Con una recaudación mundial de aproximadamente 540 millones de dólares Brad Pitt se está exprimiendo los sesos (antes de que venga un zeta a comérselos) para hacer una secuela que sea rentable y que guste a los fans del género. De hecho ya se pensaba en la secuela antes de estrenar la peli.
Recordaréis que el final de Guerra Mundial Z quedaba claramente abierto con aquella frase que venía a decir que "todo esto acaba de empezar". El epílogo de la cinta de hecho reutilizó parte del material desechado en pro de un final más tranquilo y menos cañero tras las secuencias extenuantes de Israel y las hordas de zombis asaltando a los vivos.
Damon Lindelof y Drew Goddard se encargaron de reescribir el final del guión para aligerar un poco tanta tralla, lo que para unos fue un acierto y para otros una decepción.
Pues bien Marc Foster no se hará cargo de esta secuela, lo que no es una gran sorpresa si tenemos en cuenta los numerosos problemas que atravesó la producción de la película. En fin, ahora es oficial y no solo oficioso que se desmarca del proyecto. Hubo constantes desavenencias entre el director y el actor además de los problemas e imprevistos... de hecho se rumorea que el propio Pitt salvó a una extra de ser aplastada por la masa de figurantes que simulaban una avalancha humana.
Descubre más sobre Raquel Hernández Luján, autor/a de este artículo.
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