Decían que las tablets, los móviles y las consolas acabarían con ellos, pero nada puede igualar la potencia a la hora jugar, o el tamaño de pantalla a la hora de trabajar, de un buen PC. Comprar un ordenador siempre es una buena decisión, porque sirve para muchas cosas diferentes. Pero acertar en la compra es otro tema. Es importante que conozcas los errores más habituales que cometemos al comprar un PC. Así podrás evitarlos.
Elegir el PC adecuado no es sencillo. No existen reglas, porque cada usuario tiene necesidades o presupuestos diferentes. Pero es importante acertar. Si tomas una mala decisión puedes gastar cientos de euros a lo tonto, u obtener un bajo rendimiento que sufrirás durante toda su vida útil.
Vamos a ver los errores más habituales que cometemos al comprar un PC. La mayoría son sencillos de evitar, y a cambio te ahorrarás muchos disgustos.
Un PC de marca funciona mejor
Mucha gente compra PCs de marca porque son más caros y por eso creen que son más potentes, o porque usan componentes de la misma marca que ofrecen un mejor rendimiento conjunto. Es uno de los errores más habituales que cometemos a la hora de comprar un PC.
Un PC de marca es más caro... porque pagas la marca. En muchos casos tienen componentes personalizadas que encarecen el producto, o acuerdos con determinadas marcas de componentes que son más caras que otras que hacen exactamente lo mismo.
Es cierto que un PC de marca, si es de calidad, estará bien optimizado, pero por el mismo precio siempre vas a poder montarte tu otro más potente. En cuanto a la compatibilidad entre componentes, depende más del sistema operativo, que del propio hardware. Componentes de diferentes marcas funcionan a la perfección cuando trabajan juntas, Windows se encarga de ello.
Los errores más habituales que cometemos al comprar una consola
Si no tienes ni idea de informática, o eres un desastre con los ordenadores y quieres asegurarte un buen servicio técnico, puede interesarte un PC de marca. Pero si buscas la mejor relación calidad / precio, nada supera a un PC montado por ti mismo, o por la propia tienda.
Los famosos cuellos de botella
Cuando te montas el PC tu mismo, o te obsesionas con un componente sin prestar atención al resto, aparecen los temidos cuellos de botella. Es uno de los errores más habituales que cometemos al comprar un PC. Es un problema importante, porque puede dañar seriamente el rendimiento. Un cuello de botella en un PC se produce cuando cierto componente reduce el rendimiento de otros. Hay un desquilibrio entre diferentes partes del ordenador.
Por ejemplo, no tiene mucho sentido gastarte 1300 euros en una tarjeta gráfica RTX 2080 Ti, si luego solo le pones 4 GB de RAM al PC, o un procesador Intel Core i3. O montar un PC gaming ultrapotente, para luego instalar un disco duro lento que hace esperar a la tarjeta y al procesador.
Cuando vayas a comprar un PC, no te centres solo en una única componente. Cierto hardware clave como el procesador, la tarjeta gráfica, la memoria, los buses de datos de la placa base, y las unidades de almacenamiento, deben estar equilibrados. Si uno de ellos rinde muy por debajo, el resto se verán afectados.
Todas las marcas de tarjetas son parecidas
A la hora de elegir una tarjeta gráfica, nos damos cuenta de que existen bastantes marcas que fabrican una tarjeta con la misma GPU. Por ejemplo, ahora mismo podemos encontrar seis o siete modelos de placas de diferentes marcas con el SoC RTX 2070.
Un error bastante común a la hora de comprar un PC, es pensar que todas las tarjetas con un mismo chip, son iguales, así que coges la más barata, o la que mejo te cae. O quizá, te regalan un juego extra.
Pero no es así. Diferentes modelos de una misma tarjeta pueden ofrecer diferente rendimiento y, aún más importante, diferente calentamiento y refrigeración.
Cada marca ajusta el rendimiento del chip a diferentes velocidades de reloj, y utiliza diferentes sistemas de refrigeración. Además unas tarjetas vienen overclockeadas de fábrica, y otras no. En función de que tu PC tenga un mejor o peor sistema de refrigeración, o si vives en una zona con mucho calor en verano, te puede interesar una marca de tarjeta u otra. Tenlo en cuenta...
El procesador no es importante para jugar
Es cierto que, durante algunos años, la CPU pasó a un segundo plano a la hora de jugar. Era una época en la que los ciclos de consola se estiraron, los juegos se habían estancado técnicamente, apenas necesitaban uno o dos núcleos de CPU para funcionar, y la GPU o tarjeta gráfica se encargaba de todo el trabajo. Podías jugar con un procesador viejo y una tarjeta nueva sin problemas.
Pero eso ha cambiado en los dos o tres últimos años. La resolución 4K y los juegos de mundo abierto, así como el uso de gráficos procedurales e inteligencia artificial, exigen potencia de cálculo y un buen número de cores o núcleos.
Además, hoy en día se hacen otras cosas mientras juegas, como grabar el gameplay o hacer streaming.
Los procesadores vuelven a ser protagonistas, y una CPU moderna puede mejorar el rendimiento de un juego un 10 o un 15%, frente al mismo PC con una CPU de hace 5 o 6 años. Tenlo en cuenta cuando renueves tu PC.
Instalar Windows en un disco duro
Te has comprado un PC Gaming digno de la NASA... y resulta que has instalado Windows 10 en un disco duro de los de toda la vida... Es uno de los errores más habituales que cometemos al comprar un PC.
