Análisis de Wario Ware Gold para Nintendo 3DS

Nacida en 2003, WarioWare es, sin ningún tipo de dudas, una de las series más locas, atípicas y excepcionales de Nintendo. Con 10 entregas a sus espaldas, contando las versiones sólo digitales de DSi y Wii, se ha ganado el cariño de muchos jugadores, que la ven como algo único y diferente en el mundo del videojuego, con permiso de Rhythm Paradise. 

En WarioWare, el humor absurdo se da cita un unas brevísimas pruebas que duran como mucho 5 segundos, y que cogen las ideas más absurdas (como impedir que entre una visita no deseada empujando la puerta) y las adornan con una sencilla jugabilidad (pulsar un botón, trazar una línea en la pantalla táctil...). Para muestra, el trailer de abajo.

WarioWare Gold para Nintendo 3DS ha sido desarrollado por Intelligent Systems, como la mayoría de las entregas, y recoge el testigo de anteriores entregas (la última Game & Wario para Wii U editada hace 5 años), ofreciendo un total de 316 microjuegos, muchos de ellos adaptaciones y puestas al día de los vistos en otras entregas.

Al igual que Rhythm Paradise Megamix, lanzado ya hace casi dos años, se podría decir que WarioWare Gold es un "grandes éxitos" con algún tema nuevo de ese grupo que tanto nos gusta, si nos permitís la analogía con la industria de la música. 

Se trata de un juego que recopila los mejores minijuegos de la serie, casi todos puestos al día visualmente, alguno inéditos porque el juego del que provienen no llegó (por ejemplo WarioWare Twisted, que no se lanzó en España por contar con un sensor con mercurio), junto a otros completamente nuevos.

Entre estos 316 "delirios" hay de todo, desde hacer estornudar a un gorrino a aplastar pikmins o pequeños homenajes a clásicos de Nintendo. Intentar contaros todos sería interminable, y le quitaría la gracia al juego. Son como pequeños gags de 5 segundos, algunos altamente hilarantes.

Estos microjuegos se articulan en torno a un modo historia, en el que el pesetero Wario organiza unos juegos para ganar dinero. Para ello solicita la ayuda de viejos conocidos de la serie, como Kat y Ana, Dr. Crygor o 9-Volt, entre otros muchos.

Así, estos juegos de Wario, que en realidad son una artimaña para sacar dinero a los participantes, se dividen en tres ligas: la liga botones, la liga giro y la liga táctil. La primera nos invita a jugar con la cruceta y el botón A, mientras que la segunda con el giroscopio de la consola y la tercera, con la pantalla táctil.

Es, por decirlo rápidamente, una forma de catalogar los minijuegos en base a las entregas ya aparecidas. La liga giro, por ejemplo, recopila algunos minijuegos vistos en WarioWare Twisted!, mientras que la liga táctil, los de WarioWare Touched, por poner dos ejemplos.

Cada liga se subdivide a su vez en 5 niveles, cada uno de ellos protagonizados por un personaje y con un tema de fondo (minijuegos deportivos, vida cotidiana, fantasía, Nintendo...). Cada uno de estos niveles nos invita a superar entre 7 y 22 minijuegos, que van subiendo de velocidad a medida que superamos pruebas.

Si completamos el número de minijuegos fijado en cada nivel (repetimos, como máximo 22), desbloqueamos el siguiente nivel de esa liga (no están todos disponibles de primeras, sólo el primero de cada una).

Este modo Historia de WarioWare Gold es, quizá, donde se aglutinan las novedades más importantes. La primera, es que todos y cada uno de los diálogos de las escenas están doblados íntegramente al castellano, algo nuevo en la serie... y en la mayoría de IPs de Nintendo.

No estamos hablando de una o dos escenas sino de, como mínimo, dos por personaje (una intro y un ending) y con una duración que puede rondar los 2 minutos de media. Vamos, que hay diálogos... y casi siempre bastante surrealistas.

Tampoco vamos a mentir: de primeras, descoloca. Se hace raro escuchar a Wario, sobre todo si estás familiarizado con la serie y tienes grabada a fuego su risita malévola. Más aún, con frases como "liarla parda" y similares... que son demasiado locales y a mí por lo menos no terminan de encajar con el personaje.

Pero ni siquiera eso impide que sea un doblaje cuidado, con voces conocidas y, en general, bastante bueno. Es sólo que, si has jugado a todas las entregas, al principio se te va a hacer raro.

La otra novedad del modo historia de WarioWare Gold es que cada vez que superamos un nivel, recibimos monedas. Estas monedas nos permiten continuar si fallamos en mitad de una liga (son como un continue) o comprar bolas de premio en una máquina expendedora, de las que hablaremos más adelante.

Superadas las tres ligas iniciales y sus quince niveles, habilitaremos una última liga, la liga ultra, que combina todos los tipos de prueba (control, giro y táctil) y añade otro más, que usa el micro para soplar, lo que nos obliga a estar más atentos y afinar nuestros reflejos.

