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Ride 2 - Análisis del juego de motos para PS4, Xbox One y PC

Análisis de Ride 2
Con el análisis de Ride 2 para PS4, Xbox One y PC, vuelve a quedar patente que Milestone tiene una cadena de montaje que nunca deja de producir juegos de velocidad, en especial de motos, un mercado del que casi tiene el monopolio.

Haciendo honor a lo industrializada que está Milán, la ciudad donde tiene su sede, Milestone es, de lejos, el estudio más prolífico del género de la velocidad. Sólo en los diez primeros meses de 2016, ha lanzado Sébastien Loeb Rally Evo, MXGP 2, Valentino Rossi: The Game, Ducati - 90th Anniversary y Ride 2. Favorecida por el hecho de que algunas de esas sagas sean anuales, la política es significativa: la compañía tiene pasión por la gasolina y realiza un sinfín de proyectos notables, pero que no acaban de ser redondos o sorprender. El título que nos ocupa es el perfecto ejemplo de ello.

Análisis de Ride 2

Le gustan las motos

Como diría un comentarista televisivo de cuyo nombre no quiero acordarme, Milestone siente una pasión desmedida por el motociclismo, y Ride 2 está pensado para los amantes de las dos ruedas. El juego ofrece 180 monturas, divididas en siete clases y pertenecientes a veinte marcas: Honda, Yamaha, Kawasaki, Ducati, Suzuki, Aprilia, BMW, Triumph… Para amenizar los menús, hay fichas que explican, pormenorizadamente, las características o la concepción de cada una.

El control de las motos sigue la trazada habitual, con la opción de configurar las físicas entre tres niveles de exigencia, así como el encogimiento automático o manual del piloto sobre el carenado para tener una mejor aerodinámica. Según el tipo de moto y la potencia, la maniobrabilidad difiere bastante, sobre todo en el caso de las Supermotard, que se prestan más al derrape, si bien todas las pruebas se disputan sobre asfalto. La IA se puede establecer entre cinco niveles y hay rebobinado, algo que agradecerán los menos duchos en el arte de retorcer la maneta del gas. Esa accesibilidad se deja notar también en los reglajes, que se reducen a algunos retoques de la suspensión y la relación de marchas. En general, las motos ofrecen una buena sensación de peso y da gusto tirarse al ápice de las curvas.

Se han añadido algunos detalles de personalización que gustarán a lo más puristas. Para empezar, nada más crear a nuestro piloto, podremos determinar su estilo de pilotaje, regulando el ángulo de la cabeza, los hombros, los codos o las rodillas a la hora de inclinar. A medida que obtengamos créditos, no sólo podremos comprar motos y piezas nuevas para mejorarlas, sino también cascos, viseras, guantes, monos, rodilleras o botas, de marcas como Shoei, Arai o Dainese. A esto último se le ha puesto mucho énfasis, como ya sucedió en Valentino Rossi: The Game.

Añadiendo piñones a la cadena

Como secuela que es, Ride 2 bebe mucho de su predecesor, en todos los sentidos: contenidos, modos, apartado técnico… Sin embargo, Milestone ha ampliado el legado del título de hace año y medio, algo que se agradece, particularmente, en el caso de los circuitos. En esta ocasión, hay treinta escenarios únicos, que se dividen entre circuitos clásicos, trazados urbanos, recorridos por carreteras abiertas y pistas rectas para pruebas de aceleración. En la primera entrega, sólo había catorce y, en su mayoría, no se trata de contenido reciclado de otras sagas, así que hay que reconocerle al estudio el esfuerzo.

Análisis de Ride 2

Aquí va la retahíla: Airport Fastlane, Almería, American Highway, Castelletto, Donington Park, Eastern Mountains, Franciacorta, Hellenic Towers, Imola, International North West 200, Macao, Magny-Cours, Miami, Milán, Monza, Norte de Gales, Nürburgring GP, Nürburgring Nordschleife, Ottobiano, Parque Nacional del Stelvio, Potrero de los Funes, Riviera Francesa, Road America, Salinas, Sierra Nevada, Sugo, Templos de Kanto, Ulster GP Circuit, Vallelunga y Viking Valley.

Los modos de juego conservan la misma estructura. Por encima de todo, destaca la Gira Mundial, que cuenta con cientos de eventos y una docena de campeonatos, todo dividido por categorías y dificultad. No hay una estructura lineal como la de un Gran Turismo, sino que la mayoría de eventos se pueden acometer en el orden que se desee. Eso sí, para acceder, hay que tener una moto que cumpla las condiciones y haber conseguido un determinado número de medallas. En caso de no tener la montura adecuada, tocará hacer carreras con alguna que ya tengamos para conseguir créditos con los que acudir a la tienda. Es relativamente fácil amasar dinero, así que no hay de qué preocuparse.

