Cine de ciencia-ficción: crítica de Origen

Entre rodaje y rodaje de las películas de Batman, Christopher Nolan sacó un hueco para comenzar a grabar Origen, una cinta que estuvo planeando durante 9 años, concretamente desde que terminó de rodar Insomnio, pero que por h o por b decidió ir postergándola hasta que creyó que había llegado el momento adecuado.

Origen resultó ser una película de bastante éxito comercial que no se libró de las criticas, siendo la mayoría de éstas ocasionadas por las laberínticas situaciones que nos plantea la cinta y que hacen que el espectador se pierda en la trama. El filme nos presenta a Dom Cobb, interpretado por el siempre brillante Leonardo DiCaprio, como un personaje capaz de entrar en la mente de las personas a través de los sueños y una vez ahí, robarles sus ideas. Por lo que podríamos tratar a la película de un thriller de ciencia ficción que mezcla a partes iguales el espionaje y el mundo onírico.

Cobb se dedica a hacer encargos relacionados con su don, como ya hemos mencionado antes, pero todo cambiará cuando tenga realizar algo que nunca ha hecho, implantar una idea en el subconsciente de otra persona y para lo que necesitará tener a un equipo de lujo para no caer en el intento. El planteamiento puede parecer sencillo pero las explicaciones que realizan los personajes para que intentemos comprender cómo realizan este proceso son, en ocasiones, demasiado extensas y repetitivas, aunque también necesarias si no queremos perdernos entre lo que es real y lo que no. Y por lo que los personajes llevan tótems cada vez que se introducen en la mente de los sujetos.

Un reparto de lujo

Otro de los aspectos que destacan de Origen es el reparto de actores con el que cuenta, siendo muchos de ellos viejos conocidos de anteriores rodajes con el director como por ejemplo Michael Caine o Cillian Murphy. Cane tiene un papel pequeño pero siempre es agradable ver a un actor de su talla en la gran pantalla, mientras que Murphy será el sujeto al que se le tendrá que implantar la idea.

La primera y única opción para el protagonista siempre fue DiCaprio y finalmente consiguió que aceptara el papel, un personaje que comparte nombre con el protagonista de Following. Leonardo encarna a la perfección su rol y a través del desarrollo de la película vamos viendo como la trama principal está pensada para que éste sea capaz de superar su obsesión por su mujer, un papel representado por Marion Cotillard que hace las veces de villana y amante, siendo ella el desencadenante del por qué DiCaprio es incapaz de crear sueños.

Otros que también tienen un papel importante son Ellen Page, Joseph Gordon-Levitt y Tom Hardy, siendo la primera la encargada de enseñarnos cómo funciona el mundo de los sueños a través de sus cuestiones y dudas, lo que podría ser el papel del espectador en la película, mientras que los otros dos son el resultado de completar un equipo acorde a las expectativas del trabajo a realizar.

El mundo de los sueños y las ideas imposibles

En esta película Nolan nos plantea romper todas las leyes de la física y es que el tiempo dentro de un sueño no es el mismo que en la realidad, algo que representa muy bien utilizando las secuencias a cámara lenta, intentando crear la sensación de que el tiempo se para.

Las imágenes que nos muestra son espectaculares pero quedan algo empañadas con el nivel final de la película, y es que la etapa de la nieve rompe la estética que había llevado el filme hasta ese momento.

¿Un final abierto?

El último punto a tratar en esta crítica será el desenlace de la película, y es que Nolan trató de despistar a los espectadores con esa escena final del tótem que usaba Cobb pero la realidad es bien distinta y es que si prestáis atención a los diálogos y a algunas imágenes os daréis cuenta que el final es el que es y no hay más vuelta de hoja. Como no quiero escribir spoilers, sólo os instaré a que os fijéis en la mano de DiCaprio durante toda la película y en especial cuando se encuentra en el mundo real y en el de los sueños, así saldréis de dudas si es que os quedan cuando terminéis de ver la película.

Finalmente, mencionar que Origen es una de las mejores películas de ciencia ficción de los últimos tiempos, algo pesada en algunos momentos pero realmente entretenida en el términos generales y al fin y al cabo, en eso consisten las películas en hacernos pasar un buen rato y si encima, nos hacen pensar un poquito como ocurre en ésta mejor.

Todavía queda mucha ciencia ficción que descubrir

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