El gran problema del modo HIstoria de WarioWare Gold es que, completarlo, lleva unas dos horas como mucho. Tendremos que repetir la mayoría de niveles de las ligas para desbloquear todas las pruebas que ofrecen (es imposible conseguirlo a la primera), pero aún así, es una duración breve.

Una vez pasados todos los niveles, desbloquaremos otros modos y opciones. Por ejemplo, desde el menú principal podemos acceder a la máquina dispensabolas y comprar nuevos extras, ver la colección que tenemos o repasar un índice que nos permite ver qué minijuegos hemos desbloqueado con cada personaje, y cuántos nos quedan por descubrir (así como jugar a los que ya tengamos, y anotar nuestro récord en esa prueba).

Pero, sin duda, lo más interesante de WarioWare Gold son los desafíos, que son 9 modos de juego adicionales que introducen variantes en la mecánica. En casi todos ellos podemos elegir el tipo de minijuego al que queremos enfrentarnos (botones, giro...), una versión "ultra" que los mezcla todos e, incluso, una versión "ultra sin guía" que no nos indica el tipo de minijuego que es antes de que empiece.

Así, por ejemplo, encontramos los modos "A lo loco", que es un remix de todas las pruebas; "Muerte súbita", en el que debemos superar el mayor número de minijuegos posible con una única vida (normalmente tenemos 4) o "Hiperdifícil", que nos invita a jugar las pruebas a la máxima velocidad.

Por su parte, "WarioWatch" nos invita a ser rápidos para sumar tiempo a nuestro cronómetro mientras que "A escondidas" recupera la idea vista en la entrega de Wii U, y nos invita a jugar estando pendientes de la pantalla de arriba, para evitar ser descubiertos por nuestra madre.

Para terminar, están "Incordio Wario", en el que debemos superar los minijuegos superando las molestias de Wario, como muñecos o pintura que tapan parte de la pantalla, mientras que "Gas a fondo" nos permite elegir la velocidad de la prueba moviendo la consola y "Sin parar" va cambiando la pantalla en la que aparece el minijuego.

El noveno y último modo es Combate, el modo multijugador para dos, que por desgracia no permite compartir el juego vía "modo descarga", y obliga a que cada jugador tenga su copia de juego. Casi todos los WarioWare son principalmente experiencias para un jugador, pero si introduces este extra... pues hombre, introdúcelo bien.

Por si todo esto fuera poco, también incluye las llamadas misiones, que en realidad son 150 retos adicionales que nos dan monedas extra por cumplir algunos hitos, como desbloquear todos los minijuegos de un personaje, conseguir una puntuación X en un minijuego y similares.

Hemos dejado lo mejor del análisis de WarioWare Gold para el final: el dispensabolas. Como hemos dicho antes, con las monedas que ganamos podemos comprar bolas con premio, que desbloquean más contenido, desde cartas de los personajes a vinilos con los temas del juego y mucho más. Todos estos extras se recogen en una de las opciones, "colección".

En ella podemos encontrar teléfonos, incluido uno de rueda, en los que podemos marcar números especiales (para ver algunos diálogos chorra), un estudio de grabación donde podemos redoblar todas las escenas del juego con nuestra voz (hay que conseguir cada escena en una bola)....

Por haber, hay incluso una pequeña enciclopedia Nintendo en la que vamos desbloqueando consolas, recreativas y juguetes con información e imágenes. No es muy extensa en datos, pero no deja de ser una curiosidad.

Y no sólo eso: también hay despertadores con cada personaje (hay que superar 3 minijuegos para que dejen de sonar), chorradas como modelos 3D de consolas que podemos rotar, curiosidades como poner un amiibo y que Wario lo pinte... y por supuesto, minijuegos adicionales, como Miutroid, un minijuego de disparo con un minino.

El resultado es un título muy completo en cuanto a contenido, que disfrutarán sobre todo quienes no conozcan la serie. Los fans encontrarán razones para volver, aunque parte de la frescura se ha perdido (muchos minijuegos vuelven), el modo historia es corto y para desbloquearlo todo tendrás que repetir y repetir muchas veces los niveles, desafíos y minijuegos.

Además, es una pena que otros detalles no se hayan cuidado tanto como el doblaje: se echa en falta el 3D estereoscópico (yo sigo jugando con mi New 3DS) y que no se pueda compartir para echar un pique rápido con un amigo. Incluso el ritmo al que se ganan las monedas no está bien calibrado: para desbloquearlo todo tendrás que echar bastantes horas y la repetición de niveles y pruebas acaba resultando algo monótona.

Pero, por lo demás, si te llaman mínimamente los juegos "raros", que buscan la diversión por encima de todo, con jugabilidad sencilla pero muy adictiva, WarioWare Gold es lo que buscas. Es un juego con mucho contenido y, sobre todo, muchísimo humor, como para amenizar las calurosas tardes de verano con tu Nintendo 3DS.