Análisis de Everybody's Gone to the Rapture en PS4
Clara Castaño Ruiz
Everybody’s Gone to The Rapture, el exclusivo de PS4 que estará disponible en PS Store el 11 de agosto, nos propone un viaje increíble, una historia que va más allá de la imaginación y que nos transporta a un mundo desolado en el que debemos descubrir qué ha ocurrido.
El juego de The Chinese Room es mucho más que un videojuego, es un experimento y una aventura sobre la vida misma. Pero por esas mismas razones, puede que algunos usuarios lo encuentren lento, o falto de nuevas mecánicas. Veamos lo que ofrece.
Bienvenidos a Yaughton
The Chinese Room, en colaboración con Sony Santa Monica, nos propone una aventura en primera persona con una historia increíble, basada en cuentos de John Wyndham, J.G Ballard y John Christopher, que te mantendrá pegado a la pantalla y te llegará al corazón. Nos trasladamos al valle de Yaughton, Shropshire, un condado del Reino Unido, durante el verano de 1984. Un experimento científico ha salido mal y ha traído la desolación al pueblo. Nosotros somos los únicos supervivientes del Apocalipsis que se ha desatado y debemos investigar qué pasó con los habitantes y comprender qué ocurrió allí.
Este típo de juegos no es nuevo para The Chinese Room, ya en su aclamado Dear Esther nos proponían algo similar: un único personaje que tenía que recorrer una isla desierta, mientras recuperaba la memoria a base de recoger recuerdos. Pero, en Everybody's Gone to the Rapture se ha llevado a gran escala. Aquí no hay misiones, no hay puzles, sólo estamos nosotros y el inmenso mundo abierto que nos rodea y que recorreremos en busca de la verdad.
Un paseo por la campiña inglesa
Seis personajes, a los que no vemos en ningún momento, son los protagonistas principales de la historia, aunque hay muchos otros. Nosotros nos metemos en su piel, mientras recorremos la campiña inglesa, a paso lento, y vamos reconstruyendo la vida de esa comunidad. El paso de un personaje a otro es totalmente aleatorio, nosotros no decidimos con quién queremos jugar y tiene mucho que ver con la zona que estemos explorando en cada momento.
Es un juego centrado en la narrativa, no hay ningún susto o rompecabezas que resolver, todo se limita a pasear por el pueblo, el campo y todo lo que conforma el valle de Yaughton. Abrir puertas, escuchar la radio, contestar el teléfono y perseguir unos haces de luz, serán fundamentales para ir revelando la historia. La duración total es de unas ocho horas, aunque dependiendo de lo que exploremos puede llevar mucho más, además también puede ocurrir que te pierdas por las montañas y tengas de reencontrarte a ti mismo.
Una narrativa fuera de los límites
Nosotros somos los creadores de nuestro destino. Los caminos para investigar los acontecimientos del valle de Yaughton son diversos, pues al ser un mundo abierto y sin misiones establecidas, podemos acudir a cualquier zona en el momento que nosotros queramos. En realidad, es un juego para desarrollar nuestra imaginación ya que, nosotros no vemos a los personajes, aparecen como en forma de luces, por lo que podemos diseñarlos en nuestra mente como nosotros queramos.
Las sensaciones que te vas encontrando a medida que recorres el camino son de soledad, rendición e, incluso, de cierta angustia cuando vas comprendiendo lo que en realidad ocurrió en ese pueblo. Sin ningún tipo de indicador o mapa que nos diga por dónde tenemos que ir, sólo los postes y nombres de calles nos guiarán en nuestro viaje.
Gráficamente, todo está recreado a las mil maravillas, parece que en realidad estamos tomándonos unas pintas en el pub. Las motas de polvo, las luces, el movimiento del trigo, todo está perfectamente estudiado para crear una ambientación maravillosa que te invita a detenerte y hacer una fotografía. Si sois amantes del arte, muchos de los paisajes os recordarán a la pintura de John Constable y otros artistas ingleses.
Las mecánicas son muy sencillas: se basan en caminar y caminar por Yaughton. Para ello utilizamos el joystick izquierdo de nuestro Dualshock y con el derecho enfocamos la cámara y la situamos a nuestro gusto. De los botones del mando, sólo utilizamos la X para realizar algunas acciones como abrir las puertas, contestar al teléfono o dar al play en la radio. Por último, cuando estamos delante de algún haz de luz (las luces de energía doradas) debemos mover el mando de izquierda a derecha para atrapar los recuerdos y desbloquear una parte del argumento. En este sentido, a la hora de moverse resulta un poco tedioso ya que el caminar es sumamente lento, no hay ningún botón que nos permita andar más rápido. Además, se echa en falta mayor interacción con el rico entorno: coches, juguetes, pelotas de fútbol y cartas, entre otros objetos, son meros espectadores, no podemos hacer nada con ellos.
La música que te guía
La Banda Sonora de Everybody's Gone to the Rapture es una maravilla para los oídos. Compuesta por la propia directora del juego, Jessica Curry, nos trasmite emociones y sensaciones para acompañar el argumento a la perfección. Los temas corales, o más melódicos, nos permiten entrar en la historia y nos hacen más sencillo nuestro paseo en soledad. Cada personajes tiene su propio tema musical y el resultado es de lo más poético.
En cuanto a la localización en España, al contrario de lo que parecía en un primer momento, el juego está completamente doblado al castellano con subtítulos en nuestro idioma. Eso sí, se han dejado algunas cosas en inglés, como las cartas que nos encontramos por los distintos escenarios. Además, las televisiones desperdigadas por toda la aventura repiten constantemente un número en inglés, como si de Perdidos se tratara.
Reflexiones finales
En definitiva, Everybody's Gone to the Rapture es un auténtico experimento y un placer para los sentidos. Al principio puede resultar desconcertante: ¿a dónde voy?, ¿qué hago ahora?, pero termina enganchando de tal manera que, aunque no veas físicamente a los personajes, llegas a empatizar con ellos de tal manera que, incluso, se te puede escapar alguna lágrima y enfadarte por lo que está sucediendo. Everybody’s Gone to the Rapture es un juego sobre la vida, el paso del tiempo, la soledad, el amor, la muerte... Muchos lo odiarán: es lento, no hay acción, no hay misiones y, otros en cambio, lo amarán. Pero, lo que es innegable es que, es todo un alarde de creatividad, esfuerzo y magia realizado por un pequeño equipo de desarrolladores. Algo distinto dentro del mundo de los videojuegos. Si todavía tenéis dudas, no os perdáis nuestro gameplay de Everybody's Gone to the Rapture.
VALORACIÓN:
Everybody's Gone to the Rapture es un auténtico experimento creativo: visualmente espectacular y argumentalmente intrigante, consigue lo que está buscando, que sigas recorriendo cada rincón de Yaughton en busca de la verdad. ¡Digno de admiración!LO MEJOR:
Completamente en castellano, una historia que te atrapa, una magnífica ambientación.LO PEOR:
Excesivamente lento, mecánicas un poco fallonas, poca interacción directa con el entorno.Versión comentada: PS4
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