TRINCHERAS
Armado con una estupenda ametralladora ligera ISA M224, tu misión es llegar hasta Narville.
En el primer enfrentamiento, procura aprovechar al máximo tu posición elevada antes de bajar a tierra firme. Desde ese lugar podrás acabar con casi la totalidad de los Helghast a un distancia muy segura. Tus primeros objetivos deben ser el francotirador del fondo y los soldados con lanzacohetes. Olvida los blindados, tu caballería hará el trabajo a la perfección.
Luego desciende y hazte con alguno de los rifles de asalto de tus camaradas caídos. Ya en la propias trincheras, no quites el ojo de las pasarelas superiores, pues desde ellas serás atacado por Helghast equipados con lanzallamas.
Si logran situarte sobre ti, estás muerto. Cuando los veas a unos metros, retrocede y dispara sin cesar para hacerlos retroceder.
MAWLR
¡Buufff!, ¿y cómo acabamos con semejante mastodonte? Bueno, la cosa no va ser fácil pero tampoco imposible. Hazte primero una composición de lugar. Tienes frente a ti 3 búnkers a distintas alturas, y en cada uno hay un depósito de munición y cañones WASP.
Sin los WASP tu misión es imposible, así corre a por uno. Sitúa también la localización de los transformadores eléctricos. Aunque al principio te servirán de cobertura, enseguida se convertirán en una trampa eléctrica. El MAWLR tiene 3 patrones de ataque. Cada vez que dispare su tremendo cañón, deberá refrigerar 3 grupos de barras metálicas en uno de sus costados.
En seguida verás como salen de su interior durante unos segundos al rojo vivo (tus compañeros te avisarán). En ese momento debes aprovechar para disparar tu WASP, tanto en modo principal como secundario. Cuando destruyas el primer grupo, dirigirá su fuego de mortero y ametralladoras pesadas hacia ti, por lo que deberás salir pitando del búnker dónde estás.
Espera a que tus compañeros atraigan su fuego y sal de tu escondite para apuntar a las ametralladoras de su fuselaje (sigue el rastro de balas). Varias descargas del WASP y listo. Recuerda que hay munición en todos los búnkers. Tras eliminar el segundo grupo de barras, aparecerá un batallón de infantería y un blindado.
Centra tu fuego primero sobre el blindado, pues así lograrás que descargue las tropas que lleva en su interior cerca de ti.
Cambia de búnker rápidamente de nuevo, evitando acercarte a los transfor-madores, y vuelve a centrarte en sus ametralladoras. Minutos después tendrás oportunidad de destruir su tercer grupo de refrigeración, una vez descargue su tremendo cañón.
MONTACARGAS
Si sabes cuál es la técnica correcta para superar esta emboscada, no te resultará tan tremendamente difícil como parece.
Nada más empezar, y bien armado como vas, sal del pasillo hasta la zona abierta donde los Helghast te esperan. Esprinta por las escaleras de la izquierda y pasa por encima de la pasarela sobre las trincheras. Debes seguir corriendo pegado a la pared izquierda (saltando sobre los obstáculos) hasta que llegues a una de las patas del MAWLR.
El mastodonte enseguida se moverá, dejándote paso de frente hacia una rampa que lleva a las dos ametralladoras pesadas que están usando los Helghast para aniquilar a tus tropas. No pares ni a coger aire y píllalos desprevenidos con la StA3 y alguna granada y espera a que lleguen tus compañeros, frescos como una lechuga gracias a tu ataque relámpago.
CIELOS CENICIENTOS
El ataque definitivo al MAWLR debe venir, cómo no, desde las alturas. Estás a los mandos de una de las ametralladoras del Incursor en el que vas montado.
En una primera fase, deberás destrozar los dos grupos de refrigeración de sus costados. Algo sencillo si no fuese porque están rodeados de decenas de equipos antiaéreos. Los distinguirás fácilmente por su color rojizo. No dejes de disparar en cuanto veas que surgen de su superficie, pues son capaces de derribarte en segundos.
Por suerte, tu arma no se recalienta con facilidad, lo que te permitirá dejar apretado el gatillo mucho tiempo. Cuando tu montura descienda, dispara al eje que rodea al cañón gigante, tanto a las defensas como a las baterías de color azulado. Sólo de esa forma lograrás inutilizar su principal arma. En la última pasada, acribillarás el puente de mando.
En esta ocasión, sus defensas son más débiles por lo que podrás recrearte en la destrucción definitiva de este monstruo.
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