Análisis de Ride 2

La Gira Mundial tiene un planteamiento un poco absurdo, con una división por temporadas, de modo que, cada ocho eventos, salta una prueba especial que rompe el ritmo de lo que estés haciendo. Hay un batiburrillo de pruebas sin mucha cohesión. Lo bueno es que no se reduce a carreras al uso, sino que también hay carreras por equipos, pruebas de aceleración (en las que sólo hay que cambiar de marcha en el momento idóneo), pruebas de adelantamiento, eventos de trazar entre conos o duelos contra un único piloto. El objetivo es conseguir una de las tres medallas del podio, y hay tantos eventos que vais a necesitar muchas horas si queréis conseguir todos los oros.

Los modos rápidos no presentan demasiada profundidad. Hay carreras rápidas, pruebas de tiempo y pantalla dividida. Adicionalmente, hay una serie de retos diarios y semanales que se pueden cumplir en cualquier modalidad de juego. En cuanto al apartado online, hay partidas rápidas, partidas personalizadas y partidas privadas, así como marcadores, para picarse por batir los récords de otros usuarios.

Análisis de Ride 2

Al ralentí una vez más

No nos cansamos de repetir que el género de la velocidad es uno de los que mejor permiten ponderar la evolución visual de los videojuegos… y tampoco nos cansamos de repetir que a Milestone eso parece no importarle demasiado. Según nos comentó en una entrevista la vicepresidenta Luisa Bixio, la intención del estudio es empezar a usar Unreal Engine 4 a partir del año que viene, pero, por ahora, lo que se sigue viendo es una continuación muy discreta de lo que ya había en la generación de PS3 y Xbox 360, lo cual es chocante, si se tiene en cuenta que ya llevamos tres años con PS4 y Xbox One. Quizás convendría empezar a buscar otro equilibrio entre calidad y cantidad.

Ride 2 es un juego aceptable en lo visual, pero que está lejos de exprimir lo que ofrecen las actuales plataformas y que palidece contra los referentes del género, como Forza Horizon 3, DriveClub o Project CARS. Las físicas y los modelados de las motos son más que correctos, y puede haber hasta dieciséis contendientes en pantalla. En general, el movimiento del piloto sobre la moto es verídico, salvo en algunas salidas por orejas. Hay tres cámaras exteriores y tres subjetivas, una de ellas sobre en la cúpula y otra en el casco, con unos reflejos más que decentes en los retrovisores.

Análisis de Ride 2

Ahora bien, el acabado general es discreto, y los circuitos más famosos, como el de Nürburgring, transmiten una sensación extraña, si se comparan con las recreaciones que otros juegos han hecho de ellos. Como novedad, se han introducido efectos de lluvia. Son bastante sosos, en especial la humedad de los charcos, y no afectan a la conducción, pero se agradece el intento. Lo que no hay es ciclo día-noche, si bien, en algunos circuitos, es posible correr al atardecer. La vetustez del motor gráfico es demasiado evidente, y los tiempos de carga son bastante generosos, a pesar del intento de mejorarlos con los parches que ya hay disponibles.

En el apartado sonoro, nos encontramos con unos rugidos de los motores más que aceptables y con una voz en castellano que da algunas indicaciones en los menús. La banda sonora es casi intrascendente, y algunos efectos de sonido, como el que acompaña al rebobinado, son los mismos que en la saga MotoGP. El reciclaje ahí también es evidente.

Análisis de Ride 2

Más y mejor, pero tímido con el acelerador

Ride 2 es más completo que su predecesor y está mejor rematado, si bien Milestone se ha quedado rezagada dentro del competido género de la velocidad. Su garaje es ideal para los fans de las motos de calle, y se agradece el engrosamiento del número de circuitos, pero se nota que es el quinto juego que la compañía lanza en apenas diez meses y, con tecnología de hace años, es difícil luchar por el podio. Aun con todo, si sólo se quiere sentir el viento en la cara a 300 km/h, su gasolina tiene un buen buqué.

VALORACIÓN:

Milestone vuelve a demostrar su pasión por la velocidad en Ride 2, un juego muy generoso en cuanto a motos y circuitos, pero cuyo chasis se siente un poco oxidado dentro de un género en el que la tecnología punta es clave para triunfar.

LO MEJOR:

Hay 180 motos. La cantidad de circuitos se ha duplicado. La personalización del piloto es muy amplia. El control, aun sin grandes alardes, es notable.

LO PEOR:

Milestone sigue sin aprovechar PS4 y One, como se observa en la discreta recreación de los circuitos o en la lluvia. La estructura de la Gira Mundial.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox One

Versión comentada: PS4

Hobby

75

Bueno

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