Puede que haga más de un mes que se estrenase El ascenso de Skywalker, el fin de una de las sagas de Star Wars que abarca más de cuarenta años, pero Adam Driver difícilmente va a poder deshacerse de la imagen que muchos tienen de él: el malvado Kylo Ren.
Al igual que otros muchos actores de la saga Star Wars, ya sea Mark Hamill o Carrie Fisher, sus personajes dentro del mundo de George Lucas han traspasado la ficción y casi se han hecho más conocidos que ellos mismos. Puede que a Adam Diver, con una carrera repleta de películas de corte más indie, no le suceda esto, pero por el momento, puede seguir explotando su faceta de Kylo Ren, tal como lo ha heco este fin de semana en un divertido sketch del longevo programa de humor Staurday Night Live, que han vuelto a unir Star Wars con El jefe infiltrado, en el que un superior de una empresa se disfrazada de empleado para ver cómo funciona todo.
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En esta ocasión, Kylo se ha disfrazado como Andy, el nuevo becario, y como podemos ver en el pequeño fragmento que un usuario ha compartido en Twitter, no se le da demasiado bien disimular, de hecho, cuando pregunta al azar si Rey debería coger la mano de Kylo cuando este se la ofrezca por segunda vez y una de sus compañeras le conteste "a quién le importa", su tapadera parece que no va a funcionar.
Por el momento, El ascenso de Skywalker lleva recaudados más de mil millones de dólares en todo el mundo, una cifra impresionante si no fuera porque va muy por debajo de lo que consiguieron recaudar las dos entregas anteriores.
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