El curioso motivo por el que Super Mario lleva bigote
Javier Sólvez
Nintendo es sin duda una de las más grandes y longevas compañías de videojuegos de las que podemos seguir disfrutando hoy en día. A lo largo de todos estos años seguramente haya visto cómo pequeñas decisiones que en su momento quizá se tomaran por puro azar hoy en día es uno de los pilares sobre los que se construyen los pesados cimientos de la gran N.
Una de estas pequeñas grandes decisiones fue a la hora de diseñar a la imagen por antonomasia de la compañía, y no, no estamos hablando del logo y el color (aunque en cierta manera se podría llegar a relacionar), sino que estamos hablando del personaje que resume el espíritu y esencia de la empresa: Super Mario.
Una de las curiosidades de este mítico personaje es que al parecer este nombre le vino por el fallecido Mario Segale, el que en su momento fue el hombre que arrendaba el edificio en el que Nintendo America se establecía.
Como ya sabrás, tal fue la paciencia de este ante los impagos de la gran N (debido a los escasos ingresos que esta facturaba entonces) que la compañía nipona decidió hacerle homenaje colocándole tanto su nombre como su nacionalidad (italiana) a la que sería la mascota más icónica de la industria de los videojuegos.
Pero eso no es todo, porque la imagen del fontanero también se debe en parte a una casualidad. Es extraño ver hasta qué punto tenemos tan mitificada una imagen que, una vez cambiemos un pequeño detalle, nos pueda parecer algo totalmente distinto. ¿Qué sería de Pacman sin sus fantasmas?¿o Pikachu sin sus mofletes rojos?¿o Super Mario sin bigote?
Pues lo que a priori podría ser un detalle más ligado a un diseño en particular, este bigote de Super Mario esconde un secreto mucho más importante, y no, no esconde nada bajo este.
Por muy alocado que parezca, esta mítica figura del videojuego nunca iba a contar con esta característica en particular, pero se añadió debido a, digamos, limitaciones técnicas de la tecnología de aquel entonces.
Si recordamos, la primera aparición de Super Mario en un videojuego fue en el Donkey Kong de 1981, y no, ni siquiera se llamaba Mario, sino que se llamaba Jumpman, un nombre acorde a su única capacidad, que era la de saltar barriles.
Pues bien, como decimos el diseño del personaje (que todavía se apoyaba en los 8 bits) parece que no era suficiente para el equipo de desarrollo. Sí, parece que no eran tan sencilla la tarea de "dibujar" una boca al fontanero, por lo que finalmente decidieron ponerle un bigote. Algo mucho más intuitivo y que, por una u otra razón, quedaba mucho más vistoso y característico frente a otros diseños.
Eso sí, el color y las vestimenta encajaron desde el primer momento como anillo al dedo. Esta "problemática" de dibujar a boca se pudo corregir una vez se lanzó la versión de 16 bits, aunque por aquel entonces la figura ya estaba lo suficientemente consolidada y Nintendo decidió mantener el diseño original, aunque este se hubiese seleccionado por meros límites técnicos de la tecnología de aquel entonces.
Sin duda este es uno de tantos detalles que esconde la compañía del fontanero italiano, aunque siempre es curioso ver como, por cosas del destino, un pequeño cambio puede hacer mella en una figura a la que directamente le relacionamos con un gran bigote. Quién iba a decir que Super Mario le debe su característico bigote a unos pocos píxeles. Se puede decir que fue un detalle impuesto por los pelos, sin duda.
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