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Inferno - Crítica de la película de Tom Hanks y Felicity Jones

Jesús Delgado

Inferno Critica
Inferno, de Ron Howard, protagonizada por Tom Hanks y Felicity Jones es una adaptación del libro de Dan Brown y la cuarta entrega de la serie de El Código Da Vinci. La película llegara este viernes 14 a los cines

Tras El Código Da Vinci y Ángeles y Demonios, llega la tercera adaptación de una novela deDan Brown: Inferno. Una vez más y seis años desde la última vez, Ron Howard vuelve a adaptar uno de los libros de la tetralogía protagonizada por el profesor Robert Langdon, el investigador literario más célebre de las últimas décadas.

Inferno, como las dos obras originales, nos devuelve a Europa. En esta ocasión, a Italia. Robert Langdon se despierta en un hospital en Florencia, con una herida de bala en la cabeza y un serio traumatismo craneal que le produce una amnensia bastante severa. Debido a esto, Langdon ha olvidado por qué viajó hasta la ciudad italiana desde Cambridge y cómo ha llegado hasta el hospital. Sin embargo, cuando una asesina intente liquidarlo en su cama, Langdon habrá de huir, ayudado por la médico que le atiende, la doctora Sienna Brooks. Juntos habrán de desentrañar el misterio que se oculta detrás de la pérdida de memoria de Robert, el cual puede ser la clave para salvar a la raza humana de la extinción.

Con esta premisa arranca una nueva película que nos transporta a Florencia, a Venecia y a Estambul. Ya os aseguramos que nada tiene que ver con Assassin's Creed 2 ni con el Assassin's Creed Revelations. Esto no implica que no vayáis a frotaros las manos con Inferno, y en ciertos momentos no podáis evitar el pensar "Anda, pues yo también hice un salto de fe desde ahí".  Ahora bien, volviendo a la película: ¿Ron Howard se ha superado, o ha bajado el nivel respecto a las dos anteriores adaptaciones de los libros de Dan Brown? La repuesta, si no habéis saltado directamente a la nota, os la ofrecemos a continuación. 

¿Horror al vacío u horror a una elaboración de guión?

Al margen de la referencia jugona que os hemos hecho en el anterior párrafo, os hemos de decir que Inferno no es precisamente la entrega más brillante de la "trilogía Da Vinci". Y es una pena, ya que la premisa y las localizaciones prometen una entrega trepidante, que no acaba de cuajar, por mucho que nos gustaría.  

Nuevamente, Howard destaca como un director con un buen control de la fotografía, y como un cineasta sobradamente capaz de brindarnos espectaculares y hermosos planos generales, panorámicas y retratos de los más bellos rincones del Viejo Mundo. En este aspecto, la película bien podría suponer un guía muy accesible para promocionar el turismo por Italia y Turquía de no ser por el detalle del guión, del cual hablaremos luego. 

Howard, además, logra llevar con muy buen tino la elección de planos, proponiendo una amplia gama de ellos, que en el montaje final sirven para agilizar la acción y la trama, favoreciendo que esta sea más rápida y digerible. De esta manera, las dos horas que dura Inferno pasan, prácticamente, volando. Paralelamente, un detalle como son las pesadillas o secuencias oníricas, las cuales padece el personaje de Tom Hanks durante buena parte de la película, están rodadas con bastante buen gusto, a pesar de su crudeza, y con un tino bastante interesante, en contraste con el montaje y el propio desarrollo de la historia, con la cual (chsst, secreto) guardan bastante relación. 

No podemos tampoco olvidar cómo el director juega con la simbología, haciendo alusión constante a la cuestión de la superpoblación, el tema central de la película y uno de sus ejes centrales. A lo largo de la cinta, casi de manera subliminal, Howard abarrota escenarios con personas, haciendo recurrente la idea de la masa, el agobio producido por el exceso de población humana y las grandes aglomeraciones. En este sentido, la atmósfera asfixiante se logra trasladar más que correctamente a un público que, en ocasiones, querrá salir de la sala y tomar algo de aire fresco para no agobiarse. 

