Los Simpson 01x03: La odisea de Homer - El hombre seguro

En La odisea de Homer nos vamos a encontrar con un tipo de historia muy habitual en Los Simpson. Una sucesión de acontecimientos que pueden darse en cualquier hogar. Pero claro, con el toque satírico que caracteriza a la serie. También seremos testigos de cómo los guionistas Jay Kogen y Wallace Wolodarsky despliegan su capacidad para introducir un momento emotivo en medio del episodio para sobrecoger al espectador.

Cuando una persona pierde su empleo siempre se viene abajo. Pero cuando esa persona es el cabeza de una familia, la situación se vuelve mucho más dura. Homer Simpson será testigo de cómo tras perder su empleo le es imposible encontrar otro, lo que le conducirá a una espiral depresiva. Por su parte Bart se sentirá culpable, ya que es en parte responsable de la perdida de empleo de su padre.

Durante el episodio 3 de Los Simpson nos encontraremos con algunos nuevos personajes que hacen su aparición por primera vez en la serie. Conoceremos a Otto Mann, el melenudo conductor del autobús escolar; al bobalicón Jefe Clancy Wiggum; a un servicial Waylon Smithers afroamericano (del que hablaremos enseguida) aunque ya escuchamos su voz en el especial de Navidad que abrió la temporada; A Jasper Beardley, ese abuelo barbudo y cascarrabias. Y, por supuesto, aparece por primera vez Guiñitos, el gracioso pez de tres ojos que todos sospechamos que es fruto de los vertidos de la Central Nuclear de Springfield, aunque el Señor Burns lo niega.

No le pasa nada a tu televisor...

¿Waylon Smithers de color? Pues si, de hecho este es el único episodio donde veremos a Smithers con la piel negra. El concepto inicial del personaje era ser el fiel y pelota sirviente blanco del Señor Burns. Sin embargo, a la hora de dar color al personaje, el encargado Gyorgi Peluci cometió el error de cambiar el color de la piel del personaje. No obstante en el siguiente episodio Smithers ya tendrá ese sano amarillo que le acompañará durante muchos años.

Si hay que destacar un momento de La odisea de Homer, probablemente sea en el que éste toca fondo. Homer ve que no puede sacar adelante a su familia y que no tiene dinero ni para tomarse una "mísera cerveza". Llega incluso a romper la hucha de Bart para conseguir dinero y es precisamente ahí cuando piensa que no puede caer más bajo. Tras escribir una breve pero emotiva carta de despedida se intentará quitar la vida. Se trata de uno de esos momentos de la serie en que Los Simpson reflejan una realidad tangible, algo que no es tan raro ni disparatado que suceda. Esto confiere al episodio una calidad superior.

La obsesión que generará Homer poco después de su intento de suicidio por la señalización sí hace que regrese de nuevo la nota cómica al capitulo, si bien es cierto que no deja de llamar la atención sobre un tema que muchos sufrimos a diario cuando transitamos por nuestras ciudades: La mala o nula señalización. Homer llenará Springfield de las señales más rocambolescas, pero si hay que destacar una esa será la de "Atención, señal más adelante". Cuando Homer lleve su fervor por la seguridad contra la central nuclear, el señor Burns le tentará con un nuevo y mejor remunerado puesto de trabajo. Homer, como cualquier cabeza de familia, no puede permitirse no llevar un sueldo a casa, por lo que acaba aceptando su flamante puesto de Inspector de seguridad. Si, el destino de Springfield está sellado.

La capacidad que se demuestra en este episodio para mezclar magistralmente momentos graciosos con esas situaciones que hacen que se te encoja la patata hacen que sea uno de esos capítulos de los Simpson que, si bien no tienen momentos recordados cada dos por tres, si se haya ganado su rinconcito en nuestro recuerdo.