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Crítica de Ant-Man, la película de superhéroes con Paul Rudd

Jesús Delgado

Ant-Man: ¡crítica doble!
Ant-Man narra las aventuras de Scott Lang, un ladrón de guante blanco rehabilitado, que se ve arrastrado a dar un nuevo golpe por un científico retirado, el Doctor Hank Pym. Pym pretende que Scott dé un golpe contra la corporación que él ayudó a crear para que la tecnología que diseñó no caiga en manos militares.  

Los más agoreros decían que Ant-Man iba a ser el primer patinazo de Marvel Studios. Los más descreídos sostenían que se trataba de un héroe sin carisma ni interés alguno. Los más snobs incluso decían que ibamos a estar ante una película tonta, rancia, sin ningún tipo de gracia y pueril. Todas estas personas, muy posiblemente, tengan que replantearse sus juicios apresurados sobre la última película de la Fase 2 del Universo Cinematográfico de Marvel una vez salgan del cine.  

Ant-Man (el Hombre Hormiga para los puristas del cómic) se nos plantea como una película al uso de Marvel Studios. Esto es,se utiliza al superhéroe como excusa para narrar una película de género. En este caso lo que tenemos es una película de robos con elementos de ciencia ficción. De hecho, bien podríamos definir la película del Hombre Hormiga como una mezcla entre Iron Man, Cariño he encogido a los niños,El increíble Hombre Menguante y Ocean's Eleven. Todo ello adecerazado con el sentido del humor, y el tono ligero con el que Marvel pretende siempre cubrir sus películas, haciéndolas accesibles para el gran público y huyendo de falsas trascendencias filosóficas. 

Dicho ésto, tampoco estamos ante una película que vaya a ser un taquillazo, como fuera Guardianes de la Galaxia o Vengadores: La Era de Ultron, aunque tampoco pretende serlo, cuidado. Se trata de la película más humilde de Marvel en muchos años. Y eso se nota mucho. Su presupuesto es el más pequeño de todas las cintas del Marvel Cinematographic Universe: 130 millones de dólares. (Iron Man costó 140 en 2008) y eso se nota en la selección de localizaciones, secuencias, efectos especiales, planos, etc... las cuales carecen de la grandilocuencia de las grandes producciones marvelitas de Disney, aunque no de su encanto

N por ello el "hermano pobre" de las películas de Marvel es mísero. Al igual que el héroe que la protagoniza, estamos  ante una cinta con grandes posibilidades. Críticos norteamericanos, incluso la han bautizado como la "nueva Iron Man", un mote que la viene como anillo al dedo, debido a su encantadora simpleza, sobre la cual os hablamos a continuación.

Un acertado regreso los mínimos básicos

Seamos sinceros. Hasta Vengadores: La Era de Ultron, el género de los superhéroes parecía sumido en una espiral del "más grande y épico todavía". Debido a ésto, algunos espectadores comenzaban a tener empacho de capas, mallas, superpoderes y CGI.  Y, aún así, en vista de los estrenos del próximo año, parece que la tendencia va a mantenerse aún un tiempo. Atendiendo a ésto, podríamos decir que Ant-man es el equivalente cinematográfico al sorbete de limón y cava que se sirve en los banquetes de boda para aliviar un poco el estómago en medio de la orgía gastrónimica:  Sin recurrir a sabores o texturas excesivas, limpia nuestro paladar, preparándonos para lo que aún está por llegar. 

Ant-Man: ¡crítica doble!

Para este fin, el Hombre Hormiga se presenta como una película de orígenes de superhéroes con una estructura de trama y un desarollo de la misma de manual: "Presentación del héroe, descubrimiento de los poderes y enfrentamiento con el villano de turno". Algo así no los veíamos en el cine desde Iron Man (o desde la primera de Capitán América, si nos apuráis). Este mismo rasgo evidencia el hecho de Ant-Man estuviera destinada a ser la primera película del MCU antes de ser continuamente postergado en favor de Iron Man y de películas que dieron pie a que Marvel sofisticase su presupuestos narrativos, acercándose más y más a la narrativa puramente comiquera.

Sin embargo, debido a la naturaleza del personaje, al hecho de que sus poderes sean atípicos y que los elementos que utiliza (como el de comandar hormigas), requieran cierta sofisticación técnica como narrativa, justifica su retraso. Incluso sin el 3D, los efectos especiales resultan bastante chulos, haciendo justicia a la dimensión de este héroe. Así, en las secuencias de "encogimiento" del personaje y las escenas en las que utiliza sus poderes, quedan muy bien en pantalla, sacando muchísimo partido visual a todas las habilidades del personaje, las cuales aunque "pequeñas" no pasan desapercibidas. 

