Es hora de hacerse con el último fragmento explosivo y parece que está en manos de los conductores de hielo. Ve hasta la zona señalada y, antes de hacer nada, observa el cielo. Si pulsas L2 podrás absorber electricidad directamente de la tormenta por lo que no debes preocuparte del suministro.
Acaba con todos los tipos que hay en el hangar (la Tormenta Iónica viene de perlas) y verás como el cabecilla sale corriendo con el fragmento. Síguele ayudándote por el mini-mapa y sin pararte a luchar contra ninguno de sus compinches. Usa tu planeo y la cadena de rayos para seguirle el ritmo hasta una altísima torre helada. Tendrás que ascender hasta lo más alto del pararrayos para localizar el núcleo, pero Zeke te dará la solución para hacerlo bajar.
Tendrás que localizar 3 válvulas diferente en la torre, todas ellas a distintas alturas. Por suerte dispondrás de varias fotos para dar con ellas. Ninguna te planteará ninguna dificultad excepto la última, pues la encontrarás defendida por un numerosísimo grupo de conductores helados. Tu mejor opción es echarlos de la estructura y arrojarlos al vacío con la explosión eléctrica. Te quedarás sólo en un periquete.
Luego baja hasta el núcleo y... de nuevo acorralado. Sal por patas y sube a alguna de las estructuras colindantes. Desde ahí podrás tratar uno a uno con los pocos que suban a “verte” y, a base de granadas, con los de debajo. Incluso el gigantón de hielo morirá si eres paciente.
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