Análisis de Minecraft: PlayStation 3 Edition

A estas alturas de la vida habrá poca gente que no sepa de qué va una de las revelaciones jugables de los últimos tiempos y el éxito más rotundo de la escena indie. Pero por si acaso hay algún despistado que haya estado viviendo en la Luna, describiremos en qué consiste esta locura cúbica llamada Minecraft.

En 2009 el estudio indie sueco Mojang, de la mano de su lider Notch, creó para PC un mundo tridimensional de estética cúbica y pixelada (como si fuesen bloques de LEGO) de innegable carisma donde podíamos hacer... de todo. Con el único objetivo de sobrevivir a los peligros que esconde la noche, en forma de "creepers" y demás bestias sanguinarias, debíamos recolectar recursos naturales a golpe de pico y pala para luego fabricar y montar  toda clase de herramientas, armas y edificaciones. Un "sandbox" en el sentido más estricto y amplio que podáis imaginar, donde la lógica juega un papel importante.

Si quieres una pala, antes deberás obtener madera y metal. Con ella podrás excavar para conseguir ricos minerales con los que construir armas y armaduras, siempre que obtengas cuero de la piel de las vacas, plumas de los patos... Una espiral creativa sin fin y donde nada quedaba fuera de nuestro alcance gracias al uso de mecanismos como interruptores de presión, raíles, sensores y motores con los que hacer funcionar nuestras creaciones más complejas. El éxito de Minecraft fue rotundo, gracias a un planteamiento donde la libertad para crear tu propia aventura era total y absoluta. Además, ha ido recibiendo periódicamente expansiones diversas y "mods" de usuarios hasta convertirlo en un fenómeno social y jugables de proporciones épicas.

Una gran adaptación

Veinte millones de unidades vendidas después, PlayStation 3 recibe por fin una versión de Minecraft a su medida. Y por suerte recoge todas las ampliaciones y actualizaciones con las que a fecha de hoy cuenta la versión de Xbox 360, que son muchas. Aunque hay que dejar claro que esta versión de PS3, aún así, no alcanza el nivel actual de la versión nativa de PC, donde existen miles de mods de usuarios y el tamaño del mapa es clara y notablemente más grande. Pérdidas que no ensombrecen ni distorsionan un juego que tiene cientos de horas de diversión que ofrecer a los jugones de PS3.

Y es que esta versión para la sobremesa de Sony viene cargadita de de novedades, siendo la más evidente la del control. En el Minnecraft de PS3 Manejar a nuestro anónimo héroe con el pad es muy sencillo, a pesar de alguna decisión poco ortodoxa en cuanto al movimiento a la hora de correr. Un excelente trabajo asignando funciones a los botones y cruceta del Dual Shock ha dado como resultado una experiencia ágil y fluida a la hora  de moverte por lo complejos y numerosos menús e inventarios.

Pero es la decisión de hacer la experiencia constructiva más amigable a los usuarios de PS3 lo más destacable de estas novedades. En el Minecraft original, para fabricar algo deberíamos adivinar que materiales hacían falta, qué cantidad y qué otras herramientas eran necesarias. Eso, o empollarse los cientos de manuales que los fans han ido colgando en internet. Jugando en PS3 siempre sabremos de antemano todas estas variables, haciéndonos la vida más sencilla, pudiéndonos centrar en la parte creativa. Además, el juego cuenta con un utilísimo tutorial donde se explica cómo obtener ciertos recursos o cómo domesticar un animal determinado. Tutorial que enseguida nos advertirá de que la llegada de la oscuridad trae consigo a cientos de temibles criaturas y que lo mejor que podemos hacer es ocultarnos en nuestra propia casa, construida a golpe de pico y pala, hasta la llegada de un nuevo día.

Por suerte también ha sido incluido el reciente Modo Creación. En él no tendremos que preocuparnos de sobrevivir a los ataques de los creepers u otros enemigos y podremos concentrarnos en la construcción de objetos únicamente. Para ello, se nos permitirá "flotar", contando así con un punto de vista único para pulir nuestra obra o añadir características a ella de otra manera imposibles.

Construir es cosa de muchos

La faceta multijugador de este Minecraft es de lo más completa. En compañía de hasta otros 7 jugadores online, o bien al viejo estilo, 3 en el mismo salón que tú y a pantalla partida, podremos abordar cualquier desafío constructivo de una manera mucho más productiva. Si uno solo puede llevar acabo crecaiones asombrosas, imaginad lo que puede salir de un grupo de peones y arquitectos trabajando al unísono y en armonía. Y si la cosa nos ha quedado "de perlas", podremos invitar a conocer nuestras construcciones a amigos de manera selectiva y que se den un garbeo por nuestro mundo. Resulta realmente asombroso descubrir en internet los proyectos que hay en marcha por grupos de minecraft-maniacos, con recreaciones tan asombrosas como Invernalia o la mismísima Estrella de la Muerte.

Y ni que decir tiene que los combates en grupo siempre suelen reportar mejores resultados que en solitario, más áun cuando tus enemigos abundan y son tan pleígrosos como los de la noche de Minecraft.

El apartado visual y artístico rezuma personalidad por los 4 costados, siempre con la simplicidad por bandera. Puede que no alerdee de grandes efectos de luz y particulas pero enseguida le cogerás cariño a un estilo único que representa cada uno de los objetos y entornos de una  forma muy original. Aunque esa misma simplicidad no puede evitar el juego tenga agún que otro tirón en ciertos momentos, con una caída de frames claramente perceptible. La música y efectos de sónido mantienen el mismo tono, aunque pasan mucho más desapercibidos y pecan de algo "sosos".

Dicho esto, no hay que olvidar de que se trata de un juego creado por un estudio indie, Mojang, y que no cuenta con los recursos de los grandes del sector, lo que tiene aún mucho más mérito.

En definitiva, Minecraft en PS3 ofrece casi todo lo bueno que tienen la versión para PC junto con un control y un enfoque más amigable que sabrá atraer a aún más fans a esta enorme comunidad. No lo dudes ni un segundo, nunca 18,99 euros habían dado para tanto.