A pesar de esta simpleza, también hay ciertos fallos de edición que hacen que la película avance a trompicones o de manera algo lenta, según al espectador que le preguntes. Esto, quizá, se deba a que no es un proyecto original de su director Peyton Reed, quien heredó la película de Edgar Wright, el verdadero impulsor del título y, en cierta medida, del MCU. De ahí que,  en ocasiones, parezca una película cuyas secuencias están "cosidas" entre sí. Aunque también hay que ser muy puntilloso y puñetranco para sacarle punta a este detalle. 

Ant-Man: ¡crítica doble!

Por otro lado, al ser un proyecto continuamente reformulado por exigencia de la productora a lo largo de los años, no os extrañéis si encontráis alguna que otra incoherencia argumental. Pero bueno, esto es una película de "un señor que se encoge con un traje creado por un científico loco y comanda con la mente a hormigas para que le ayuden a derrotar a otro pirado con un traje similar", no The Wire, House of Cards o True Detective...

Por eso, teniendo en cuenta ante que tipo de producto nos encontramos, tampoco deberíamos llevarnos las manos a la cabeza ante la inclusión de elementos tópicos y típicos como son una tumultuosa relación padre-hija o los alivios cómicos o, incluso, el posible rollete amoroso entre el héroe y la heroína. Su tratamiento, aún así, sorprende ya que se deconstruiyen estos tópicos, siendo una parodia (¿quizá intencionada?) de sí mismos. Por poneros un ejemplo, y ahorrándoos SPOILERS, en un momento determinado se da una secuencia muy emotiva y dramática  que uno de los personajes chafa, haciendo befa de este tipo se escenas.

Ant-Man: ¡crítica doble!

Se ha de hacer notar que si Paul Rudd nos brinda un héroe pícaro, fresco y novedoso para el Universo Cinematográfico de Marvel, lo mejor a entender del autor de estas líneas es la familia Pym. El Hank Pym (Michael Douglas) de esta película es intenso y tremendamente dramático y se nos presenta como uno de los superhéroes clásicos e inadvertidos del MCU. De hecho, ya os avisamos que su compañera La Avispa, sale y el planteamento de su relación y su influencia en S.H.I.E.L.D. y la idea de unos Vengadores está muy bien llevada. De hecho, los críticos con su ausencia en anteriores películas, se quitarán el sombrero ante el Hank Pym del MCU. Estos mismos, a su vez, alabarán a Hope Van Dyne.   Gracias a ella, Evangeline Lilly se redimirá ante la crítica tras el papelito de Tauriel en El Hobbit. Lilly nos brinda un personaje femenino con curva de desarrollo y que veremos ejercer cierto peso en el futuro del Universo Cinematográfico de Marvel en calidad de mujer fuerte e independiente, pero no privada de feminidad, sentimientos o debilidades.  

En general Ant-Man es una película que se deja ver muy bien y se sale del cine con un gusto muy bajo en la boca, si no se va a ver con la predisposición de que se trata de "una más de superhéroes" sino de una cinta de acción, aventuras y comedia. Además, el público que no haya visto las otras películas de Marvel Studios, no se sentirá muy perdido con su visionado. Aunque hay cameos de ciertos personajes y referencias a las otras películas, su implicación no estomaga ni hace lioso el discurso de la película. Aunque, eso sí, los fans sacarán mucho jugo a los pequeños detalles... como esa mención a Spider-man que tanto dio que hablar cuando salieron las primeras críticas en USA.

Ah, y sí, hay dos escenas post-créditos. Las dos son muy molonas y nos sugieren el futuro del Universo Cinematográfico de Marvel en la Fase 3. No os hablamos de su contenido y repercusión, pero sí os decimos que las dos os dejarán con muy buen cuerpo. Una es un broche de oro que os deja con ganas de más y la otra calienta motores para lo que está aún por llegar. Y hasta aquí podemos leer. 

 


Crítica de Ant-Man por Raquel Hernández

Estamos en una de esas ocasiones en las que Jesús Delgado y yo no estamos de acuerdo al 100%. Vaya por delante que, con el ánimo de aportar una nueva perspectiva he acudido al pase de la película en versión subtitulada y 3D. Estamos ante un digno cierre de la Fase 2 de Marvel, sin duda, pero también es cierto que Ant-Man tiene poblemas de ritmo y concepción bastante serios que la convierten en una entretenida película de aventuras que se sitúa un poco al margen de lo que hemos visto hasta ahora y que, a decir verdad, no tiene una gran trascendencia.

En general Ant-Man la disfrutarán especialmente niños y jóvenes, mientras que, quienes quieran seguir viendo crecer las historias del MCU y esperen hilos de continuidad sólidos tendrán que esperar a Capitán América: Civil War para encontrar algo más de profundidad en el guión. Así que, ¡advertencia importante: hay dos escenas postcréditos! Una en la que nos avanzan la futura incursión de una superheroína femenina y otra que enlaza con lo que está por llegar en el supergrupo de Los Vengadores.

Ant-Man: ¡crítica doble!

