Mientras escribo esta entrada, estoy viendo un programa especial de American Guns en el que construyen un arma especial para aniquilar muertos vivientes, nada menos que un Winchester de palanca, del calibre S&W 500 (más o menos para enviar un zombi a la tumba de la que salió con un agujero como un melón). Hace poco, en Sons of Guns, otro programa de armas con Max Brooks como invitado especial, optaban por un arma de 9 mm, sin apenas retroceso (para ganar puntería) con una bayoneta para las distancias cortas. Y si esto os parece poco, existe una serie entera llamada Doomsday Preppers, dedicada a gente que se prepara para el fin del mundo (con bunkers y todo). ¿Es que nos hemos vuelto locos?
En cualquier caso hay que reconocer que todo esto es muy divertido, y que los jugones estábamos preparados para el ataque de los zombis mucho antes que el resto.
Los supervivientes más jóvenes, los corredores, capaces de aprovechar la inteligencia y su superioridad física seguro que ya están jugando a The Walking Dead, Dead Island o cualquiera de los Dead Rising, y disfrutarán acabando con tanto no-muerto.
La generación un poco mayor seguro que confía en las armas de fuego; ellos son los que han jugado left 4 Dead, los Resident Evil, o House of the Dead. Es el tipo de compañero perfecto para cubrirte las espaldas en una huída desesperada, y ya no os cuento lo que pasaría si pillan una pistola de rayos como en Call of Duty Black Ops.
Para el final, me dejo a ese tipo duro lleno de cicatrices que no se lo toma tan en serio (porque seguro que ha jugado a Zombies Ate My Neighbours). Los miembros de este grupo ya sabemos que lo importante es una buena armadura y una lanza, como en Ghosts'n Goblins. Antes de que me lo preguntéis, yo apuesto por una katana, pero las tres estrategias me parecen buenas para salvar el pelllejo.
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