A lo largo de los años seguramente habrás acumulado en casa varias memorias USB de distintas capacidades. Es normal, ya que muchas compañías, juegos, programas y artículos vienen con un pendrive includo, de forma que vas teniendo cada vez más acumulados en un cajón.
¿Qué hacer con tus memorias USB viejas? Hay varias formas de aprovecharlas para no tener que deshacerte de ellas. Claro está que no está de más tenerlas por si acaso, aunque está aún mejor darles alguna utilidad.
Hemos recopilado algunas ideas para aprovechar pendrives viejos en tu día a día, ponerlos a trabajar para distintos propósitos, ya sea como disco de rescate o simplemente como portafolios virtual.
Todo dependerá del tamaño de la memoria USB, aunque incluso las más obsoletas, esas que tenían apenas unos pocos MB de capacidad, pueden servir para algo.
Aquí van nuestras propuestas.
Crea un USB de recuperación
A través de herramientas como Unetbootin y Rufus, puedes crear un disco de arranque en una memoria USB. Es quizás una de las ideas más útiles para aprovechar un pendrive viejo.
Puedes instalar en él una distribución de Linux que te permitirá usar tu PC si Windows o macOS sufren algún tipo de problema o vulnerabilidad. Una vez que accedas a Linux puedes reparar el almacenamiento o analizarlo en busca de virus.
Lo ideal es que elijas una distribución ligera, que no ocupe demasiado. Para ello te puede servir perfectamente cualquier pendrive con unos 200 MB de capacidad.
Un pack con todos los programas imprescindibles
Cada vez que formateas un ordenador tienes que volver a instalar todos los programas y aplicaciones imprescindibles, además de los drivers para que todo vaya sobre ruedas en Windows.
No obstante, ¿por qué andar descargando todo una y otra vez? Descarga los archivos .exe ejecutables de todos los programas y mételos en un pendrive viejo.
Cuando formatees tu PC, sólo tienes que abrir dicha memoria USB e ir instalando un programa tras otro, además de actualizarlos luego a la última versión disponible.
Esto hará que puedas tener tu ordenador listo para ser utilizado incluso si no tienes conexión a Internet.
Que tu pendrive sea tu carta de presentación
¿Buscas trabajo? Una buena forma de presentar todas tus credenciales en formato digital de aprovechar una memoria USB vieja como contenedor y carta de presentación para tu CV, tu foto y algunos de tus trabajos.
Digamos que se trataría de una especie de portfolio virtual con todos los motivos por los que deberían contratarte a ti y no a otra persona.
Eso sí, procura que tu pendrive esté completamente libre de virus como el del autoarranque, o de lo contrario tu potencial empleador ni siquiera llegará a ver los documentos.
Un antivirus en el pendrive
Si eres el informático de la familia y de tus amigos, nada mejor que tener un antivirus siempre a mano. Habitualmente tus conocidos tendrán problemas con barras de búsqueda, troyanos, ransomware y otro tipo de virus y malware para PC.
Para poder reaccionar rápido y sin necesidad de formatear el ordenador, puedes probar a llevar una memoria USB con un antivirus portátil.
Hay muchos, aunque quizás el más recomendable de todos sea Malwarebytes Portable. Apenas ocupa unos MB y funciona perfectamente a la hora de detectar amenazas.
Crea una llave de seguridad casi infalible
Llegas a tu PC, conectas el pendrive y empiezas a trabajar. Cuando terminas, sacas la memoria USB y te alejas. Mientras no vuelvas a insertarla nadie podrá hacer uso de tu ordenador, a menos que lo apague y haga boot en otro sistema operativo, claro está.
Para crear tu propia llave de seguridad en un pendrive puedes utilizar Predator, un programa gratis para Windows de lo más interesante.
No es completamente infalible como medida de seguridad, pero casi. Desde luego es una buena idea usarla si sueles trabajar con tu portátil en lugares públicos.
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