Michael Douglas ha disfrutado la experiencia de participar en el universo marvelita y no es de extrañar si tenemos en cuenta que empieza protagonizando una secuencia en la que es rejuvenecido vía CGI. "Me gustaría hacer una precuela. Porque ahora ya sé que me pueden hacer con CGI. Me hacen parecer 25 años más joven. Quiero hacer Tras el corazón verde otra vezy quiero una precuela de Ant-Man, quiero meterme en el traje de Ant-Man". 

Aprovecho su reflexión para señalar dos cosas: la primera es que el MCU no puede seguir estirándose ad infinitum y prueba de ello es que Ant-Man, siendo una buena propuesta veraniega para pasar el rato, no consigue enganchar al espectador como anteriores proyectos: Paul Rudd interpreta el papel de antihéroe simpático de buen fondo que tiene que demostrar su valía pero no es tan magnético y mordaz como Robert Downey Jr, ni un dios con un imaginario tan rico como el del Thor de Chris Hemsworth ni tampoco una masa enfurecida como Hulk que puede transformarse en incontrolable. Y la segunda es que los efectos especiales son una verdadera pasada y nos remiten a clásicos de otros tiempos como bien ha señalado en su texto Jesús, así que ¡normal que el actor quiera más!

Ant-Man: ¡crítica doble!

No es el que el personaje principal carezca de atractivo, es que, salvando todo lo que aporta el tratamiento digital de la cinta y que estamos ante una película de Marvel, estaríamos ante cualquier propuesta de sobremesa en la que sucede lo que esperamos desde el primer minuto. Parte de la culpa la tiene el intrascendente villano cuyas motivaciones personales son tan peregrinas: Chaqueta amarilla. Y es aquí por donde le han caído las collejas a Peyton Reed porque el maniqueísmo es tan manifiesto que roza lo pueril.

A pesar de todo ello, el ejército de insectos de Ant-Man, el entrenamiento de sus habilidades con el traje de hombre-hormiga y su pandilla de chorizos consiguen aportar buenos momentos de diversión puntual a la película, que se desvive por enganchar con propuestas anteriores haciendo alusión a SHIELD, al pique de Hank Pym con los Stark o a Hydra. En cierta manera es como si desde su concepción hubiera cierta autoconsciencia de que por sí misma Ant-Man no es suficiente y necesita tirar de lo ya conocido, aunque no está insertado de una manera fluida y natural. El saqueo de la sede de los Vengadores, por ejemplo, se disfruta pero argumentalmente está metido con calzador.

Ant-Man: ¡crítica doble!

Sobra drama, faltan ritmo y humor (aunque algo queda del espíritu de Edgar Wright) y un tijeretazo en la primera parte del metraje le habría venido bien a la película. Es de esperar que Evangeline Lilly, eso sí, siga haciendo crecer la franquicia en su vertiente minaturizada tanto o más que ese ávido Michael Douglas que tan cómodo se ha sentido como Hank Pym y a quien cinematográficamente le han dado un nuevo rol en el recolocado menú de Marvel. Vale, a lo mejor Ant-Man no es un postre de cinco estrellas Michelin pero hay que reconocer que tampoco el fiasco que muchos auguraban, simplemente deja con un poco de hambre.

Respecto a la experiencia en 3D hay que decir que se disfruta de veras en todo su esplendor ante los cambios de tamaño de nuestro protagonista, cuando se hace hincapié en la profundidad, las distancias y la distorsionada percepción de la realidad aumentada. Ojalá lo viéramos encoger antes, porque esas secuencias y las de su pandilla son las que le dan comba al montaje y traen de paso los puntos álgidos de la banda sonora.

Ant-Man: ¡crítica doble!

Por lo demás da la sensación de que algunas escenas están pegadas con Superglue y se echa en falta la personalidad del director en la película que sin embargo sí que consigue hacer de la fantasía científica una de las grandez bazas para conquistar al espectador: mola la teoría de la profundidad cuántica, molan los gadgets para agrandar y enpequeñecer objetos y todo te lleva a que tu corazón de niño quede atrapado en ese mundo de las cosas pequeñas.

Nota: 72/100

Lo mejor: el divertido cameo de Stan Lee, Michael Peña a pesar de volver a personalizar los tópicos latinos de siempre (snif) y los efectos especiales.

Lo peor: el prólogo se alarga demasiado, algunas correrías en miniatura también y se aprecia cierto regusto rancio en la típica historia del padre que tiene que convertirse en el héroe de su hija. Chaqueta amarilla decepciona por más que Corey Stoll sea un buen intérprete.

VALORACIÓN:

Lazo muy digno con el que Marvel cierra la Fase 2. Una película de superhéroes con una estructura de manual, mezclada con el género de las películas de ciencia-ficción y de robos. Ant-Man = Iron Man + Cariño, he encogido a los niños + Ocean's eleven

LO MEJOR:

Te esperas algo muy pequeño y te encuentras con una película bastante más grande.

LO PEOR:

A veces se hace lenta y tiene algunas incoherencias argumentales. Nada muy serio aún así.
Hobby

78

Bueno

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