Análisis The Walking Dead Season 2 Episodio 1

Explicar en qué consisten las aventuras de Telltale Games no resulta nada fácil, especialmente cuando tratas de convencer a los más jóvenes de que tienen que probarlo. Muchos no han disfrutado a posteriori de las grandes aventuras gráficas de los años 90, aquellas joyas de Lucasarts o de Sierra que marcaron a toda una generación.

Desde luego, no es un género de esos que enseñas a tus amigos para demostrarles de qué son capaces los videojuegos hoy en día. No hay marines espaciales, dragones escupiendo fuego, soldados librando al mundo de la tercera guerra mundial ni grandes artificios técnicos. En las obras de Telltale tampoco hay coberturas, no hay edificios rompiéndose en mil pedazos a nuestro paso y, desde luego, tampoco hay parkour.

Eso sí, cualquiera que lo pruebe: jovenzuelo, viejo o incluso "viejoven" comprobará que a  The Walking Dead Season Two: Episodio 1 le bastan unas pocas pulsaciones de los botones de nuestro pad para hacernos vivir emociones mucho más fuertes que los últimos 4 Call of Duty juntos. Y, ¿cómo lo consiguen?

Pues, principalmente, gracias a la empatía que consiguen despertarnos hacia los personajes y las situaciones que nos hacen vivir. En esta nueva temporada el protagonismo recaerá sobre Clementine, la niña que nos acompañó como personaje no jugable durante la primera temporada. Clementine ahora debe sobrevivir por su cuenta en un mundo que volvería loco a cualquier adulto hecho y derecho.

Las tesituras en las que nos vemos envueltos son de lo más variadas. Una vez más no quiero destripar nada, pero baste con decir que son vivencias impactantes, espeluznantes y que hacen que la pobre Clementine madure a marchas forzadas (por si había tenido poco durante la primera temporada). Lo más curioso, además, es que la infección zombi que asola el país no es nuestro mayor quebradero de cabeza.

Un mar de grises

La mecánica de juego se basa principalmente en la toma de decisiones, bien sea hablando con otros prsonajes o eligiendo nuestra siguiente acción entre distintas opciones. El desarrollo mezcla los típicos Quick Time Events con la exploración de pequeños escenarios típica de las aventuras point and click (coge esto, úsalo allí y coge aquello otro para usarlo en otra parte).

Lo que de verdad engancha son las situaciones morales a las que nos enfrenta, capaces de formar parte del temario de una clase de ética. Aquí no hay blancos o negros, sino un amplio abanico de grises. No nos enfrentamos a decisiones del tipo: ese tío es muy mala persona, elige entre matarle o dejarle vivo, sino a cosas mucho más sutiles, pero que tienen una gran importancia para los acontecimientos venideros. Por ejemplo, ¿serías capaz de mentir a una niña poco espabilada diciéndole que eres su amiga para conseguir lo que quieres? Allá tú, pero las consecuencias acabarán pensando en tu conciencia, y en tu futuro próximo. Sus dilemas morales recuerdan a lo mejorcito del primer Dragon Age, por ejemplo.

Sufrirás las consecuencias

Las consecuencias de nuestras decisiones son mucho más palpables que en otros juegos de este tipo. Nosotros hemos rejugado este rimer capítulo un par de veces tomando otras decisiones y, la verdad sea dicha, no hemos notado grandes diferencias aunque, como pasaba con la primera temporada, se notan más a medida que avanzamos en los episodios. Además, el juego utiliza nuestra partida guardada de la primera temporada para tener en cuenta todas las decisiones que tomamos y aplicarlas a la segunda.

Lo único que no nos ha gustado de este primer episodio es la ausencia de novedades. Muchos pensaréis que para qué tocar algo que funciona de maravilla, pero la realidad es que las buenas novedades nunca son mal vistas. Si lo novedoso de la primera temporada fue lo que nos enganchó, ¿por qué no añadirle nuevas mecánicas?. En cualquier caso, queda mucha temporada para contradecirnos y este primer episodio no hace más que adelantarnos lo que se nos vendrá encima los próximos meses. Nosotros, ya estamos deseando poder juagrlo.