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WRC 7, análisis del juego de rallies para PS4, Xbox One y PC

José Luis Ortega

WRC 7
WRC 7 es el videojuego oficial con la licencia de la FIA World Rally Championship. Tiene los pilotos y vehículos oficiales, así como varias categorías, pero un año más desaprovecha a toda velocidad las bondades que brinda una posibilidad tan suculenta como la de crear un buen título para los amantes del mundo de los rallies.

Quizás suena a tópico, pero al hablar de rallies a mucho se nos viene a la cabeza la mítica escena protagonizada por Carlos Sáinz y Luis Moya cuando se quedaron a un palmo de ganar el campeonato del mundo por culpa de una avería en su vehículo. Ese "¡Trata de arrancarlo!" que dijo desesperado el copiloto gallego quedó para los anales de la historia... de las páginas negras del deporte español.

No arranca, no.

Tal sensación de impotencia y frustración puede ser similar a la que ofrece WRC 7, el videojuego oficial con la licencia de la FIA World Rally Championship. Un año más, el juego desarrollado por Kylotonn Racing Games pierde aceite por todos los lados, haciendo que sentir la adrenalina de la velocidad a bordo de un coche de rallies se convierta más bien en una labor tortuosa e indigna para un deporte de tanto prestigio y tan querido por los amantes de los títulos deportivos.

Lamentablemente, las cotas de surrealismo de WRC 7 parten desde el menú principal. Quizás lo arreglen con un parche, pero al acceder al juego, lo primero que se nos ha dicho es: "Esto es WRC 6. Bienvenidos a la temporada 2016". Una muestra fehaciente de que no se han esforzado mucho en tratar de crear un producto a la altura, obviando las contundentes críticas que recibieron el año pasado por lo mismo. WRC 7 apenas ofrece una renovación en el diseño de los menús y poco más. Quien corresponda quizás debería plantearse mandarle el encargo a otro estudio con más ganas.

WRC 7 - Análisis 2

Lo problemas de WRC 7 no son peccata minuta. A la hora de conducir, que es cuando un videojuego de este calibre debe sacar su máximo rendimiento, se ofrece una experiencia que dista mucho de ser óptima y divertida. Al arrancar el juego, como si de un examen se tratase, se nos realiza una prueba de nivel en un par de tramos para determinar el nivel de dificultad y el estilo de conducción que más se adapta a nuestro estilo y pericia, tratando de adaptarse a cada jugador para que los comienzos no sean una tortura. Pero da igual. Lo son.

En el limbo entre lo arcade y la simulación

El juego ofrece, además de varios niveles de dificultad -repercuten en los cronos de nuestros adversarios, ya que las pruebas obviamente son individuales- la posibilidad de ajustar diversos parámetros para ofrecer un estilo de conducción arcade y otro más cercano a la simulación. Pero a la hora de la verdad, ni lo uno ni lo otro. Es complicado determinar las diferencias entre ambos enfoques, ya que no da la sensación de que haya ninguna que otra salvedad a excepción de que en el aspecto más cercano a la simulación el vehículo va más pesado en las curvas. Excesivamente.

WRC 7 - Análisis 9

Cualquier semejanza con la conducción real es pura coincidencia. Y eso pilotando un bólido de la categoría WRC. Si lo hacemos con uno de WRC2 o WRC Junior, categorías implantadas en el juego para aprovechar la licencia, la situación empeora todavía más. Especialmente con condiciones climatológicas adversas. En general, el coche responde como quiere, dando una sensación de aleatoriedad de lo más desquiciante.

¡Que parezca un accidente!

Lo de las físicas y el motor de impacto tampoco tiene nombre. Aunque se promocione como una de las mejoras de WRC 7, todo sigue igual. A veces chocamos contra una valla endeble y nuestro coche se quedará seco como si hubiéramos impactado contra hormigón armado. Pero podemos chocar contra un árbol y que no pase absolutamente nada. O que demos vueltas de campana y terminemos con el coche enderezado y prácticamente sin ningún rasguño, a pesar de que esporádicamente podamos sufrir algún problema de motor o pinchazo que nos reste segundos valiosos. Muchos de estos accidentes llegan por culpa de las instrucciones del copiloto, quien lanza los patrones antes de tiempo y, en muchas ocasiones contradictorios. "¡No cortes!, ¡corta!". Todo un caos... ¡Aclárese, señor!

WRC 7 - Análisis 10

La faceta positiva de WRC 7 llega en la gran variedad de modos de juego que ofrece. Aunque podemos disputar carreras personalizadas a nuestro antojo, la verdadera esencia del juego radica en diversas vertientes.

Modos de juego para todos los pilotos

La principal es el clásico Modo Carrera, en el que comenzando desde cero debemos hacernos un nombre en la competición a base de buenas actuaciones para que los equipos punteros se fijen en nosotros y podamos convertirnos en campeones del mundo. Si bien es un apartado que no aporta demasiado, cumple a la hora de aportar una sensación de progreso.

Lo cierto es que se puede echar en falta una trama narrativa elaborada o más cosas que hacer entre tramo y tramo además de la puesta a punto del vehículo para el siguiente tramo cronometrado, teniendo unos minutos limitados que debemos repartir a las diversas partes del coche (carrocería, motor, neumáticos) según nuestras necesidades y para prevenir posibles disgustos que nos hagan perder tiempo.

Un más que buen aditivo son los desafíos online, competiciones a través de la red en las que debes terminar una etapa o una serie de etapas respectivamente, con el mismo coche y con ciertas restricciones. Una buena opción para extender la vida del producto con nuevos retos.

WRC 7 - Análisis 11

Tampoco hay que obviar que WRC 7 ofrece la posibilidad de disputar carreras a pantalla dividida, un menester que desgraciadamente parece olvidado en la era del videojuego moderna, pero que resulta ideal para disfrutar en compañía. Por otro lado, los responsables del juego no quitan las miras de los eSports en una competición online que es totalmente gratuita este año, con la que se permite comparar los mejores tiempos con los de jugadores de todo el mundo.

Licencia para conducir

WRC 7 también reluce su atractivo gracias a poseer la licencia oficial, lo que le permite disponer de un total de 52 etapas especiales en los 13 rallies de la temporada 2017. Así como de 55 equipos con sus respectivos pilotos a nuestra disposición. Un reclamo que tentará a los fans de este apasionante deporte.

Recorrer a toda velocidad trazados icónicos como el de Córcega o Monte Carlo es algo verdaderamente atractivo. Todo ello aderezado con un apartado técnico que, si bien no sorprende, cumple. Especialmente cuando juega con planos en los que la iluminación se convierte en protagonista, reflejando a la perfección preciosos atardeceres o terrenos embarrados por la incesante lluvia.

VALORACIÓN:

WRC 7 es un videojuego de conducción bastante pobre. El estudio responsable del título ha demostrado que no está a la altura de la licencia. Afortunadamente, el catálogo de juegos de conducción está bastante poblado en esta recta final de año, con títulos como F1 2017, Project Cars 2, Gran Turismo Sports o Forza Motorsport 7.

LO MEJOR:

La licencia oficial de la FIA WRC es un gran aliciente. Variedad en lo que a modos de juego se refiere.

LO PEOR:

La conducción resulta desastrosa y poco realista, provocando que la experiencia no sea divertida. Su motor de físicas e impactos. El copiloto.

Plataformas:

PC,

PS4,

Xbox One

Versión comentada: PS4

Hobby

60

Aceptable

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