Crítica de Sharknado 2

La sorpresa televisiva del verano pasado ha regresado. Ese género caracterizado por animales monstruosos y catástrofes naturales inesperadas tiene un nuevo rey. Se trata de Sharknado, una TV-movie de bajo presupuesto de Syfy que sorprendió a propios y extraños convirtiéndose en un fenómeno de masas gracias a las redes sociales. Tanto como para generar una secuela, la recién estrenada Sharknado 2, así como una tercera parte, Sharknado 3, cuyo estreno está previsto en 2015. Pero antes de sumergirnos en esta alocada secuela, veamos el por qué del inesperado éxito de la cinta..

El 11 de julio de 2013, Syfy estrenó Sharknado ante 1,4 millones de espectadores. Pero el revuelo mediático fue tal que se repitió la emisión el 17 de julio, congregando a 1,9 millones de personas, y de nuevo el 29 de julio, alcanzando los 2,1 millones de espectadores, para terminar estrenándose en más de 200 cines de Nueva York, Boston o Seattle.

Personalidades del medio como el cocreador de Perdidos Damon Lindelof, el ex showrunner de The walking dead Glen Mazzara, el creador de Arrow Greg Berlanti, la actriz de House Olivia Wilde o el artífice de The Shield Shawn Ryan. admiraron el espectáculo desde Twitter, multiplicando el alcance del film y sentando los cimientos de un mito ante el que se rindió incluso la crítica, tan reacia a este tipo de espectáculos.

"Maravillosamente mala", "exquisitamente ridícula", "lamentablemente divertida". Así describían esta cinta de serie B elevada a los altares de las películas de culto cuyo verdadero acierto es precisamente su condición. Ya desde su título Sharknado, la primera y la segunda, promete lo que ofrece: tiburones y tornados.

El espectador no encontrará tramas complejas ni diálogos enrevesados: sólo entretenimiento ante las inverosímiles situaciones a las que se enfrentan los personajes, los evidentes fallos en la trama, algunos de los catastróficos efectos especiales y el extremo desenlace del film. Porque la gente ve este tipo de películas precisamente para señalar las inconsistencias. Que haberlas haylas... y comentadas en grupo y con palomitas son gloriosas.

Es posible: un tornado relleno de tiburones

En la primera entrega, Sharknado, una gran tormenta formada en el Pacífico generó una serie de tornados que a su paso por la costa de Los Ángeles absorbieron a miles de voraces tiburones. Tierra adentro, los escualos explotaron por las calles como una singular piñata, atacando todo lo que encontraban a su paso.

En Sharknado 2, emitida anoche en Syfy, la premisa es exactamente la misma, pero en esta ocasión los protagonistas, la trama y los tiburones se trasladas a Nueva York. Fin (Ian Ziering, es decir, el que fuera Steve Sanders en el culebrón juvenil de los años 90 Sensación de vivir) y April (Tara Reid, American Pie) viajan a la Gran Manzana para visitar a la hermana de Fin y su familia. En el avión descubrimos que Fin se ha convertido en un héroe nacional y April ha escrito un libro con un título fascinante: Cómo sobrevivir a un Sharknado. Pero la cháchara dura poco.

Fin comienza a sudar cuando se asoma por la ventanilla y cree ver la silueta de un tiburón. Cuando se cerciora de que las turbulencias que experimenta su vuelo están siendo causadas por una nueva tormenta rellena de tiburones intenta avisar al resto del avión, pero los pasajeros, la azafata e incluso un policía ignoran al histérico protagonista y le instan a calmarse. Todos dudan del héroe, creen que está loco, pero él sabe que “está pasando otra vez”.

En en este momento el avión se convierte en un sangriento festival donde las leyes de la meteorología, la física y la biología dejan de ser válidas. Los escualos empiezan a arrancar cabezas y miembros a diestro y siniestro, pero no vayan a pensar que esto ocurre de forma aleatoria. Parecen tener cierto gusto por los miembros de la tripulación que habían sido más brasas con el protagonista. Todavía no hemos visto los créditos de la película cuando April pierde la mano a lo Luke Skywalker después de que un tiburón con gusto por la joyería fina se lance directo a su recién estrenado anillo de compromiso. Todo esto en apenas 10 minutos.

A partir de aquí la película se convierte en un espectáculo autoparódico que lleva al límite el absurdo de la primera entrega con chistes como “April, a partir de ahora no seas tan literal cuando quieras echar una mano” o “Si hicieran una película sobre mí yo sería el protagonista”, ambos en boca de Fin. Por no hablar de la cabeza de la estatua de la libertad rodando por las calles de la Gran Manzana o la absoluta veneración por la motosierra como el arma definitiva en la lucha contra los tiburones.

No pienses: sólo disfruta

En lo que respecta al argumento, Fin vuelve a ser el encargado de salvar a su familia y al mundo, por lo que gran parte de la trama girará en torno a la necesidad de armarse y crear una bomba capaz de reventar a estos escualos homicidas del mismo modo que hizo en la primera. Nótese la incorporación de espadas medievales y napalm a las herramientas utilizadas para este fin. Podéis ver los mejores momentos de Sharknado 2 en estos gifs animados.

Los meteorólogos cuentan con un papel cómico-descriptivo mayor en Sharknado 2, ya que mientras intentan explicar este curioso fenómeno de la naturaleza ofrecen información vital para la trama.

Mención especial merece la incorporación de Viviva A. Fox (Independence Day, Batman y Robin, Kill Bill vol. 1) como la habilidosa ex de Fin junto al largo listado de cameos que pueblan la cinta.

En resumen, si os gustan las películas exageradas y cursis sobre desastres naturales y animales asesinos, las pruebas de supervivencia extremas y absurdas, la escasez de diálogos brillantes o la sangre brotando a borbotones Sharknado 2 es vuestra cinta. Aunque por el camino tengáis que sorportar una constante oda a lo maravilloso que es Estados Unidos, Nueva York, el béisbol y los perritos calientes. Sino, tened cuidado porque los tiburones han vuelto con las mismas ganas de hincarte el diente.