Crítica de El único superviviente
El único superviviente narra la historia real de cuatro miembros de un equipo de Navy SEALs a quienes se les encomendó una misión encubierta para neutralizar a un peligroso líder talibán en una remota región de Afganistán. Tras un fortuito encuentro con civiles, se verán emboscados por las fuerzas enemigas en un terreno que les resulta totalmente adverso.
Mark Wahlberg encabeza el reparto de esta historia real sobre compañerismo y supervivencia dando vida a Marcus Luttrell, autor del libro “Lone Survivor” en el que se basa la película. Se trata de un relato que se ha convertido en todo un referente estadounidense por lo que supone en cuanto a resistencia física y mental cuando todo parece estar en contra.
De primeras y a pesar de ser, como decíamos, un hecho real, la forma en la que nuestros protagonistas se ven envueltos en semejante epopeya resulta poco creíble, con errores tácticos de manual que no cometíais ni cuando jugábais a policías y ladrones en el jardín de infancia...
Se me ocurren muchos calificativos para abordar esta crítica: ingenuidad, infantilismo, maniqueísmo... Todo eso resuena por debajo de la desbordante y fastuosa narración de una increíble fuerza en todo lo que se refiere a la acción (corta el aliento esa hora aproximadamente de metraje en la que los protagonistas se debaten entre la vida y la muerte en una auténtica ratonera montañosa, aunque el título nos despoje de la oportunidad de sorprendernos con el resultado) pero de una indescriptible vacuidad en todo lo que se refiere a la más mínima profundidad argumental.
¿Es El único superviviente una versión terreste de Battleship? En más de un momento sí que nos la recuerda (con más pretensiones y con un punto de machismo extra ya que parece que el universo femenino se reduce a ese colectivo al que hay que contentar con regalos carísimos), pero también hay que decir que el espectro técnico es apabullante: tanto la fotografía como la puesta en escena resulta de lo más arriesgada, así que vamos dando pasos adelante... al menos en la forma de reclutar nuevos marines para el ejército de las barras y las estrellas (léase esto con una ceja levantada).
El espanto máximo llega al final del metraje cuando que trata de mostrar que "también hay musulmanes buenos", lo que ya termina de colmar un vaso que de por sí ya estaba a puntito de rebosar.
En cuanto a los intérpretes, además de por supuesto Mark Wahlberg, que parece capacitado para cualquier papel que se proponga, cabe destaca a un Ben Foster "perfecto en su imperfección" que sabe poner en jaque al grupo y tiene cierto toque de antihéroe al que es fácil odiar.
Aunque lo cierto es que los mayores protagonistas son los especialistas: es increíble la verosimilitud de las escenas de acción con caídas estrepitosas, despeñamientos en terrenos escarpados y toda clase de magulladuras, disparos, bombazos de los que son víctimas. La mayor de las novedades es ver al ejército estadounidense recibiendo una buena paliza, aunque eso sí, sus chicos son "la caña" y no veas lo que aguantan y lo buenos y fieles que son a su patria y a sus compañeros...
En fin, si os gusta el género, no os la perdáis, disfrutaréis de la parte física y del cruento enfrentamiento, pero dejad las neuronas en casa, que no las necesitaréis ni por un instante.
VALORACIÓN:
Excesivamente maniquea e infantil esta propuesta bélica resulta sonrojante en algunos momentos, aunque hará las delicias de los patriotas yanquis. Poco exportable, me temo.LO MEJOR:
Peter Berg a la hora de filmar la acción con pulso firme, aunque desbarre lo suyo al final.LO PEOR:
Peter Berg como guionista: no ha podido evitar transformar la peli en un panfleto.63
AceptableDescubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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