Al margen, cabe señalar que si bien Tom Hanks y Felicity Jones no están en sus mejores papeles, ambos son protagonistas muy solventes y defienden muy bien sus roles. Los dos se dejan querer por las cámaras. Y algo parecido podemos decir del resto del elenco: Sidse Babett Knudsen (Westworld), Ben Foster (Warcraft), Omar Sy (Jurassic World), Irrfan Khan (Amazing Spider-man)... Todos ellos cumplen, pero quedan un poco desaprovechados.

Como veréis, a partir de aquí empiezan los peros. La película sufre de muchas carencias. La primera de ellas es la de una historia endeble, intrascendente y carente de sentido. Howard desarrolla como puede un guion escrito por David Koepp, cargado de inconsistencias, cabos sueltos y cosas que no quedan del todo explicadas.

En algunos casos, estas carencias se deben al libro en el que se basa. Sin embargo, la mayor parte de las flaquezas de guión no se deben tanto a la mano de Dan Brown sino a las "morcillas" de Koepp, que retuerce el relato original para hacerlo digerible y moralmente más asequible. 

Y es que uno de los defectos de la película es, sentimos el SPOILER, precisamente el desenlace que tiene. Si bien hay cierta fidelidad respecto a la obra original hasta su ecuador, llegado un momento, los personajes y las relaciones entre ellos cambian radicalmente, tornándose en una propuesta más espectacular pero también más artificiosa y maniquea. Esto conlleva a una simplificación más radical de los personajes, que son juzgados moralmente de manera muy radical, al gusto de la moral anglosajona protestante, entre justos (que merecen salvarse) y pecadores. De ahí que su solución para resolver la papeleta y el dilema moral que, de aquella manera, Dan Brown planteó originalmente, sea simplista, por no decir pueril. 

Además, la manera en que visitamos las tres ciudades que sirven de escenario a Inferno (Florencia, Venecia y Estambul) es de pasada. A pesar de la hermosa fotografía, apenas contamos con misterios y puzzles que, de alguna manera, desarrollen el escenario y le doten de cierta dimensión. Pasamos de una ciudad a otra de puntillas y arañando solo la superficie, visitando localizaciones puntuales, como si estuviéramos en un apresurado interraíl. De hecho, la premisa del Infierno de La Divina Comedia y de Dante Alighieri, dos de los temas importantes de la película, quedan de alguna manera oscurecidos por el apremio y la alarma pandémica de la trama. 

La banda sonora, en último lugar, tampoco es lo que se dice una maravilla. Hans Zimmer se plagia a sí mismo, recurriendo a los temas de anteriores películas, remezclándolos y reversionándolos. En este aspecto logra crear cierta coherencia musical entre las entregas, pero la genialidad y frescura desplegada en El Código Da Vinci queda muy lejos de la BSO de Inferno. 

En conjunto, la película de Inferno es visualmente muy impactante y satisfará las expectativas mínimas de los fans de los libros y de las anteriores películas. Pero puestos a comparar, es por todas las causas anteriormente señaladas la más floja de las tres realizadas hasta la fecha. Afortunadamente, cumple su cometido, que es ser palomitera y entretenida, no haciendo que se nos atraganten las dos horas de metraje. No será la película del año, pero raro será si no hace buenos números, aunque solo sea por el reclamo de su reparto. 

VALORACIÓN:

Entretenida adaptación del libro. Visualmente destaca, pero no llega sostener un guión endeble y vacuo.

LO MEJOR:

La fotografía, las localizaciones y el ritmo, que no descansa ni un minuto.

LO PEOR:

Una historia más bien intrascendente, con divergencias trascendentes frente a la novela original y un tratamiento más pobre de los personajes.
Hobby

65

Aceptable

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