Hoy en dia es imprescindible instalar el sistema operativo en un disco SSD. No solo arrancará mucho más rápido, sino que el rendimiento mejorará de forma notable, ya que todas las funciones de Windows se activarán más rápido. Lo notarás aún más en un PC viejo.
Si puedes permitírtelo, también merece la pena instalar los juegos más potentes en un disco SSD o M.2. Juegos como Forza 7 o Final Fantasy XV, con sus texturas 4K, tardan una eternidad en cargar si los has instalado en un disco duro, pero mejoran mucho en un SSD.
Los discos SSD con mejor calidad / precio de Amazon
Además, muchos juegos de mundo abierto cargan datos de forma constante. Con un disco duro, notarás microsaltos mientras se cargan. Desaparecerán si usas un SSD. ¡Compruébalo!
No fijarte en las conexiones que lleva
Hoy en día muchos periféricos de PC son inalámbricos o necesitan cables de de alta velocidad para funcionar. Y también hay que tener en cuenta las tablets y los móviles que se conectan a nuestro ordenador.
Por ejemplo, Si te compras unas gafas de realidad virtual, ahora que han bajado de precio, verás que necesitan una conexión Bluetooth 4.0, y USB 3.0. Lo mismo ocurre con los discos duros externos de alta velocidad.
Cuando compres un PC revisa las conexiones de la placa base y, especialmente, las versiones. Deben estar actualizadas a las últimas versiones de sus respectivos estándares.
Núcleos, hilos, sockets… Cómo entender los procesadores de PC
No tener en cuenta los hilos de la CPU
Los procesadores modernos utilizan varios núcleos o cores, que son como CPUs independientes dentro de un mismo chip. A su vez, un núcleo puede tener dos hilos. Un hilo es un flujo de datos dentro de un programa. La mayoría de las aplicaciones trabajan con varios grupos de datos al mismo tiempo (por ejemplo, hacen operaciones matemáticas por un lado, y envia gráficos a la tarjeta gráfica por otro). Las CPUs multihilo puede procesar dos flujos de datos (hilos) por cada núcleo. Aquí vemos una CPU de cuatro núcleos sin hilos, solo con sus cuatro flujos de datos, y otra con 8 hilos:
Se consigue un 30 o un 40% de aumento de rendimiento, con apenas un 5% más de consumo y calor. Uno de los errores más habituales que cometemos al comprar un PC, es no tener en cuenta los hilos. Existen CPUs con o sin hilos, incluso dentro de un mismo modelo. Por ejemplo, una CPU con 4 núcleos y 4 hilos, y otra con 4 núcleos y 8 hilos. Vale más cara, pero aumenta mucho el rendimiento.
TDP no es lo mismo que consumo eléctrico
Cuando compras un PC, debes calcular la potencia de consumo que suministrará la fuente de alimentación, en función de lo que necesite el hardware.
Últimamente se ha puesto de moda un término llamado TDP (Termal Design Power), que se mide en vatios. Mucha gente lo confunde con el consumo, pero es una cosa diferente. Hace referencia a la cantidad de calor que genera una CPU cuando funciona a máximo rendimiento, y se usa para elegir el sistema de refrigeración de la torre o la carcasa del PC. Está relacionado con el consumo (a más consumo, más calor se genera), pero son valores distintos. Por ejemplo la CPU Intel i7-8700K tiene un consumo de 95W y un TDP de 85W.
A la hora de elegir la fuente de alimentación, debes fijarte en el consumo o potencia eléctrica, no en el TDP.
Comprar una fuente de alimentación barata
La fuente de alimentación es una de las componentes más importantes del PC. Si es de baja calidad, no suministrará la corriente eléctrica de forma constante y eficiente a las diferentes componentes de tu PC. No solo rendirán peor, sino que pueden quemarse o estropearse por un fallo eléctrico.
Con la fuente de alimentación, no te la juegues. Compra una marca de calidad, que tenga buenas reviews.
Comprar un PC con una placa base anticuada
Quizá has comprado un PC a un buen precio, y estás contento porque te ha parecido un chollo. Pero, ¿tienes pensado ampliarlo? Y si es así... ¿has mirado qué placa base lleva?
Las placas base son compatibles con determinados sockets de la CPU, así como slots para la tarjeta gráfica. Si compras una placa barata o un PC de marca que ya tiene un par de años, puede que los nuevos procesadores y tarjetas gráficas no funcionen con ella. Intenta comprar siempre una placa base que soporte los últimos estándares.
Comprar características que no necesitas
Resulta que te has comprado un PC son sonido 7.1, pero tus altavoces son estereo. O un monitor 4K, pero tu tarjeta gráfica solo puede con los juegos a 1080p. O un lector de CD-ROM, pero resulta que tu solo juegas en Steam. ¿Y realmente vas a aprovechar una carcasa con iluminación LED?
Antes de comprar un PC, revisa todo aquello que no necesitas, y quítalo. Te ahorrarás mucho dinero...
Añadir más RAM no mejora los juegos
Mucha gente piensa que como más RAM tenga el ordenador, más rápido irán los juegos y los programas. Y no es así. Si un juego requiere 16 GB de RAM, comprar 32 GB no hará que vaya más rápido.
Puede ayudar a la memoria virtual de Windows, pero muy pocas aplicaciones usan más allá de 16 GB de RAM. No compres en exceso, aumentarás el calor y el consumo y no le sacarás provecho. Hemos visto los errores más habituales que cometemos al comprar un PC. Si a vosotros se os ocurren algunos más... ¡contadnoslo en los comentarios!
Descubre más sobre Juan Antonio Pascual Estapé, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Hobbyconsolas.