hasta hace algo más de año y medio, cuando el primer Dragon Quest Heroes llegó al mercado europeo (con un importante retraso respecto a la versión japonesa). Aquí podéis leer nuestro análisis de Dragon Quest Heroes para PS4, un "musou" (juego de acción con batallas masivas, tras la estela de los Dynasty Warriors) basado en el universo del mítico juego de rol.

Aquel juego nos convenció por su equilibrio al fusionar los combates y los personajes, monstruos y escenarios inspirados en Dragon Quest. También se agradecían los aspectos de rol, y sin embargo, mostraba algunas carencias. En particular, los puntos flojos eran lo repetitivo de su desarrollo, la imposibilidad de comprar ítems y equipar varias unidades iguales y, sobre todo, la ausencia de un modo multijugador. Por fortuna, todos estos elementos (y alguno más) se han resuelto en la secuela de  PS4.  

Una nueva historia

El argumento de Dragon Quest Heroes II, del mismo modo que ocurría en el primer juego, no está tomado directamente de ninguna entrega "rolera". Es una nueva historia protagonizada por dos primos: Lázaro y Teresa que se ven envueltos en una conspiración para provocar una guerra que implique a todos los reinos. Así pues, tendremos que escoger a cualquiera de los dos (que son idénticos en sus habilidades) e investigar quién está detrás de la guerra, y de paso, impedir que el conflicto se propague.

Para llevar a cabo esta misión, tendremos que recorrer el mundo... y ya no disponemos de una nave que nos ahorre los trayectos, sino que nos desplazamos "a patita". El terreno que se extiende entre las ciudades, como corresponde a los juegos de rol tradicionales, son zonas abiertas de tamaño mediano en que tendremos que plantar cara a los monstruos típicos de la serie, como limos o dracaninos.  

Estos combates nos sirven para ganar puntos de experiencia y subir de nivel, y se alternan con misiones secundarias, como ayudar a pnj o cazar a monstruos "buscados".  Cuando llegamos a los "puntos calientes", nos encontraremos con una forma de jugar más familiar: combates en los que hay que cumplir objetivos adicionales, como defender a un personaje, acabar con monstruos que generan portales o darle su merecido a los gigantescos jefes finales.

Aquí es donde podemos disfrutar de una de las grandes novedades de Dragon Quest Heroes II: el modo multijugador para cuatro (en cooperativo).   Claro que si no contamos con amigos que nos quieran echar una mano, podemos ir saltando entre diferentes personajes en medio del combate. Otro de los elementos que le añade variedad al combate son las medallas. Después de derrotar a algunos monstruos, podemos recoger este premio, que nos permitirá invocarlos en combate y transformarnos en ellos.

Omega Force, los desarrolladores de Dragon Quest Heroes, Dynasty Warriors o Zelda Hyrule Warriors domina este género, y eso se disfruta en cada segundo que pasamos peleando. 

El espíritu de Dragon Quest

Aunque ya hemos mencionado que el argumento es nuevo, las referencias a juegos anteriores de la serie son muy numerosas.  En esta ocasión, por ejemplo, se unen Mariel y Gronzo, de DQVII, o Torneko, de Dragon Quest IV (y los spin-off Mystery Dungeon). En total, nos vamos a cruzar con quince personajes, con sus propias armas y con un perfil de combate muy diferenciado (como guerrero, sanador o mago). Pero una de las novedades de esta secuela es que podemos cambiar esa vocación, y permitir que el personaje aprenda otros oficios. 

Los 15 personajes que aparecen en esta secuela, en el mundo de Botavara, representan lo mejor de la saga, y su elección nos parece todo un acierto. ¡No elegiríamos a otros para que nos acompañasen en nuestra lucha contra el ejército dunecino! Pero con todo, después de haber jugado al primero, echamos en falta aún más cambios en el desarrollo. 

Tanto el sistema de combate, que conserva el menú de habilidades y combos muy parecidos, como las misiones que tendremos que afrontar durante el juego -principales y secundarias- nos recuerdan al primero. Eso no le impide ser un juego tan divertido como largo (25-30 horas para la historia, muchas más para lo opcional), que consigue quitarse de encima la etiqueta de ser un "machacabotones". Para ponerle la guinda a un planteamiento tan atractivo, como en todos los Dragon Quest hay que aplaudir un excepcional traducción y por supuesto el diseño de héroes y criaturas de Akira Toriyama, el creador de Dragon Ball y Blue Dragon.