La serie Assassin's Creed ha tenido tantos juegos, entre los lanzamientos principales y los spin-offs, que su lore parece hacerse cada vez más inaccesible. Es muy difícil conocer al dedillo la historia de los Asesinos y los Templarios, que recorre toda la historia de la humanidad, si cada nuevo juego añade nuevos datos y revelaciones.
Eso es especialmente clave para muchos jugadores que no han podido permitirse jugar a la saga entera, o se han iniciado con entregas posteriores... o que simplemente han jugado a los títulos porque la ambientación concreta les interesaba.
Ubisoft es consciente de ello, y por eso los últimos juegos no solo se han separado de los anteriores jugablemente, también han construido historias más independientes. Eso es algo que quizás decepcione a los fans de la franquicia, pero es un paso necesario para acercar la saga a un nuevo público (especialmente en un salto generacional como es el caso de Assassin's Creed Valhalla).
El director narrativo de Valhalla, Darby McDevitt, habló de esto en la revista oficial PlayStation británica: "Con este juego, queremos que los fans puedan recorrer el mundo y casi en cada esquina sentir que están descubriendo algo que aumenta su conocimiento del conjunto".
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El objetivo será que el jugador vaya descubriendo más cosas del lore a su ritmo, simplemente explorando, y que la exposición de la información no sea forzada. Y sobre todo, que ese conocimiento no sea algo requerido de antemano para disfrutar del juego.
Eso no significa que el juego abandone sus raíces. De hecho, deja caer que muchas de las cosas que se vean serán precedentes para futuros juegos, a la vez que se arrojará más luz sobre Los Ocultos y La Orden de los Antiguos, los cultos vistos en Assassin's Creed Origins y Assassin's Creed Odyssey que precedieron a los Asesinos y a los Templarios.
Fuente: Sirus Gaming
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